Por: Federico Cedarri

La Legislatura bonaerense encara un álgido fin de año cargado de tensión donde se espera por el ingreso de proyectos trascendentales: la Ley Impositiva y la insistencia por autorización de endeudamiento

El Presupuesto podría quedar rezagado y recién tratarse en los primeros meses del 2024 o en su defecto apelar a un prorroga del ejercicio del presente año que se actualiza con un porcentaje de aumento cercano al 20%

La posibilidad más sustentable por estas horas indica que es factible que la Legislatura sesione la semana entrante para busca aprobar dos propuestas que el Gobernador enviará en las próximas horas: la extensión de las emergencias provinciales y la modificación de la Ley de Ministerios.

La prórroga de las emergencias estaba primariamente contenida dentro del proyecto fallido de endeudamiento por 150 millones de dólares que el Gobernador vio naufragar por la las diferencias existentes dentro de lo que era la bancada de Juntos por el Cambio, de hecho tales desavenencias precipitaron la fractura en los hechos de la alianza opositora.

La reforma  a la Ley de Ministerios blanqueará formalmente lo que ya es una realidad consistente desde antes de las lecciones de octubre, la disolución de la Jefatura de Gabinete que el mandatario optó por disolver luego del Insuarralde Gate .

Las funciones que ostentaba aquel ente serán absorbidas por otras carteras, aunque las principales funciones quedarán para el nuevo súper Ministerio de Gobierno que comandará la principal espada de Kicillof, Carlos Bianco.

En ambas Cámaras Legislativa admitieron a PDS que existe la posibilidad de efectuar sesiones espejo para darle el visto bueno a  estas dos iniciativas, aunque la prórroga de las emergencias hace ruido en los distintos bloques de la oposición: “Vivimos en emergencia y no puede ser”, chicanea un legislador centenario ante este portal.

En el oficialismo son optimistas de que el próximo miércoles 20  de diciembre o en su defecto el jueves 21 podrían tener aprobadas las dos propuestas en cuestión que facilitan administrativamente la reasignación de partidas de acuerdo a las prioridades de las distintas áreas en emergencia.

Presupuesto en ascuas y aceleración por Ley Impositiva

El Gobierno bonaerense ya descuenta que será compleja la presentación del Presupuesto 2024 antes de la finalización del presente año.

La falta de precisiones técnicas sobre la cantidad de recursos que finalmente llegarán a la provincia no permite aún la confección de la ley de leyes: “No sabemos bien cuanto serán los fondos que nos enviarán y desde Nación aún no hay demasiados detalles”, justifica ante PDS un legislador peronista.

En círculos cercanos al Palacio de Gobierno apuntan que la importancia de la aprobación del Presupuesto antes de fin de año es relativa y que podría manejarse la chance de prorrogar el 2023, como también podría hacerlo Javier Milei en Nación, o presentarlo en los primeros meses del año entrante.

En rigor, la necesidad de financiamiento es lo que embarga de preocupación las huestes del Gobernador bonaerense, ya avisó Carlos Bianco que de sufrir un drástico recorte en los giros la provincia no descarta la emisión de una moneda bonaerense.

De tener lugar una disposición de este tipo, fuentes oficialistas descartan que sea un reedición de los patacones: “Aquellos fueron bonos y esto sería una moneda de curso legal con sustento”, aclaran.

No obstante, persisten las dudas en el Ejecutivo y ya están avizorando que los próximos meses serán de emergencia por lo que también se espera que desembarque en la Legislatura antes de fin de año con carácter de urgencia dos leyes claves para aprovisionarse de fondos frescos.

Insistir con la autorización de endeudamiento, aunque el monto no está establecido podría ser levemente superior a los 150 millones de dólares que establecía el primer intento fallido.

Desde la gobernación bonaerense aclaran que será en el mercado local y en pesos al valor del dólar de mercado.

La otra herramienta imprescindible que el Gobernador desea tener aprobada la última semana de diciembre, allá por el 27 o 28, es la Ley Impositiva que le permita comenzara  a partir de enero a recaudar con nuevos valores los impuestos inmobiliario rural y urbano, patente e ingresos brutos.

Se espera que se actualicen las alícuotas y se apunte a una progresividad en el cobro, dirigiendo los cañones hacia las importantes extensiones rurales,  barrios cerrados, autos de alta gama y  grandes superficies comerciales.

Kicillof deberá tejer irremediablemente alianzas en la Legislatura ya que para aprobar tanto endeudamiento como Ley Impositiva necesitará del concurso de los dos tercios de ambas Cámaras, por lo que la insinuante alianza en el Parlamento del oficialismo con el radicalismo abadista no le alcanzaría en principio y deberá explorar apoyo de parte de los legisladores amarillos ligados a los intendentes o bien de los libertarios que se despedazan en 4 bloques en Diputados y 3 en el Senado.

Desde la gobernación si bien encuentra algún alivio por la diáspora opositora la escasez de interlocutores válidos podría complicar las negociaciones como ocurrió con el traspié sufrido en el primer intento de endeudamiento que devino en la fractura de Juntos por el Cambio.