domingo 16 de junio de 2024 - Edición Nº2020

Provincia | 6 oct 2023

Desavenencias opositoras

Desesperación en el bullrismo tras el traspié de la Piba en el primer debate y la falta de compromiso de Macri con la campaña

Hay reproches internos hacia la preparación económica que llevó adelante Carlos Melconian que no mostraron a la candidata solvente en ese rubro. Guerra de nervios en el campamento amarillo porque el ex presidente no dispara munición gruesa hacia Milei.


Por: Federico Cedarri

La candidata de Juntos por el Cambio Patricia Bullrich afronta con dificultades evidentes las últimas tres semanas de campaña que la separan de la crucial elección del 22 de octubre.

Tiene alrededor de 20 días para lograr consolidar el voto duro de Horacio Rodríguez Larreta que parece hasta el momento renuente y convencer a los 11 millones de personas que no fueron a votar a la PASO que encarna mejor que el fulgurante Javier Milei la opción de cambio.

En el comando de campaña de la candidata sacan cuentas y aseguran que entre la primaria y la general, históricamente Juntos por el Cambio tuvo un incremento sustancial de las preferencias: “La mayoría de quienes no fueron a votar en la primaria no quieren la continuidad, pero además nosotros debemos mostrarle que podemos representar el cambio que ellos aspiran”, sostiene ante PDS un legislador provincial amarillo.

Finalmente y después de muchas controversias y ásperos pases de factura la Piba y Macri llegaron a un precario entendimiento que decantó en que el ex presidente se puso a disposición de la campaña: ergo, lo enviaron unos días a Córdoba, su antiguo bastión para que intente recuperar algo de todo lo perdido desde el 2019.

Macri si bien busca enrostrar un apoyo consistente a la candidata el mismo continúa siendo vacuo debido a que evita confrontar a Javier Milei, en su fuero íntimo siente con algo de envidia que el libertario logró en el colectivo social lo que él no pudo: “Mauricio siente que los frutos de la batalla cultural que él dio por el gasto público y el déficit fiscal y que le costó la elección del 2019 hoy lo capitaliza Milei”, lamenta un referente amarillo que fue cercano al líder del PRO.

El verdadero enemigo que vislumbra Macri es el ministro candidato, Sergio Massa, es por eso que si bien se alistó tras los pasos de Patricia y finge ser un soldado de la candidata, el ex presidente piensa en una coalición fracturada si Bullrich no llega a disputar el ballotage: “Sería un golpe durísimo”, advierten.

En el comando amarillo prefieren ni siquiera imaginarse lo que podría ocurrir el 23 de octubre si Juntos por el Cambio no está en la segunda vuelta y prefieren centrar el foco en mejorar fundamentalmente en dos distritos que le fueron esquivos en la PASO, Santa Fe y Mendoza: la candidata recorrerá en la Patoneta los lugares estratégicos de las dos provincias de la mano de Maximiliano Pullaro y Alfredo Cornejo respectivamente.

Si bien Horacio Rodríguez Larreta se sumó a las actividades de campaña, tanto él como María Eugenia Vidal solo se mostrarán con Bullrich en CABA y en los distritos del primer cordón del conurbano donde aún la ex gobernadora conserva niveles aceptables de adhesión.

Los bullristas están recuperando de a poco la confianza pese al traspié que tuvo la candidata en el debate donde flaqueó severamente en el segmento económico. Ya hay facturas silenciosas hacia adentro por la mala preparación que llevó adelante Carlos Melconian. “Melco juega para él, habla por los medios y es brillante pero a Patricia le tiró unos apuntes generales y no la equipó de argumentos para resguardarse ante la repregunta”, se queja ante PDS un diputado provincial bullrista de la primera hora.

Los números que manejan en el campamento de la Piba despuntan cierta ilusión, admiten que están en un empate técnico con Massa, pero se envalentonan con el aparente amesetamiento que ostentaría Milei: “Nosotros en las encuestas nuestras lo tenemos a Milei y Massa quietos y a Patricia creciendo levemente, el escenario de tres tercios está más presente que nunca”, señala entusiasta a PDS un consultor que trabaja en la campaña bullrista.

Temor a una fractura con un sector radical

El sector más halcón del PRO encarnado en la figura del ex presidente Maurico Macri descuenta que si Patricia Bullrich no es presidenta el radicalismo ligado a Evolución pegará un portazo y huirá de la coalición.

Ese sector autoreferenciado como progresista dentro del partido centenario cree que finalmente ha llegado el momento de caminar solos, ansía  tener candidatos propios independientemente del peronismo y el PRO y ven en el santafesino Pullaro y el chaqueño Zdero material para intentar la reconstrucción acompañados de Martín Lousteau en CABA.

Hay un sector disidente que mira de costado esa movida y es el que encarna el radicalismo histórico que hoy se visualiza en Alfredo Cornejo, Ernesto Sanz, Gustavo Valdés y el sector mayoritario del radicalismo bonaerense que responde a Maxi Abad.

"El radicalismo debe seguir junto al PRO y la Coalición Cívica, es tiempo de coaliciones políticas, los partidos por sí solos están cada vez más opacados, hoy necesitas alianzas para gobernar”, asegura un legislador boina blanca bonaerense a este portal.

“Sería un suicidio político jugársela solo, hay un error de apreciación de algunos correligionarios”, completa.

Los cierto es que el abadismo debe atravesar distintas postas antes de dar una discusión global, necesita dar la talla en la elección bonaerense como soporte de Néstor Grindetti, no solo para catapultar al lanusense a la gobernación y cogobernar el distrito más relevante del país, sino también para que Maximiliano Abad acceda a una senaduría nacional y pueda pulsear con los gobernadores radicales por la titularidad del Comité Nacional.

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