viernes 26 de julio de 2024 - Edición Nº2060

Provincia | 22 sep 2023

LA PROVINCIA DISTÓPICA DEL PRO

Grindetti endureció su discurso anti K para detener la sangría de votos

Con una inteligente edición, se lanzó un spot de estilo post apocalíptico que intenta retratar una Provincia devastada por “el kirchnerismo”. Las encuestas no marcan una tendencia de crecimiento en el PRO. ¿Qué piensan los radicales? ¿Colabora el larretismo?


Por: Ricardo Carossino

Frente a la incapacidad de superar a los libertarios en el plano discursivo y considerando perdida la elección, Juntos por el Cambio en la Provincia de Buenos Aires giró hacia el pasado. Ya olvidados por completo del futuro y de las propuestas para las clases más postergadas, han enfocado todos sus cañones al fantasma del kirchnerismo.

Al cabo, así es cómo habían empezado en el equipo de Patricia Bullrich y Néstor Grindetti para ganar las PASO, pero a poco de andar con el discurso de la dureza, el ajuste y el caos en la vida de la gente, entendieron que tenían que pegar un volantazo.

Lo intentaron. Trataron de couchear a Bullrich para que se pusiera un traje de humanista, pero el experimento fracasó. Lo mismo pasó con Grindetti. Su seriedad alarmista en los gestos de campaña, espantó a quienes no adhieren al discurso “taser” y tanto la candidata a Presidenta como el candidato a gobernador pronto comprendieron que no iban a poder ampliar la base de representación con una actitud de alegría fabricada.

Por lo tanto, con la nueva publicista política Federica Suárez Santiago, Bullrich y Grindetti retomaron la dirección original que les marcaba la brújula 2023: anti kirchnerismo a más no poder. ¿El objetivo? No perder lo poco que se ganó en las PASO.

Parafraseando a uno de los mejores filmes bélicos producido por Hollywood, Bullrich y Grindetti se lanzaron a la casa del “Oktubre Rojo”, contra los “zurdos” y “los kirchneristas que son los autores del caos”.

Con un spot de campaña bien editado para provocar un sentimiento apocalíptico, Grindetti ensaya un personaje al mejor estilo “Darth Vader” e intenta sembrar el temor de una Provincia que podría convertirse en un territorio de desolación y terror para la clase media y la clase alta.

Hace pocas horas se conoció un sondeo realizado por la consultora Tendencias en la primera semana de septiembre sobre 25.704 casos con cuestionario online. Más allá del relativo rigor de una encuesta con este método, los involucrados en la campaña atienen las tendencias que marcan estas muestras.

El sondeo señala que crecerían Milei y Massa y serían los candidatos más competitivos mientras que Bullrich estaría retrocediendo. Lo mismo estaría sucediendo en la Provincia de Buenos Aires. Axel Kicillof estaría manteniendo su liderazgo, seguido por Grindetti, y dejando a Carolina Píparo en tercer lugar.

Precisamente, ante el estancamiento, la decisión del PRO fue detener la sangría, no seguir cayendo y blindarse con un discurso furioso contra Cristina Fernández, La Cámpora y todos sus aliados. El Grupo Clarín fue cabeza de playa con el anuncio de que la vicepresidenta irá a juicio por Hotesur y el memorándum con Irán. A pesar del revés judicial, CFK se presentará públicamente en dos oportunidades antes del 22 de octubre.

En este contexto, el intendente de Lanús con licencia relanzó su campaña bonaerense con un nuevo spot en el viejo y duro estilo anti K, con todos los lugares comunes que explotaron desde el 2015: inseguridad, reclamos del sector agrario y por supuesto, las supuestas “aulas vacías” como asegura el presidente del club Independiente que curiosamente es desmentido por la misma María Eugenia Vidal en diálogo con Viviana Canosa: “A mí (el titular de Suteba, Roberto) Baradel me hizo 62 paros en cuatro años. ¿A Axel Kicillof sabés cuántos paros le hizo en dos años? Cero”.

El PRO bonaerense está en stand by. Habrá una reconfiguración del poder interno amarillo, sin saber aún de qué tamaño porque, como confesó a Política del Sur un importante dirigente del PRO de la Primera Sección, “están todos peleados”.

Estos desencuentros internos se estarían replicando en los 135 municipios de la Provincia de Buenos Aires por el tendal de heridos que dejó la pelea y la derrota de Horacio Rodríguez Larreta. De todo lo que soñaron hace un año, ahora sólo les queda la esperanza de la Ciudad de Buenos Aires. Jorge Macri, de ganar, asomaría como el líder de lo que quede del macrismo.

Los radicales, ya no quieren saber nada con los amarillos. Puertas adentro confiesan que lo mejor que le puede pasar ahora a la UCR, es que Grindetti fracase, para de una vez por todas barajar y dar de nuevo dentro de la derecha bonaerense, pero advierten: “Habrá que ver, si se sigue bajo el ala del PRO”. La ausencia de radicales en la votación del Impuesto a las Ganancias, dejó al desnudo el alejamiento definitivo de los correligionarios.

Volviendo a Grindetti, el candidato sabe que se juega todas las fichas en esta patriada. Le queda Lanús para refugiarse, pero su delfín no la tiene fácil. Para colmo, dos de los tres gremios municipales ponen contras las cuerdas a la administración de Diego Kravetz por la presión paritaria y las medidas de fuerzas. Perdido por perdido, el candidato a gobernador decidió perder con las botas anti kirchneristas puestas.

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