Por: Federico Cedarri

El gobernador bonaerense Axel Kicillof logró este domingo un triunfo rotundo que trasciende lo meramente electoral y lo comienza a posicionar irreversiblemente como un protagonista relevante en el tablero político que comenzará a dibujarse a partir del 10 de diciembre de 2023.

El mandatario provincial aprovechó su hora para ratificar sin ambages su pertenencia al kirchnerismo, con buen tino agradeció a la vicepresidenta Cristina Kirchner en el momento de la victoria diferenciándose de Sergio Massa que no hizo mención alguna en su alocución a la titular del Senado nacional ni al presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, en el esplendor de las mieles de la conquista en primera vuelta

El Gobernador mantiene una relación turbulenta con el titular de La Cámpora acentuada en los últimos meses a partir del pedido al mandatario de distintos referentes e intendentes para que tome el control del partido a nivel provincial luego de la caída en desgracia de Martín Insaurralde, otrora socio político de Máximo.

Kicillof prefiere no inmiscuirse por el momento en cuestiones partidarias, se mostró más propenso a pedirle a los legisladores inmediatez para que que activen el tratamiento de distintas propuestas enviadas por el Ejecutivo que considera imprescindibles como la ley de jubilaciones de los trabajadores del Banco Provincia que amenaza con desmadrar las finanzas de la entidad crediticia bonaerense sino se aborda con celeridad una solución.

La Corte Suprema bonaerense presiona con declarar la inconstitucionalidad de la actual ley votada en 2017 durante el gobierno de María Eugenia Vidal, por lo que solicitó en 2021 al Ejecutivo una respuesta perentoria que devino en el envío de un nuevo proyecto consensuado entre el Ejecutivo y el gremio La Bancaria.

La propuesta fue cajoneada por la oposición cerrada del ex presidente Mauricio Macri que mandó a su tropa bonaerense a oponerse al proyecto arguyendo que se trataban de jubilaciones rayanas con el privilegio.

En rigor, se propina un régimen de retorno al 82% móvil que la ley votada en 2017 había retraído hasta el 73%, además de garantizar a las mujeres volver a jubilarse a los 60 años.

Como contrapartida y para subsanar el déficit de la caja jubilatoria se promueve aumentar los aportes de los trabajadores activos y enjugarlos con recursos del tesoro provincial que se irán retirando paulatinamente a medida que el ente previsional se dote de financiamiento propio.

Kicillof explora la grieta subyacente entre los socios de la principal coalición opositora y aspira a conseguir el apoyo del radicalismo para poder avanzar con la aprobación del proyecto del Ejecutivo que le urge para satisfacer la manda de la Corte Suprema.

El Gobernador también exige que el Senado avance sin dilación con el tratamiento de los pliegos enviados por el gobierno provincial para la cobertura de vacantes en el Poder Judicial.

Además, avisó a los legisladores que prontamente enviará al Parlamento una propuesta que buscará dar señales de austeridad con la eliminación de la figura de la Jefatura de Gabinete cuyas funciones serán absorbidas paralelamente por otras carteras, para ese menester deberá modificarse la Ley de Ministerios.

Kicillof deberá lidiar en los primeros dos años de su nuevo período con una Legislatura hostil donde será imprescindible aunar consensos, ya que si bien ostentará la primera minoría en el Senado necesitará irremediablemente del concurso de Juntos por el Cambio o La Libertad Avanza para conseguir el quórum.

En la Cámara Baja es aún más fangoso el panorama ya que allí emparda los diputados con la principal coalición opositora y también deberá sumergirse en la negociación para el avance de las propuestas, aunque una posible división de Juntos por el Cambio podría contribuir a sumar apoyos correligionarios.

No obstante, el mandatario provincial concentrará los próximos días en trabajar para el triunfo de Sergio Massa en el ballotage del 19 de noviembre: “Es clave ganar la segunda vuelta ya que la provincia necesita de un gobierno nacional alineado que nos apoye en el desarrollo de las fuerzas productivas”, repiten.

Oxígeno a la gestión y mayor participación a La Cámpora en el gabinete

Descuentan cerca del gobernador Axel Kicillof que se avecina luego del 10 de diciembre un período de reestructuración del gabinete donde habrá de ser necesario un recambio ministerial producto de que algunos funcionarios asumirán cargos ejecutivos y otros fueron electos como legisladores.

Deberá encontrar reemplazo para Leonado Nardini que abandonará el Ministerio de Infraestructura para asumir la intendencia de Malvinas Argentinas; y posiblemente para el titular de Justicia, Julio Alak, embretado aún en una discusión con Julio Garro por la intendencia de La Plata que será zanjada en el recuento definitivo.

Habrá que ver qué decisión toma Kicillof con los funcionarios votados para la Legislatura, tanto Sergio Berni como Florencia Saintout fueron electos para el Senado.

Podrían optar por pedir licencia parlamentaria y continuar en sus cargos, Berni en Seguridad y Saintout en Cultura, si es que el gobernador se los pidiese.

Igual suerte podría correr el titular de Trabajo, Walter Correa, que fue electo como concejal en el partido de Moreno.

Lo concreto es que el mandatario bonaerense cavila reorganizar el gabinete pero con límites: seguirá predominando el kirchnerismo y se buscaría abrir el juego hacia sectores de La Cámpora como exigió en su momento Máximo Kirchner, además de preservar la alianza con alcaldes del conurbano que seguramente acercarán un nombre para el reemplazo de Nardini.