Por: Federico Cedarri

Las grietas que despuntan entre los distintos espacios que conformaban Juntos por el Cambio también se extienden en el terreno de la Legislatura provincial hacia dentro del PRO.

Quedó de manifiesto hace pocos días durante las negociaciones por el endeudamiento y la Ley Fiscal que dispuso aumentos promedios con topes del 200%.

En rigor, durante aquellas jornadas frenéticas reapareció nuevamente Mauricio Macri que ya había sido un actor clave para desairar el tratamiento del primer endeudamiento que propiciaba el gobernador Axel Kicillof allá por el comienzo de diciembre y que ascendía al módico número de 150 millones de dólares.

En esta ocasión Macri no se opuso terminantemente al endeudamiento ya que una parte del mismo será destinado a cancelar vencimientos de deuda tomada por la administración de María Eugenia Vidal, pero sí puso el grito en el cielo cuando se enteró de la suba de los topes de la Ley Fiscal del 300% que disponía el proyecto original enviado por Kicillof.

Macri llamó a legisladores que le responden, en especial a los sin tierra y ritondistas ex vidalistas como el diputado Matías Ranzzini, que ejercerá a partir del 10 de diciembre de 2024 la presidencia del bloque en la Cámara Baja, para pedirles que impulsen sin más una rebaja urgente de los topes.

Trascendió que los legisladores amarillos que responden a los intendentes no estaban de acuerdo con el pedido de Macri y eventualmente no veían con malos ojos los aumentos debido a que esos recursos indefectiblemente luego se coparticiparían a los municipios: “Los intendentes tienen que gestionar y Mauricio parece que quiere detonar todo”, explica a PDS una fuente parlamentaria amarilla con ligazón a un importante intendente.

Estos legisladores accedieron complementariamente a un informe de uno de sus economistas, que también fue funcionario durante el macrismo, que les advertía que la suba del 300% estaba paralelamente asociada a la inflación que se pronosticaba durante el 2024 y también el trabajo deslizaba que incluso aquel tope podría quedarse en el camino de un crecimiento mayor del costo de vida.

No obstante, Kicillof cedió en la baja del tope hasta el 200% pero se guardó un bala de plata: la inclusión en la normativa de una clausula de actualización de los valores de los montos por inflación a partir del cobro de la segunda cuota.

Es por esta cuestión de imprevisibilidad inflacionaria que el Gobernador no cobrará este año la cuota anual de ninguno de los tributos provinciales.

Implosión entre los ex socios políticos

Mauricio Macri amenaza con convertirse en un implacable contralor de la administración de Axel Kicillof, pero su constante intromisión en las lides bonaerenses contribuye a aumentar la tensión con el radicalismo.

Los alcaldes centenarios están a un tris de avanzar hacia la caducidad del diluido vínculo político que todavía existe entre las dos fuerzas y que parece ser una cuestión de conveniencia mutua para no perder espacios de poder parlamentario.

De hecho, habría existido un pico de tensión extrema durante las discusiones entre los intendentes opositores a la hora de discutir la repartija de los 35 mil millones de pesos que le corresponderán a los distritos amarillos y radicales del total de los 116 mil millones que conforman el flamante Fondo para Obras.

Los intendentes del PRO de los distritos más poblados habían llegado en primera instancia a un acuerdo preliminar para que la mayoría de esos 35 mil millones se distribuyeran en Tres de Febrero, Vicente López, San Miguel, San Isidro y Mar del Plata.

Pero el radicalismo apeló a la buena onda con el oficialismo provincial y presionó fuertemente para cambiar las pautas del CUD (Coeficiente Unico de Distribución) con el resultante de que terminaron viéndose favorecidos los pequeños distritos que en su mayoría maneja el partido centenario.

Esta situación suma un nuevo condimento a la tensión insoportable que pavimenta el camino hacia una ruptura que parece inevitable.

“Nosotros no estamos dispuestos a ser comparsa del PRO, tampoco de los caprichos del ex presidente Macri, queremos discutir sanamente y como oposición constructiva con el gobierno provincial”, aclara un legislador correligionario a este portal.

Los centenarios fueron los encargados de avanzar en la divisoria de agua con sus hasta entonces socios políticos disgustados por la contribución amarilla al fracaso del primer endeudamiento que pidió el oficialismo: “Somos opositores a Kicillof y al gobierno de Milei, que no quede un atisbo de duda de eso”, ratifican los boina blanca.