Por: Federico Cedarri

El PRO atraviesa un momento de desconcierto disparado por el impacto devenido luego de quedar en el último escalón del podio en las elecciones generales de 2023.

En rigor, los alcaldes amarillos que ejercen un fuerte poder territorial buscan ser los artífices de la reconstrucción amarilla en la provincia de Bueno Aires.

El PRO esta hurgando una nueva identidad, siente que la irrupción de Javier Milei le ultrajó las banderas del cambio y hoy aparece con un sesgo partidario que queda a mitad de camino entre los que propenden apoyo a los principales ejes del libertario y quienes insisten en mantener cierta equidistancia para no quedar pegados si al Presidente eventualmente no le fuera del todo bien.

En la provincia de Buenos Aires el espacio amarillo está disgregado en dos sectores, los que tiene el mayor poder político por manejar distritos populosos, como el alcalde de Tres de Febrero Diego Valenzuela, que además tiene el plus de ser amigo del presidente Milei; el marplatense Guillermo Montenegro; la alcaldesa de Vicente López y alfil de Jorge Macri, Soledad Martínez y el sanisidrense Ramón Lanús que destronó al clan Posse.

El otro sector más minoritario pero con ímpetus de exigir una revisión de lo actuado en el espacio lo componen los hermanos Passaglia, Santiago y Manuel, además del juninense Pablo Petrecca y el pergaminense Javier Martínez.

En el rastreo del nuevo horizonte amarillo vuelve a tallar la figura del ex presidente Mauricio Macri, los jefes territoriales lo respetan y sienten que hoy es el líder natural del PRO aunque creen que su influencia debe menguar por lo que intentan solapadamente despegarse de su égida.

Los jefes territoriales ven con buenos ojos mantenerse alineados cerca del radicalismo para robustecer su posición de fuerza y negociación frente al gobierno de Axel Kicillof.

Si bien hay algunos alcaldes que el off se quejan de ciertas posturas blandas de sus ex socios correligionarios para con el oficialismo bonaerense entienden que la necesidad tiene cara de hereje y la única manera de cobrar los montos que le adeuda la provincia en concepto de certificados de obra, IPS y IOMA es apareándose con los boina blanca.

No gustó en el grupo de Los Cuatro, Ramón, Valenzuela, Montenegro y Martínez la intromisión de Mauricio Macri en las negociaciones por la Ley Impositiva y el endeudamiento, creen que finalmente terminó perjudicando su suerte ya que en un principio habían acordado que se les destinara mayor flujo de dinero a  los distritos más poblados para obras pero se terminó invirtiendo la ecuación a favor de los municipios chicos que maneja el radicalismo: “Los intendentes radicales se cortaron solos cuando apareció en escena Macri, negociaron directamente con Kicillof y sacaron mayor tajada, es por eso que de ahora en más tenemos que tener autonomía de Mauricio y seguir jugando en tándem con la UCR”, afirma a PDS mascullando bronca aún un legislador amarillo ligado a los alcaldes.

El espacio de Los Cuatro mantiene la conducción del PRO bonaerense a través de la senadora Daniela Reich, esposa de Valenzuela, aunque los alcaldes del interior profundo reclaman un introspectivo debate que no solo reconfigure nuevos liderazgos sino que provean al partido de una identidad concreta: “Hoy no sabemos lo que somos ni a quién representamos”, se sincera ante este portal un diputado provincial del interior.

Los jefes comunales enrolados por fuera de los principales distritos que maneja el PRO se referencian en los hermanos Passaglia que manejan alternándose hace años la intendencia de San Nicolás y persiguen encaramar el cambio dentro del espacio amarillo.

Del viejo larretismo no quedan ni vestigios, su propio candidato a gobernador Diego Santilli está jugando en sintonía fina con el bullrismo y apoya a rajatabla la Ley ómnibus de Javier Milei, al igual que la ex gobernadora María Eugenia Vidal: “Hoy el PRO en la provincia es de los intendentes”, desliza una fuente parlamentaria que supo trabajar para el ex jefe de gobierno porteño.

Macri expectante

No obstante estos posicionamientos rebeldes de los alcaldes amarillos, Mauricio Macri mantiene contactos asiduos con todos los jefes comunales y busca que el nuevo diseño  partidario en la provincia no esté exento de su sello.

El ex presidente avalaría que se discuta una nueva mesa de conducción y no vería con malos ojos darle aire a los alcaldes del interior sin desdeñar el poder  territorial del marplatense Guillermo Montenegro y del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela.

En el escenario amarillo también cuenta un ritondismo alineado con Macri que maneja un puñado de legisladores en el parlamento bonaerense, ejercerá de hecho en el próximo período ordinario la conducción del bloque de diputados con el zaratense Matías Ranzini, y no quiere perder pisada en el armado provincial.

Los alcaldes amarillos pretenden continuar la alianza electoral con el radicalismo aunque tanto Macri como un sector del ritondismo estarían más propensos a hilvanar una coalición de centro derecha con la Libertad Avanza hacia al 2025 y alejarse de la UCR: “ Hoy yo no veo esa posibilidad, continuaremos trabajando con los radicales porque con ellos nos hacemos fuerte para reclamar ante Kicillof y el gobierno nacional del que no formamos parte”, deja claro un alfil legislativo ligado al poder territorial amarillo.