viernes 26 de julio de 2024 - Edición Nº2060

Provincia | 6 feb 2024

Disputa en ciernes

El PJ bonaerense discernirá su impronta en 2025 entre los alcaldes kicillofistas y La Cámpora

Si bien el Gobernador desactivó cualquier atisbo de internismo, deja hacer a los intendentes aliados de la Mesa de Ensenada que apuran armados. Máximo Kirchner toma distancia de los jefes comunales que apoyaron su desembarco en el partido y se repliega en la agrupación que fundó.


Por: Federico Cedarri

El gobernador bonaerense Axel Kicillof pronostica ante los intendentes peronistas que los meses venideros mostrarán el verdadero rostro de la crisis económica lo que invariablemente, según su criterio, traerá aparejado un matiz más combativo de la protesta social contra la administración nacional.

Entiende el mandatario que ese escenario le será propicio para posicionarse de una vez por todas como un faro dentro del peronismo que buscará volver al poder nacional en el 2027.

De hecho, Kicillof ya ensaya un perfil de resistencia al Gobierno nacional, fue la cara visible de los gobernadores en la marcha cegetista y quién despotrica una y otra vez contra las variables de ajuste del gobierno de Javier Milei.

No obstante, el Gobernador bonaerense baja los decibles por el momento, advierte que este es un año donde habrá que atravesar dificultades extremas y donde no hay lugar para el internismo aunque solapadamente deja jugar a los intendentes aliados que en cierta manera lo respaldaron efusivamente para su reelección.

En ese espacio quién ha comenzado a jugar sus fichas y admite sin disimulos que quiere ir por el sillón del PJ bonaerense en el 2025 es el avellanedense Jorge Ferraresi.

Enfrentado en su distrito con el camporista Emmanuel González Santalla, el alcalde bonaerense busca escalar en la esfera del conurbano y busca el apoyo sostenido de dirigentes otrora funcionarios albertistas como Juan Zabaleta y el jefe comunal de Esteban Echeverría, Fernando Gray.

Por ahora parece muy modesto el apoyo conseguido por el intendente de Avellaneda, aunque no cejará en los próximos meses con el armado multisectorial que viene desplegando en el distrito con organizaciones barriales y movimientos sociales.

Sus socios de la Mesa de Ensenada por ahora hacen un prudente silencio, el matancero Fernando Espinoza mira expectante aunque cerca de su entorno aseguran que no se quedará con los brazos cruzados en la próxima batalla interna, por ahora no da indicios hacia donde puede dirigir su apoyo si es que él no decide jugar .

Las diferencias de los integrantes de ese espacio, que cuenta con el guiño de Axel Kicillof, respecto al actual titular del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, son insalvables: “Máximo prometió debate y no lo dio, después prometió una cumbre para analizar la derrota nacional y tampoco cumplió, esperemos cumpla lo que había dicho que no iba a jugar en el 2025 para quedarse al frente del partido porque de caso contrario lo van aplastar a votos”, dispara con enojo a PDS un legislador provincial peronista de buen vínculo con alcaldes del interior bonaerense.

En tanto, el diputado nacional ha comenzado a asomar paulatinamente la cabeza luego de un mes de apariciones esporádicas.

Elaboró un comunicado de apoyo a la marcha de la CGT y se mostró en la movilización con la columna de La Cámpora a cautelosa distancia de donde se afincó el gobernador bonaerense Axel Kicillof con su gabinete e intendentes aliados.

Kirchner está convencido de que volverá a recuperar protagonismo volviendo a las fuentes de su sui generis político: ejerciendo la resistencia al gobierno de Milei dentro de la organicidad de La Cámpora, apelando a la movilización propia y lejos de los intendentes bonaerense que otrora habían sido su principal soporte para llegar al máximo sillón partidario.

Aprontes con la mirada puesta en el 2027

En el entorno del gobernador bonaerense Axel Kicillof niegan a rajatabla cualquier atisbo de pelea interna del mandatario por la conducción del PJ nacional, entienden que la prueba de fuego para lanzarse al ruedo nacional pasa por sacar a flote la gestión bonaerense durante el 2024.

Mientras tanto, el Gobernador deja hacer a los intendentes aliados que trabajan en la construcción de futuros liderazgos dentro del peronismo bonaerense con un ojo puesto en la sucesión de Kicillof en la gobernación bonaerense.

El mandatario no tiene posibilidad de reelección, tampoco la vicegobernadora Verónica Magario podría ir por la gobernación ya que acompañó en los dos turnos a Kicillof en la fórmula y eso la veta constitucionalmente de cualquier postulación al sillón de Dardo Rocha.

Los reacomodamientos internos dentro del peronismo provincial hoy parecen tener dos sectores en pugna bien delimitados: los intendentes kicillofistas y La Cámpora.

Todo indica que finalmente esos polos de poder podrían embarcarse en una batalla política para discernir la jefatura partidaria en el 2025 sin descuidar la posibilidad de conformar una opción viable para encaramarse en la candidatura a la gobernación en el 2027.

Si bien falta mucho tiempo y hoy la gestión bonaerense está jaqueada por la incertidumbre producto del recorte que sufre de los fondos nacionales, los juegos políticos en el tablero bonaerense continúan a la orden del día.

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