

Por: Federico Cedarri
El candidato a gobernador de Juntos por el Cambio, Néstor Grindetti, afronta la cuenta regresiva hacia las elecciones del 22 de octubre con la finalidad de convertirse ante el electorado como el adalid del voto útil para derrotar a Axel Kicillof.
Claro que enfrente tiene una disputa con la libertaria Carolina Píparo que también juega el mismo campeonato y aspira a que el arrastre de Javier Milei la deje cara a cara con Kicillof en los metros finales antes de llegar al disco.
Cerca de Grindetti reconocen que el candidato ostenta menos nivel de conocimiento que la candidata libertaria, sin embargo en el campamento bullrista desestiman que esa cuestión tienda a perjudicarlo.
Explican que al encontrarse en el medio de la boleta es complejo que la arrastre hacia arriba o hacia abajo porque eso lo materializan las puntas de la papeleta: "Ese fue el error que cometió Horacio cuando pensó que coloreando a Santilli iba a logar que aumentara su caudal electoral y los hechos una vez más demostraron que no se da esa particularidad”, explica a PDS un legislador provincial amarillo que trabaja en la candidatura del lanusense.
En el bullrismo también descuentan que esta vez los intendentes estarán más atentos y trabajarán fatigosamente el territorio: “La desaprensión en la PASO de algunos alcaldes que jugaron con el larretismo fue evidente, no les importó la suerte de los candidatos a presidente y gobernador”, explican.
Juntos por el Cambio tiene actualmente el comando de 58 distritos en la provincia de Buenos Aires y en el bunker grindettista tienen expectativas de que esa cuenta pueda extenderse a casi 95, por eso sostienen convenicidos que esta vez esos candidatos sí se jugarán la ropa para ampliar el espectro amarillo.
También destacan que hay un sector de voto lábil de Milei en lo que tiene que ver con las ofertas de gobernador y candidatos a intendentes y es allí donde Grindetti quiere meter la cuña y mostrarse como garante de la gobernabilidad.
Los estudios cualitativos que revisan permanentemente en el comando de campaña de Grindetti le avisan que tres de cada 10 votos de Píparo no son consistentes y están dispuestos a cambiar su preferencia para que no gane Kicillof. “El voto útil se va a dar en la provincia y lo captaremos nosotros”, se envalentonan.
Del mismo modo, los estrategas bullristas aseguran que si se diera un crecimiento de Píparo hacia octubre sería por la merma de votos de Unión por la Patria. “Hoy el crecimiento de La Libertad Avanza se basa en jóvenes y sectores de clase baja que pertenecieron al universo peronista”, aclara un referente bullrista a PDS.
Algunas encuestas que exhiben en el comando grindettista muestran al lanusense en empate técnico con Kicillof, en rigor son trabajos propios presenciales realizados en el conurbano bonaerense y en los grandes centros urbanos del interior: “Nos muestran al tándem Patricia- Grindetti creciendo aunque todavía Kicillof está levemente arriba”, reconocen.
Los focus group que trabajan en la elaboración del tenor discursivo de la campaña de Néstor Grindetti le han aconsejado al igual que a la candidata presidencial apuntalar los cañones contra el kirchnerismo.
De hecho, se lo puede escuchar al alcalde de Lanús con una terminología desacostumbrada atacando directamente al gobernador Axel Kicillof, se lo apreció muy incisivo en los últimos días al exigirle que se ponga al día con los desembolsos para los distritos regenteados por Juntos por el Cambio.
“Les debe plata de obras a nuestros intendentes y a los municipios peronistas los tiene al día”, señala a PDS un legislador provincial en sintonía con la queja amarga de los alcaldes de la coalición opositora.
Grindetti considera que es hora de endurecerse y machacar con el caballito de batalla de que el kirchnerismo quiere utilizar la provincia de Buenos Aires como refugio. “La gente tiene que entender que el voto dividido de la oposición ayuda a Kicillof, que deben definirse por un candidato y ese es Grindetti que garantiza mayoría legislativa y muchas de las intendencias bonaerenses”, insisten ante PDS los que diseñan los pasos del candidato bullrista.
En los días venideros podrá apreciarse a un Grindetti con ropa de fajina, combativo contra Kicillof y sin ataques directos hacia Píparo, entienden que hoy la mirada debe estar focalizada en el nuevo tiempo que avizoran, el post kirchnerismo.
No obstante, hay algunas desavenencias que emergen en el equipo de campaña de Grindetti, algunos halcones preferirían "raspar" a Píparo por su falta de equipos y legisladores suficientes para encarar una gobernabilidad ordenada mientras que el sector más ligado al radicalismo abadista es más propenso a interpelar al gobernador Kicillof sobre aspectos que consideran deficitarios de la gestión.
Grindetti, salomónico, intentará buscar un camino intermedio cuestionando con dureza al mandatario bonaerense y advirtiendo sobre las insolvencias políticas de la candidata libertaria.