domingo 01 de diciembre de 2024 - Edición Nº2188

Provincia | 24 nov 2023

KICILLOF ENTRE EL PRAGMATISMO Y LA CÁMPORA

Cómo se rearma el peronismo bonaerense ante una LLA intervenida por el PRO

Quiénes se van del gabinete. Cómo será la relación del gobernador con Nación. Este lunes reunión con intendentes. Qué actitud política tomarán los intendentes peronistas. Qué pasa con los fondos provinciales. Qué clase de oposición efectuarán y a partir de cuándo. En febrero en Santa Teresita, el PJ tendrá novedades.


Por: Ricardo Carossino

El peronismo en estos momentos está asimilando el golpe de la derrota, a pesar de que sabían lo difícil que sería ganar con un candidato como Sergio Massa, que era un ministro de Economía incapaz de controlar la inflación.

De todos modos, se pensó con una buena diferencia en la Provincia de Buenos Aires la paridad podía alimentar la esperanza de un milagro, que al fin no llegó por varias razones. La primera fue que la CGT no tiene ya la representación necesaria para guiar a los trabajadores que en manada se inclinaron por Javier Milei.

En este sentido, poniendo en su justo lugar los apoyos, hasta la tan odiada Cámpora habría aportado más que el movimiento obrero desorganizado. Milei no ganó en el territorio bonaerense, pero estuvo muy cerca de lograrlo.

De alguna manera, esa derrota catapulta al gobernador Axel Kicillof a un sitial de privilegio político que, de todos modos, aún no usará. Como confesaron a PDSUR fuentes mismas de la gobernación, Kicillof ahora está más preocupado por la coparticipación y la obra pública que por liderar la renovación peronista.

Kicillof, retomó de manera inmediata la actividad esta semana que pasó y recibió a los intendentes que podrían formar parte del futuro gabinete bonaerense: Mayra Mendoza, Quilmes; y Jorge Ferraresi, de Avellaneda, en un encuentro al que también fue convocado Alejandro Granados, de Ezeiza. La reunión a puertas cerradas fue el puntapié inicial para delinear los nombres del nuevo gabinete que lo acompañará en su segundo mandato (2023-2027).

De cara a la presidencia de Milei, el circuito bonaerese se prepara para ser el núcleo opositor más fuerte en todo el país, y por eso, organizó una cumbre para mañana lunes con los intendentes bonaerenses para analizar cómo seguir.

La tranquilidad política, (no la económica) radica en que el conurbano es peronista y que aún los intendentes del interior donde ganó El PRO Avanza, dependen de la gestión de su gobernador si es que el presidente electo se ensaña de manera obsesiva con lograr superávit fiscal a través del ajuste cruel.

Por el momento, dos razones estarían indicando que Kicillof tendía las ventajas para liderar el proceso que viene: La Cámpora, dedo índice de Cristina Fernández empieza a desdibujarse a pesar de que ganó 12 o 13 intendencias. La renovación es inevitable frente a las derrotas.

El saliente ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, consideró terminado el liderazgo de Cristina Fernández de Kirchner en el peronismo, el cual ubicó en “la prehistoria” y añadió que “ahora hay que buscar cómo se encuentran nuevas figuras que tengan la vocación de llevar adelante las banderas del peronismo”.

Darío Diaz Perez, ex intendente de Lanús y presidente de IOSFA, analizó en diálogo con PDSur la victoria de Javier Milei y aseveró que “el primer problema que tenemos es de conducción y no lo digo por Alberto Fernández sino que también por Cristina Fernández de Kirchner porque no se han puesto de acuerdo, tuvieron diferencias que se hicieron públicas y a cualquier militante eso le duele muchísimo”.

La otra voz que salió a marcar la cancha y plantear renovaciones fue el intendente de Ensenada, Mario Secco, quien adelantó que “Kicillof tiene que conducir la oposición (peronista)” y apuntó a Alberto Fernández y Cristina Kirchner por la derrota: “Todos somos responsables”, reconoció.

Las fuentes consultadas de la gobernación por este medio apuntaron en ese sentido: “Axel tendría que asumir la presidencia bonaerense del PJ porque es algo que se cae de maduro, pero creo que ahora no hay tanto apuro para eso”.

Según explicó el secretario de unos de los ministros bonaerenses, primero habría un cambio de gabinete, un reordenamiento de la planta política, sobre luego de la mancha que dejó el caso de Martín Insaurralde.

“Primero Axel se tiene que hacer fuerte en su gobierno, tener un gabinete propio y eficaz. Después tiene que equilibrar sus finanzas. Tiene que tener la mejor relación que pueda con intendentes opositores que podría llegar a quedar desamparados por el gobierno nacional, después tiene que reforzar los vínculos con sus propios jefes comunales del conurbano, luego resolver la interna con La Cámpora y recién después, ver cuáles serán las consecuencias de las primeras medidas de Milei, hacerse posicionarse como el líder peronista opositor”, explicó este secretario ministerial a PDSur.

Como se ve hay mucho camino por recorrer. Fue también Aníbal Fernández que despegó al presidente Alberto Fernández como responsable de la derrota electoral por su ausencia en la campaña, y abrió el paraguas al afirmar “hay que ser solidarios”, con el nuevo gobierno del libertario Javier Milei.

