Por: Pepe Tricanico

Remedios de Escalada es tierra de sonrisas, festejos y algarabía. El hincha de Talleres inundó el barrio con la tradicional camiseta albirroja que es la misma de siempre pero que ahora, con el tan ansiado ascenso a la Primera Nacional, infla el pecho más que nunca a cada pibe o piba del barrio. Y los futbolistas del plantel que dirige Martín Rolón no permanecen ajenos a este contexto inolvidable. 

"Siguen los festejos, es hermoso. Y algunos como yo todavía estamos cayendo. La vuelta del club al Nacional era algo que esperábamos todos, que se buscó durante años pero que este equipo con trabajo y con humildad lo pudo lograr", cuenta el capitán Fernando Enrique, uno de los más experimentados del plantel.

Enrique, de 38 años, es hijo del legendario "Negro" Enrique y ha sabido construir una excelente carrera más allá de su ilustre apellido."La familia siempre está: mi viejo estuvo viendo el partido como un hincha más". 

El ascenso con Talleres, sin duda, le pone un gran broche de oro a un incansable futbolista del ascenso. "Cuando vine acá la primera vez, en 2007, el club era otra cosa. Había muchos jugadores jóvenes y nos pedían que no nos fuéramos al descenso. Ahora el club es otro, cada año fue creciendo y por eso los hinchas nos pedían el ascenso", confesó. 

Para el "10" de Talleres el equipo es "un justo merecedor del ascenso". "Nosotros todo el año sabíamos que podíamos pelear el campeonato. Y en Clausura fuimos merecedores, logramos la solidez y el convencimiento para materializarlo. Rolón y Marrone son dos tipos bárbaros, los había tenido de compañeros y ahora como cuerpo técnico inculcaron un sentido de pertenencia tremendo", remarcó. 

¡Tenemos la formula del ascenso!

¡Talleres es Nacional, Talleres es de otra categoría!

¡Vamos Lautii! 🔥

📸 A.Cappelletti y O.Arias | Dpto. de Prensa C.A.Talleres#SoyTalleres ❤️ pic.twitter.com/BHNhXAlMdT

— Club Atlético Talleres (@ClubTalleresOk) October 29, 2023

Fernando recordó que "ahora la gente te pedía por favor ascender, porque al club le costó mucho todo desde la quiebra. No me podía ir de acá sin ascender". "Queríamos quedar en la historia grande del club. Este club es muy grande. Y con 38 años es uno de los logros que más disfruté en mi carrera", confesó. 

Ahora, Enrique se ilusiona con poder continuar en vistiendo la del albirrojo en el Nacional. "Hoy me siento para seguir jugando. Puedo dar más y estas últimas semanas me había costado por un desgarro en el gemelo. Nunca tuve lesiones en mi carrera. Me encantaría seguir por lo menos un año más", contó.