Provincia | 19 dic 2023
Nuevo escenario
Rebeldía en el peronismo bonaerense contra Máximo
Algunos alcaldes kicillofistas comienzan a corporizar la posibilidad de plantar un candidato para quedarse con la jefatura partidaria si se adelantasen los tiempos y Kirchner precipita su salida. Se impone el criterio de la nueva melodía en el peronismo que sugirió el Gobernador en campaña.
Por: Federico Cedarri
La victoria rotunda de Axel Kicillof el 22 de octubre que desembocó en su reelección reposicionó el juego político dentro del peronismo bonaerense.
La influencia del sector de los alcaldes que operaba en tándem con el titular del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, tuvo una considerable influencia en lo que tuvo que ver con el cierre de listas provincial, los camporistas y aliados coparon en un porcentaje importante los casilleros para los aspirantes a la Legislatura bonaerense.
De hecho, el mandatario bonaerense no tuvo legisladores propios en el Parlamento durante los primeros cuatro años, una debilidad intrínseca que no fue subsanada cuando se acordaron las papeletas de Unión por la Patria que nuevamente fueron monopolizadas por la territorialidad peronista y el camporismo con la venia de Cristina Kirchner.
Si bien Kicillof dejó trascender que será poca la injerencia que tendrá en el órgano partidario provincial durante 2024 y que tampoco tiene aspiraciones de encabezar el partido cuando termine el mandato de Kirchner en 2025, ha convocado en rededor suyo a un grupo de intendentes que coinciden con el Gobernador en sus reparos hacia el actual conductor peronista.
En rigor, el mandatario provincial orejea como despunta el panorama dentro del PJ nacional y perseguirá erigirse luego de las elecciones de medio término como una alternativa consolidada para pelear por la presidencia en el 2027.
En la gobernación bonaerense se entusiasman con los resultados de algunos focus group que lo visibilizan a Kicillof como el contrapunto político de Javier Milei, un posicionamiento que agrada de sobremanera al Gobernador ya le presenta un escenario confortable donde se siente cómodo ejerciendo el rol de opositor.
La novedad principal en el peronismo bonaerense la representa el hecho de que el grupo de intendentes ligados al kicillofismo entre los que cobra relevancia la Mesa de Ensenada con el alcalde de aquel lugar Mario Secco como socio fundador y que se compone además del matancero Fernando Espinoza y el avellanedense Jorge Ferraresi entre otros importantes dirigentes, comienzan a esbozar la chance de plantar un candidato propio para pelear por la conducción del peronismo provincial.
En tanto, el titular del PJ bonaerense llamaría a un cónclave en enero en la Costa Atlántica corriendo el riesgo de exponer las diferencias cada vez más ostentosas de algunos líderes comunales con el actual jefe del órgano partidario.
No obstante, desde la gobernación bonaerense le bajan el precio a un adelantamiento electoral dentro del peronismo provincial para elegir autoridades en el 2024.
Pero hay algunos acontecimientos que podrían desencadenar un aceleramiento de los tiempos, la Corte Suprema bonaerense tiene entre sus asuntos a resolver una demanda planteada por el jefe comunal de Esteban Echeverría, Fernando Gray, que pide el cese de las funciones partidarias de Kirchner por improcedencia en el método de elección del hijo de la ex presidenta.
En marzo del 2021, y valiéndose del peso de los alcaldes del conurbano ligados a Martín Insaurralde, Máximo Kirchner consiguió los votos en el congreso partidario para hacerse elegir gambeteando elecciones internas y acotando el mandato de Gray.
Esa jugada nunca la perdonó el intendente de Esteban Echevarría que se convirtió en un fatigoso opositor al jefe de La Cámpora.
Candidato en ciernes
Si la Corte Suprema diese el visto bueno al pedido de Gray podría involuntariamente convertirse en un guiño predestinado a los jefes comunales enrolados dentro del incipiente kicillofismo.
Ni lerdos ni perezosos ese conciliábulo de dirigentes comienza a borronear cuartillas y acomoda el rompecabezas de nombres potables para posicionar como posibles candidatos a la jefatura partidaria, en caso de presentarse un escenario de precipitación de la salida de Kirchner.
El nombre de Jorge Ferraresi despierta entusiasmo en sus pares del conurbano y también en el conglomerado de alcaldes del interior enfrentados con Máximo.
Si bien Kirchner dejó en claro que la pólvora de su poder no está mojada y demostró su cintura política en las negociaciones de autoridades dentro de la Cámara de Diputados provincial, si debiese concurrir a elecciones para revalidar sus credenciales partidarias solo tendría en los aprontes el apoyo sostenido de La Cámpora al haber quedado huérfano de la estructura que lo solventaba con Martín Insaurralde a la cabeza.
“Máximo es hábil para la rosca por eso hizo pata ancha en Diputados pero si tiene que ir a una elección pierde 70 a 30 ya que los intendentes están cansados también de Cristina que se borró de la campaña en la provincia”, sintetiza a PDS el estado de ánimo en el justicialismo un legislador provincial ligado a un intendente del interior.
El escenario de desobediencia para con Máximo y Cristina Kirchner es inédito dentro del peronismo provincial que en los últimos 20 años se ha mantenido a raya con los designios de la ex presidenta.
La composición de una nueva melodía que sugirió Kicillof en la campaña cosechó aliados que quieren avanzar en una renovación del peronismo con actores que propicien la incorporación de sectores medios que podrían verse defraudados por el ajuste encarado por Javier Milei.
“El peronismo debe abrir más los brazos, no podemos seguir bajo la lógica de lo que disponga Cristina que se ha equivocado mucho el último tiempo, pero también tenemos que generar una renovación dirigencial acorde y Axel la puede encabezar”, analiza otro actor parlamentario ante este portal.