martes 10 de diciembre de 2024 - Edición Nº2197

Provincia | 29 ene 2024

KICILLOF-INSEGURIDAD

Vuelve el show de los duros ante la ola de crímenes en el conurbano

El PRO ya quiere interpelar a Alonso. La ex gobernadora también agregó su parecer. Los casos de La Matanza, Lanús y Lomas de Zamora encienden un alerta para Kicillof. Cuáles son los departamentos judiciales más críticos. Bullrich aceleró su panfleto de mano dura y Berni agregó más serpentinas dialécticas que enlutan las políticas públicas.


Por: Ricardo Carossino

Desde hace un mes, una ola inédita y repentina de inseguridad parece haber estallado en el conurbano bonaerense, y quienes tratan de sacar mayor rédito político parecen ser los dirigentes del PRO que son los únicos que públicamente salieron a hacerse eco de las críticas, incluyendo a la ex gobernadora María Eugenia Vidal, pero estalló la polémica con el ex ministro bonaerense, Sergio Berni.

El último caso fue este sábado pasado en Monte Chingolo cuando Maximiliano Rojas (27) fue asesinado en ocasión de robo de una moto. El hecho fue a las siete de la mañana. La víctima se habría resistido al asalto y el disparo fue mortal. Vuelve a repetirse un hecho trágico en Lanús. Según la Procuración General de la provincia de Buenos Aires durante el 2023 el índice de homicidios en el distrito es de 3,67 cada 100 mil habitantes. 

De acuerdo a este informe del año pasado, el Departamento Judicial con mayor cantidad de delitos cometidos cada cien mil habitantes es Lomas de Zamora, con 113.627 actos ilícitos. Esto representa un índice de litigiosidad de 6,23. Además de ese distrito, abarca los partidos de Almirante Brown, Esteban Echeverría y Ezeiza y en segundo término, lo sigue el Departamento Judicial de Avellaneda-Lanús, integrado por esos dos partidos, con un índice de 5,92 producto de 49.336 delitos cometidos.

La ex “orgullosamente bonaerense”, sin tener en cuenta que el PRO ya perdió dos elecciones en la provincia (2019 y 2023), fue la primera en plantar su bandera de reclamo cuando el gobernador Axel Kicillof se presentó en la marcha de la CGT el pasado 24 de enero por su cuenta de X: “¿Dónde está Kicillof?”, se preguntó ante los hechos trágicos.

El PRO conoce la situación en la Provincia, pero el escudo mediático con el que Vidal contó durante su gestión hizo que datos concretos quedaran al resguardo de la gobernadora. Un estudio realizado por el Ministerio Público Fiscal de la Provincia de Buenos Aires, que encabeza el vidalista Julio Conte Grand, mostró en su momento que el delito había subido un 24,3 por ciento entre 2016 y 2019. En ese último año del gobierno de Vidal había habido 77.542 denuncias más que en 2018.

El estallido de violencia en términos de sicariato que se desató en La Matanza con los lotes obtenidos de manera irregular puso en evidencia el nivel de arbitrariedad de las políticas de Seguridad en la Provincia de Buenos Aires que no logran impedir que se expanda el temor entre la población y desde la oposición no dejan de aprovechar cada ocasión como indica el manual de la derecha de hacer uso proselitista de los hechos sangrientos y trágicos.

Ante esta realidad el gobernador Kicillof mantuvo un encuentro con su ministro de Seguridad, Javier Alonso, en Puente 12. Allí, apuntaron a “profundizar” las medidas de seguridad en el territorio.

Asimismo, de acuerdo a fuentes cercanas al mandatario provincial, la reunión resultó importante para repasar los avances en las investigaciones de los últimos casos en Provincia como, por ejemplo, el asesinato de Umma Aguilera (9).

De todos modos, por caso y sin perder mucho tiempo, el senador bonaerense Alex Campbell pidió citar al ministro de Seguridad para que detalle en la Legislatura “un plan de acción concreto" contra la inseguridad.

Desde luego, la ministra Patricia Bullrich tampoco dejó de aprovechar la ganancia política que le reditúa este tipo de hechos para su discurso punitivista. Tras el crimen de un ciudadano ruso en Lanús, Evgeniy Sipatov, atacado por motochorros, Bullrich anticipó que agravarán las penas y sumarán nuevos controles para frenar estos violentos ataques, luego de sacarse una foto con la esposa de la víctima.

