

Por: Federico Cedarri
El clima político imperante dentro de los resabios de Juntos por el Cambio no es de confort, todavía perdura la bronca en sectores larretistas y radicales por la jugada inconsulta del ex presidente Mauricio Macri de sellar un pacto con Javier Milei.
En rigor, en la provincia de Buenos Aires los intendentes amarillos del PRO buscan cerrar una postura unívoca de imparcialidad ante el ballotage con la intención de preservar aunque más nos sea hasta el 10 de diciembre la unidad de la coalición opositora en la Legislatura bonaerense.
Como anticipó este portal, la intención hacia el interior de los bloques parlamentarios de la provincia de Buenos Aires es no romper la alianza que podría devenir en una reconfiguración que inclusive avanzaría en un cambio de nombre para la coalición: “Nosotros creemos que en la provincia podemos preservar la unidad porque lo que ha pasado está repercutiendo más fuerte en el Congreso Nacional que aquí”, explica a PDS un legislador amarillo que jugó con el larretismo.
Más allá de esta presunción optimista, el resultado del ballotage terminará de cincelar el nuevo escenario en la provincia, si Sergio Massa gana la segunda vuelta es hartamente probable que el PRO y la UCR vuelvan a jugar en yunta para convertirse en interlocutores privilegiados del gobierno de Axel Kicillof.
También entienden que la Libertad Avanza se diluirá y muchos legisladores con raigambre peronista que poblaron sus listas es posible que se fusione con los representantes de Unión por la Patria: “Ahí volveremos a ser lo que nunca tuvimos que dejar de ser”, suelta con nostalgia otro legislador amarillo ante este portal.
La mayoría de los legisladores del PRO que conformarán las bancadas cambiemistas en la Legislatura responden a los intendentes, a los que se agregan un puñado de residuales vidalistas que no despertarán objeciones para la unidad: el sanfernandense Alex Campbell que ingresa como senador este vez por la Sexta Sección y la diputada marplatense Johanna Panebianco que también detenta buen vínculo con el alcalde de La Feliz, Guillermo Montenegro.
El nuevo polo de poder que emerge en el PRO es comandado por los intendentes victoriosos en octubre como el sannicoleño Santiago Passaglia, el juninense Pablo Petrecca y el pergaminense Javier Martínez, todos ellos con relaciones sui generis con el macrismo aunque por ahora han sentado la postura de la prescindencia.
No obstante, más allá de los formalismos es factible que el atual alcalde de San Nicolás Manuel Passaglia que jugó furiosamente con Bullrich cuide los votos del libertario como una última contribución a la causa.
Lo de Martínez y Petrecca es más ambiguo porque si bien fueron en su momento macristas de paladar negro en la PASO al pergaminense se lo vio más cómodo cerca de Larreta y el juninense ganó músculo político con una postura más equidistante.
En lo que tiene que ver con el conurbano norte la alcaldesa de Vicente López, Soledad Martínez, no ha emitido pronunciamiento respecto al ballotage pero es un discípula de Jorge Macri por lo que se espera de mínima algún tipo de cobertura para la fiscalización de Milei: “Muchos intendentes declaran que son prescindentes pero por abajo van a fiscalizarle a Milei”, disparó ante PDS una fuente amarilla al tanto de la movida.
En San Miguel pese a la neutralidad que esgrime el recientemente electo Jaime Méndez su jefe político Joaquín de la Torre no oculta sus preferencias por Javier Milei.
El senador provincial empujó desde el 2022 la posibilidad de sumar a Milei a la interna de Juntos por el Cambio en sintonía con Macri.
De hecho, el electo primer concejal y hermano de Joaquín, Pablo de la Torre, se pronunció sin ambages a favor del libertario con el argumento delimitado de darle coto al kirchnerismo.
El alcalde de Tres de Febrero Diego Valenzuela, que fue unos de los jefes larretistas en la provincia, por ahora ha omitido pronunciarse y fuentes cercanas a la intendencia sugieren que podría efectuar algún tipo de predilección en los días previos a la segunda vuelta: “Aunque lo más factible es que se mantenga neutral”, avisan.
Los jefes comunales centenarios hasta el momento se han mantenido inalterables ante la seducción practicada por el gobernador Axel Kicillof.
Solamente el puaénse Facundo Castelli ha pedido públicamente el voto para Sergio Massa y se entusiasma con la convocatoria a la unidad nacional del candidato oficialista.
En rigor, Maximiliano Abad que comanda el Comité Provincia fue electo senador nacional por la minoría y jugó con el bullrismo, sin embargo se despegó de la jugada de la Piba y bajó línea a su tropa para que eviten un pronunciamiento hacia ninguno de los dos candidatos en línea con los dispuesto por los popes nacionales: “Lo de Facundo fue a título personal pero el radicalismo fue votado para ser oposición a Massa o a Milei y en la provincia seguiremos marcando las diferencias con Kicillof y ejerceremos con responsabilidad la gobernabilidad”, sintetiza la postura correligionaria ante PDS un legislador provincial boina blanca.