

En el bullrismo bonaerense se renovaron las expectativas de avanzar hacia un posible triunfo de Néstor Grindetti motorizado por las consecuencias electorales que pueda sufrir el peronismo tras el escándalo desatado en torno al ex Jefe de Gabinete de Axel Kicillof, Martín Insaurralde.
En el campamento del lanusense sostienen que están ante una oportunidad única pero entienden que deberán utilizar los días restantes hasta el 22 de octubre para visualizarse ante el electorado como la alternativa más viable para canalizar el voto útil contra el kirchnerismo.
Es por eso que se lo verá a Grindetti pulular por los medios promocionando el trabajo de sus equipos en la elaboración de un plan integral de gobierno para la provincia, además de jactarse de que si se repitiesen al menos los resultados de la PASO podrían llegar a contar con hasta 100 jefes comunales propios en todo el territorio provincial: gestión, equipos e intendentes es el lema discursivo con el que transitarán el tramo final.
Si bien aún no hay una mensura significativa sobre los daños electorales que el caso Insaurralde puede traerle aparejado al peronismo calculan preliminarmente cerca del lanusense que Kicillof podría llegar a perder entre dos y cuatro puntos.
“Estamos mejor que en la primaria, lo notamos en la calle, la recepción en el interior es muy buena”, explica a PDS un legislador radical que acompaña en su itinerario al candidato a vicegobernador Miguel Fernández, encargado del proselitismo en las comarcas más pequeñas de la provincia profunda.
Lo que no se cataloga en el inventario del comando grindettista es la jugada de algunos intendentes amarillos de las grandes ciudades, en su mayoría se alienaron con Santilli en la interna, que despliegan todo su aparato hacia la proliferación del corte de boleta y reparten solapadamente la papeleta que los involucra.
En La Plata que es uno de los distritos más poblados de la provincia el alcalde amarillo Julio Garro distribuye sin disimulo en bolsitas de polietileno prolijamente presentadas solamente la oferta electoral municipal y un pequeño afiche en el que incita sin retaceos al corte de boleta.
En rigor, está más que claro que finalmente y pese a todas las promesas que le extendieron al candidato a gobernador de jugar a fondo los intendentes amarillos solo priorizan su supervivencia política: orejean encuestas y no quieren verse perjudicados por el efecto Milei sobre todo en una elección tan cerrada como la que se vislumbra en la capital provincial donde Garro compite contra un peso pesado como el ministro de Justicia de Kicillof, Julio Alak.
Debe anexarse que en el grindettismo también exudan cierto temor por las esquirlas devenidas del caso del puntero del PJ Julio Rigau, el discernimiento de la movida ilícita podría salpicar no solo al peronismo, el jefe de campaña del lanusense, Adrián Urrelli, en su carácter de Vicepresidente de la Cámara Baja provincial comparte poder de firma a manera de contralor de todo lo que atañe a lo administrativo dentro del Cuerpo. No fueron pocos los que se aliviaron ante la decisión del juez Atencio de postergar la autopsia del celular de “Chocolate”.
Vale recordar que un escándalo político de envergadura abrazó a Grindetti en 2021 cuando una senadora provincial apadrinada por su égida, Lorena Petrovich, fue acusada de utilizar módulos para pagarle a una persona a la que utilizaba para múltiples trabajos domésticos, con el aditamento de que luego de que la empleada sufriera una lesión física importante por el esfuerzo que desarrollaba la legisladora optó por suprimirle el contrato.
Ante el escándalo público y manifiesto que se generó, Grindetti se despegó de Petrovich que debió apelar a un acuerdo de confidencialidad con la persona involucrada para amortiguar los costos políticos, la legisladora se cobijó bajo el paraguas de Patricia Bullrich y hoy se encuentra en un puesto a salir en la boleta de diputados nacionales de Juntos por el Cambio.
El radicalismo está comprometido en la cruzada de recuperar para la causa 900.000 votos en el interior que creen que no fueron a votar en la PASO o se cruzaron hacia la vereda libertaria: “Estamos recuperando terreno, si cae Kicillof como pensamos unos puntitos y nosotros volvemos a generar la confianza para que nos voten quienes no fueron o nos abandonaron por otras opciones, estaremos muy competitivos”, sostiene un legislador amarillo que trabaja cerca de Grindetti.
En rigor, en Juntos por el Cambio dan por sentado que la elección será extremadamente reñida e incluso no abandonan la hipótesis de una noche del 22 sin un resultado contundente: “Podría terminar de discernirse en el escrutinio definitivo”, aventuran.
"Píparo creció los días posteriores a la PASO pero luego se estabilizó y volvió a los números que tenía en la primaria, el problema es que Grindetti no logra retener los votos que fueron a Santilli”, analiza un consultor de opinión que mide asiduamente el pulso en la provincia de Bueno Aires.
Quizás movido por esa presunción es que el lanusense incorporó a sus recorridas por la provincia al Colo para buscar galvanizar definitivamente los votos de la primaria: “Santilli está plenamente consustanciado con la campaña de Néstor y nos ayudará con su experiencia en cuestiones de seguridad en caso de que ganemos la provincia”, manifiestan en el entorno del candidato a gobernador.
Grindetti solo se desplazará al conurbano para algunos actos puntuales en Lomas de Zamora, La Matanza y el cierre en Lanús con Patricia Bullrich: “En el conurbano no tenemos mucho para mejorar, ahí el voto peronista desencantado va a Milei, nosotros tenemos que jugar fuerte en el interior que nos dio el triunfo en el 2021”, calcula un referente radical ante nuestra consulta.