domingo 10 de noviembre de 2024 - Edición Nº2167

Provincia | 7 feb 2024

Situación compleja

Kicillof busca atajos ante el brusco recorte mileísta

El Gobernador escucha quejas de los intendentes propios y ajenos por la paralización de la obra pública y apela al recorte de gastos superfluos en los ministerios para generar recursos excedentes. Tiene como ases en la manga la licitación de Letras del Tesoro bonaerense y avanzar con el endeudamiento aprobado en la Legislatura por el equivalente a 1.800 millones de dólares en moneda local.


Por: Federico Cedarri

Axel Kicillof atraviesa una coyuntura de dificultades extremas en el comienzo de su segundo período de gobierno debido fundamentalmente al recorte mayúsculo que el Gobierno nacional de Javier Milei lleva adelante.

El Gobernador ha dicho a su tropa que no es tiempo de internismo, quizás sabiendo que su prueba de fuego será este primer año de gestión al mando de un Ejecutivo que contará con recursos escuálidos por fuera de la coparticipación.

De hecho, durante el primer mes del año las arcas bonaerenses recibieron anémicos 50 millones de pesos contra casi 40 mil millones que le había girado la administración de Alberto Fernández el año anterior. “Nosotros sabíamos que si perdía Massa se venía esto, le avisamos a la sociedad pero ahora hay que apechugar y apelar a la creatividad, no queda otra”, suelta con un dejo de preocupación a PDS un legislador provincial peronista.

En la misma línea, también se han interrumpido trabajos de infraestructura que financiaba la Nación como la bajada de la autopista La Plata- Buenos Aires hacia la ruta 11, además de trabajos de mejoramientos en distintas rutas nacionales y la finalización de la autopista Presidente Perón que atraviesa el oeste del conurbano.

Una de las espadas políticas que ha incorporado el Gobernador en su segundo mandato es el flamante ministro de Obras y Servicios Públicos, Gabriel Katopodis, que está haciendo malabares para sostener las obras que cuentan con financiamiento internacional pero que representan una minoría respecto del total de trabajos que se encuentran paralizados. “Es un panorama desalentador”, explican a este portal cerca del funcionario de San Martín.

La provincia tiene dos ases en la manga ante esta situación ciertamente angustiante, la autorización legislativa para endeudarse por el equivalente a 1.800 millones de dólares en moneda nacional y la posibilidad de emitir Letras del Tesoro para financiarse en el mercado local.

El Gobernador bonaerense ya bajó la orden a sus ministros de podar los gastos superfluos y concentrar los recursos en cuestiones indispensables.

Una vez que se tenga un panorama de los recursos disponibles luego de pasar por el peine fino de cada ministerio se buscará que hacer con el ahorro logrado y donde volcar esos fondos: “El primer año será así, con mucha complejidad aunque seguiremos reclamando por una mejor coparticipación a las provincias”, sostienen en calle 6.

Kicillof es de los mandatarios provinciales más entusiasta en reclamar una reconfiguración urgente del Pacto Fiscal, sabe que será la discusión que se viene con el Gobierno nacional y cuenta como aliados a gobernadores de distintas perspectivas ideológicas como el cordobés Martín Llaryora, el santafesino Maximiliano Pullaro y el entrerriano Rogelio Frigerio.

Kicillof aún busca, infructuosamente por el momento, que le brinden precisiones desde el Gobierno nacional sobre distintos programas que financiaba la Nación y que son claves para el funcionamiento operativo de la provincia como los consorcios portuarios y la cobertura de medicamentos para enfermedades complejas.

El mandatario mantendrá un perfil alternado de combatividad con prudencia buscando tener al menos una relación institucional aceptable con el gobierno de Milei.

De hecho, la responsabilidad de la propalar quejas será tarea del ministro político Carlos Bianco, a quién se sumará como complemento el titular de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, huésped habitual en la mesa chica del Gobernador.

Kicillof no abandona la periodicidad de los contactos con alcaldes del conurbano, le preocupa de sobremanera las consecuencias sociales del ajuste en esa porción del territorio bonaerense por lo que decidió tender una red de contención en conjunción con los jefes comunales que son los que mejor auscultan el territorio.

También despunta diálogos con los intendentes radicales como el rauchense Maximiliano Suescún, que le expresan malestar no solo por la paralización de la obra pública sino por el derrumbe de la actividad en los pequeños distritos.

Jugada de alto impacto político

El Gobernador bonaerense planea realizar una maniobra de alto impacto que puede revolver el avispero político, analiza con fruición presentarse ante la Justicia para cuestionar la constitucionalidad de la Ley Omnibus.

El mandatario espera que se lleve adelante el tratamiento en particular y en base a los artículos que queden en pie evaluará la conveniencia, junto a su grupo de confianza, de concurrir a la Justicia con el argumento de que las facultades delegadas pueden desembocar en un avasallamiento contra el derecho de las provincias.

“El corazón de la ley son las facultades delegadas debido a que Milei puede hacer lo que quiera durante un año”, se queja un diputado justicialista que avizora un año problemático para la provincia.

De todas maneras, Kicillof deberá esperar que la Ley Omnibus cumpla su curso legislativo, es decir se trate en particular el Diputados y sea girada al Senado para su aprobación final, por lo que el tiempo material para tomar la decisión de recurrir a la Justicia será ciertamente espacioso.

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