En el caso de Lanús, a pesar de que, en 2023, durante la gestión de Néstor Grindetti, hubo seis crímenes resonantes, en el caso de la gestión del flamante intendente Julián Álvarez, el PRO no dejó pasar un instante y activó su protocolo opositor con el crimen de Sipatov.

Mediante un comunicado difundido a través de sus redes sociales, el bloque de concejales de Juntos por el Cambio en Lanús se manifestó sobre la “crisis de seguridad que atraviesa el distrito”, y desafiaron: “Le pedimos al intendente que públicamente dé a conocer, a todos los vecinos de Lanús, el Plan de Seguridad que desarrolló para nuestra ciudad”.

En el caso del lamentable hecho de Lomas de Zamora, de la hija del custodio de Bullrich, si bien el discurso se moderó ante el respeto personal por la cercanía del contacto, no dejó de reeditar su panfleto de posición política: “Que no nos vengan más a decir que tenemos mano dura. Mano dura es matar a una nena de nueve años y eso es lo que no queremos más en Argentina”. 

A esta ola de discursos (inseguridad-mano dura), desde Lomas de Zamora, La Libertad Avanza se sumó a la retórica de Bullrich y fue la concejal, Andrea Martín, quien en diálogo con Política del Sur se refirió al pedido que realizaron junto a otros bloques opositores para exigir la conformación de la comisión de Seguridad en el Concejo Deliberante al tiempo que sostuvo que se necesita “mano dura”, como único aporte de gestión ante el delito del conurbano.

Por el lado de la policía bonaerense, el flamante ministro de Seguridad, con un fuerte contraste de personalidad con el saliente Sergio Berni, se reunió en tres casos (Matanza y Lomas) con los respectivos intendentes con un bajo perfil, y vale aclarar que la policía de la provincia actuó con celeridad y hubo detenidos, pero en el caso de ciudadano ruso de Lanús no hubo aún novedades.

A esta polémica reiterada cada vez que un hecho trágico enluta a la Provincia, quien no podía faltar era Berni que se alió al ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, quien trabaja en una reforma del Código Procesal Penal para combatir el delito, y criticó a sectores del peronismo que en la provincia “cajonearon” un proyecto para cambiar procedimientos de actuación policial.

En ese marco, dijo que celebra la propuesta penal del doctor Cúneo Libarona porque no tiene dudas “de que hay una necesidad de reforma del Código de Procedimiento en materia penal para bajar la edad de imputabilidad, porque los presos deben trabajar mientras están cumpliendo la pena y porque se debe sostener el sistema de vigilancia cuando salen en libertad”.

Como dice el tango “Malevaje”, para no perder “el cartel de guapo que ayer brillaba en la acción”, Berni se despachó con una de sus tristes frases célebres ante la sangre derramada de inocentes: “Yo soy más duro que (el presidente Javier) Milei y Bullrich. Pero si no se lo previene a tiempo, termina en esto: matando a una nena de 9 años y eso pasa porque un delincuente no puede ser un reincidente”. De cualquier manera, las exigencias del cargo ante hechos de tan doloroso proceso social como la muerte de una nena de nueve años, llevaron a un gobernador de corte garantista a ensayar una frase digna de otros procederes que no por cierta y justa deja de ser intimadora dicha desde el poder: "Que los responsables por el crimen de la nena paguen por lo que han hecho". 

El show de la mano dura no se toma descanso y tiene una vigencia inédita a pesar de que Bullrich de manera insólita ya es la segunda que vez que está al frente del ministerio de Seguridad de la Nación, al igual de Luis Caputo que repite en finanzas y economía, ambos con discursos duros en sus ámbitos, pero sin haber podido mostrar éxitos reales en sus carreras ministeriales hasta el momento.

La tolerancia cero deriva de soluciones que no discriminan situaciones de sociedades de primer mundo o de tercer y cuarto mundo. No es lo mismo Alemania que Colombia y no es lo mismo Italia que Argentina. En nuestro país, una tolerancia cero, de la misma manera que llevó a excesos en el primer mundo contra minorías étnicas aplicando una ley de crimen organizado a delitos menores para evitar crímenes mayores, corre el riesgo de ser aplicada por fuerzas policiales ineficaces, sin una formación profesional expecializada y equipada, sin salarios dignos y sin cobertura judicial adecuada en manos de alguien como Milei, Bullrich, o José Luis "carcel o bala" Espert.

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