La fuente ministerial consultada por este diario web dijo que los gobernadores peronistas tampoco se van a plantar desde un lugar furiosamente opositor y que van a plantear que lo que redunde en beneficio de las provincias en el Senado lo van a apoyar, pero que, si recortan demasiado, no solo saldrán a oponerse sino que hasta podrían a apostar a las cuasimonedas.

El peronismo no quiere tener el mote de “golpista”. Una de las declaraciones más apuntadas a este tipo de interpretaciones que ya fue tildada con este adjetivo, fue la de uno de los referentes más identificados con el kirchnerismo, como es el padre Paco Olveira de la Isla Maciel.

El cura que pidió “coherencia” a quienes votaron Milei y que no vayan a su comedor, fue más allá y alertó de manera tajante quizás como una expresión de deseo: “No creo que este gobierno (de Milei) dure cuatro años”. Pasto para las fieras de los medios del muevo oficialismo y los de Corea del Centro.

De acuerdo a lo explicado por la fuente ministerial de la Provincia, ahora se va a esperar hasta el encuentro de febrero en Santa Teresita “donde podría haber muchísimas novedades”, de acuerdo a lo manifestado por este dirigente, “de lo que más se está hablando y mucho es de los cambios dentro del PJ nacional y el provincial, ahí es dónde hay que estar más atento”.

“Ahora todos en el peronismo sostienen que es hora de agazaparse porque la gente no los apoyó y dar dos pasos para atrás y uno para adelante, pero con mucho tacto. Y con respecto de la presidencia Cámara Baja, Kicillof mandó a pedir la lista de los legisladores que reemplazaran a quienes se van como intendentes, y que por ahora no se tiene claro quién va a presidir”.

En cuando a los intendentes peronistas, comentaron que “tendrá por varios meses el perfil más bajo que puedan y si hacen algún reclamo va a esperar a ver si Milei les paralizó las obras, pero con mucho cuidado porque la gente no acompañó al peronismo. Se van a esperar unos ocho meses como mínimo para ver qué pasa”. “mantendrán una relación responsable, profesional y profundamente institucional”. No quieren comenzar la relación con el nuevo presidente yendo al choque, pero igualmente Kicillof se mantiene en estado de alerta.

Igualmente, el problema político para el gobernador será la tensión interna con Máximo Kirchner, porque Kicillof no ignora que históricamente cuando la gestión nacional y la provincial son de distinto signo político suele haber complicaciones y en este sentido, Máximo Kirchner tienen una visión bastante más pesimista y diferente al pragmatismo del gobernador y anticipa que “no será buena” la relación con Milei.

El problema central es si La Cámpora con una buena porción de legisladores provinciales e intendentes van a acompañar el pragmatismo de Kicillof o se comportarán como lo hicieron con Alberto Fernández, en donde las tensiones hicieron implosionar al Frente de Todos a partir del acuerdo con el FMI.

Kicillof se manejó hasta ahora dentro de la relación netamente institucional. Felicitó al presidente electo en las redes sociales y le pidió "respetar la Constitución". Y es que a pesar de las diferencias y del triunfo holgado que logró el gobernador para ir por su segundo mandato, Milei también mostró tener peso político en el distrito más grande del país al conseguir en el balotaje más de 4 millones de votos con victorias en la mayoría de los distritos, salvo los de la Tercera Sección, corazón del conurbano.

Ante la incertidumbre, el gobernador buscó esta semana asegurarse los fondos de la Nación en un encuentro con Massa, quien le prometió apurar la cancelación de la deuda con la Provincia. Los mandatarios municipales también están inquietos por el flujo de dinero que esperan adquirir del futuro gobierno. Varios intendentes expresaron su preocupación por la continuidad de las obras de urbanización, cloacas y servicios en general.

Por lo que revelaron a PDSur, respecto del gabinete bonaerense hay varios que confirmaron que dejarán sus puestos. El titular de Seguridad, Sergio Berni, anticipó que no continuará y asumirá como senador bonaerense. Este cartera podría quedar para Alejandro Granados. Massa por su parte intentará conservar a Jorge Donofrio en Transporte.

Otro es el ministro de Justicia, Julio Alak, quien asumirá como intendente de la ciudad de La Plata al igual que Leonardo Nardini de Infraestructura, que gobernará el municipio de Malvinas Argentinas, que sería reemplazado por Jorge Ferraresi. Allí podría entrar el actual ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis. El ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, también dejará una vacante para asumir como concejal de Moreno.

La tarea más urgente es reformular su gabinete. En este armado tendrá una primera oportunidad de dar una muestra de contención a las diferentes facciones de Unión por la Patria y cobijar a los militantes que quedaron huérfanos. El mandatario provincial afronta una presión extrema: dispone tan solo de una decena de cargos ejecutivos para conformar a todos los que trabajaron por la alianza del gobierno. Intendentes, militantes de La Cámpora, renovadores y exfuncionarios nacionales y sindicatos amigos del poder pujan por tener representación en esta provincia.

 

 

 

 

 

 

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