El centro cultural La Casa Fuentealba de Llavallol inició una colecta con el objetivo de reunir dos millones de pesos para poder mudarse y continuar en funcionamiento ya que su sede quedó en estado de peligro de derrumbe afectada por la demolición de un edificio lindero.

“Hace 11 años veníamos alquilando en el mismo lugar, que es una esquina muy conocida, emblemática” de la zona, señaló Emilia, integrante de la organización, en conversación con Política del Sur.

Explicó que el centro lindaba con un antiguo hotel de aproximadamente 100 años, que sufrió un derrumbe y debió realizarse una demolición, ya que había quedado en un estado “peligroso”.

“Se llevó adelante la demolición pero la iniciaron en malas condiciones, no tomaron los recaudos necesarios para tremenda tarea y nos rompieron un montón nuestro espacio. Nos hicieron un agujero y nos dejaron en peligro de derrumbe a nosotres”, detalló.

Desde ese momento, no pudieron abrir las puertas del centro cultural e indicó que se encuentran hace un año “en conflicto con los dueños y la inmobiliaria para que hagan los arreglos necesarios que no quisieron hacer”. “Quisimos adelantar la renovación y no la quisieron llevar adelante, entonces, nos tenemos que mudar”, afirmó y sostuvo que, para ingresar a un alquiler, “piden en cualquier lugar más de dos millones de pesos”.

En este sentido, remarcó que, al ser una organización que funciona de forma autogestiva, “es muy difícil reunir ese dinero”, razón por la que buscan ayuda de todo aquel que desee colaborar.

 

 

 

 

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“Estamos convocando a una campaña financiera solidaria para cualquier persona que quiera aportar”, señaló. La ayuda puede ser de 100 pesos o más, por medio de la aplicación Cafecito, a la cual se puede ingresar a través del link https://cafecito.app/casacarlosfuentealba. 

Emilio contó que el centro cultural comunitario nació en el 2007 en la localidad de Temperley y lleva 11 años funcionando en Llavallol, donde brindan “propuestas populares”.

Entre ellas, los vecinos y vecinas pueden ser partícipes de talleres, obras de teatros, múltiples actividades artísticas, seminarios, varietés, huertas comunitarias y de la biblioteca popular “Hugo Montero”, abierta el año pasado.