Provincia | 25 ene 2024
Rol confrontativo
Kicillof con decidida postura combativa ante el gobierno de Milei
El Gobernador asoma como la cara visible de la resistencia a la política económica del Ejecutivo nacional ante un peronismo atomizado. Continuará apuntalando la protesta social mediante los encuentros multisectoriales en los principales distritos bonaerenses.
Por: Federico Cedarri
Axel Kicillof ha resuelto mostrarse definitivamente como la cara visible de la resistencia al gobierno de Javier Milei luego de un accionar inicial prudente cuando apostó a una razonable relación institucional.
En los primeros días del año el mandatario provincial había optado por un perfil más moderado, acicateaba desde las sombras las mesas multisectoriales contra las políticas de Milei en los distritos amigos para no contaminar prematuramente el vínculo con la Casa Rosada.
De hecho, la voz cantante de las incipientes críticas al Presidente y sus medidas corrían por cuenta del superministro de gobierno Carlos Bianco y otro funcionario que está adquiriendo un relevante protagonismo en la mesa chica del gobernador: Andrés "Cuervo" Larroque.
Kicillof, no obstante, tiene expectativas de una recomposición del diálogo con el Ejecutivo nacional, cada vez son más esporádicas las comunicaciones con el ministro del Interior, Guillermo Francos: “Hay mucha incertidumbre, no sabemos nada de los recursos y ya llevan casi 50 días en el gobierno”, deslizan con un dejo de preocupación fuentes cercanas al Palacio de calle 6.
En los últimos días, el Gobernado dejó de lado la posturas más moderadas y radicalizó las críticas al presidente Milei, además de mostrarse activo en la búsqueda de apoyos sectoriales para la protesta cegetista diferenciándose del titular del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, que solo se remitió a lanzar un comunicado adhiriendo a la marcha sindical.
Kicillof se alinea con la postura dura del riojano Ricardo Quintela que ya tomó la decisión de desafiar a Milei e imprimir una moneda propia para paliar la falta de recursos de parte de la Nación.
El gobernador bonaerense descarta por el momento inmiscuirse en esa borrasca aunque no lo descarta en caso de que devenga un escenario de asfixia financiera por parte del Gobierno nacional. “La posibilidad de imprimir moneda está latente porque la caída de la actividad económica golpeará con fuerza la recaudación y a la gente hay que pagarle el sueldo”, desliza por lo bajo a PDS un legislador provincial peronista.
Kicillof le reclama al Gobierno nacional una inmediata definición sobre la suerte que correrán los recursos federales que venía cobrando de Nación por convenios establecidos con anterioridad para infraestructura penitenciaria, además de financiación para consorcios portuarios y productivos.
El Gobernador eligió embanderarse en las posturas más pronunciadas contra las políticas de Javier Milei buscando esgrimirse como la contracara de algunos gobernadores peronistas que han tomado una actitud más prudente hacia el Ejecutivo como Osvaldo Jaldo, Gerardo Zamora y el cordobés dialoguista Martín Llaryora.
Como un símil de los primeros años del gobierno de Alfonsín, cuando frente a un peronismo atomizado políticamente la CGT tomó la posta combativa, los tiempos que corren parecen emular ese proceso con el paisaje de los dirigentes gremiales una vez más al frente de la protesta social.
Kicillof, sin embargo, no apuesta a un proceso de renovación con un formato más moderado dentro del peronismo como sucedió en los 80, cree que el kirchnerismo continúa vigente como la columna vertebral partidaria y que los estratos más bajos de la sociedad añoran los años de gobierno de Cristina Kirchner.
Continuar con la embestida
El Gobernador bonaerense habla a diario con los alcaldes peronistas del conurbano que le transmiten la pesadumbre por la caída de la actividad económica que se reflejará invariablemente en unos meses con una baja en la recaudación, a lo que se suma la menor coparticipación que devengará la provincia por el recorte del Gobierno nacional.
Kicillof sostiene que el mayor inconveniente estará radicado en el segundo semestre cuando pronostica que la situación económica entrará en un proceso recesivo de consecuencias impredecibles.
En este tiempo, el mandatario continuará apañando la protesta social contra el Gobierno nacional mediante una profundización de las mesas sectoriales, exigiendo un mayor compromiso de los alcaldes para aparear a todos los sectores perjudicados de la sociedad que sufren las consecuencias del ajuste mileísta.
En rigor, en la gobernación bonaerense creen que no es tiempo de medias tintas y que la confrontación a las políticas que esboza el Gobierno nacional debe ser sostenidas: “Hoy Axel y los dirigentes sindicales son quienes representan la punta de lanza del peronismo mientras el resto está bastante callado, incluidas las autoridades partidarias”, dispara a PDS otro diputado peronista del interior bonaerense.
Hoy el principal objetivo en calle 6 pasa por apelar a la territorialidad de los intendentes para atender la demanda social, especialmente en el conurbano bonaerense, y darle visibilidad a las problemáticas que enfrentan las pymes y los sectores productivos.