Por: Federico Cedarri

El ministro candidato Sergio Massa está lanzado a una desenfrenada carrera de anuncios económicos que dejan de lado las metas de déficit fiscal pactada con el FMI y que tienen como única premisa la entrada al ballotage del 19 de noviembre.

El índice inflacionario de agosto del 12,4 fue un mazazo para la campaña de Massa, que buscó rápido de reflejo sacar la cuestión de la agenda mediática a partir de la elaboración de un índice propio que contribuya a desarmar expectativas y presente una hipotética desaceleración del costo de vida en octubre, luego de los resabios de la devaluación, que el INDEC recién lo informará sobre mediados de noviembre.

“Es quizás la última oportunidad de Sergio para llegar a la presidencia y por eso se juega el todo por el todo, sabe que el contexto mundial será auspicioso a partir del 2024 y quiere conducir”, se sincera ante PDS un recalcitrante massista que conoce al candidato.

En el bunker del tigrense sostienen que más allá de los pronósticos sombríos de la inflación de septiembre el voto duro del peronismo no se verá erosionado y que los sondeos que le acercan lo sitúan en un segundo puesto a una distancia prudente de Javier Milei.

También son conscientes de que el libertario rivaliza por el voto de los jóvenes de clase media baja y baja: "Allí Milei ha logrado perforar la base peronista y hoy lo ven como un rock star, como lo nuevo en contraposición con Massa a quién relacionan con la vieja política. No está errado el diagnóstico de Kicillof de rejuvenecer al peronismo con nuevas caras”, sostiene ante PDS un analista de opinión que ausculta periódicamente el territorio bonaerense.

En rigor, cerca del candidato presidencial entienden que la batería de medidas para mitigar la devaluación tiene como objetivo supremo cambiar la agenda mediática y mostrar fundamentalmente a un Massa con capacidad de respuesta ante la situación actual.

La estrategia del tigrense pasa por desligarse de la responsabilidad de la gestión de Martín Guzmán, disculparse sostenidamente del crecimiento de la inflación pero a la vez esgrimirse como un gestionador ante los inconvenientes que se suscitan a diario.

Desde luego que Massa apelará sin miramientos a la campaña del miedo: “Machacaremos con la idea de que lo que vendría sería mucho peor sobre todo para los humildes”, recalcan a PDS cerca del comando de campaña del tigrense.

El ministro candidato correrá presuroso a recorrer el norte argentino confiado de que esta vez los gobernadores, con eje central en Catamarca, Salta, Tucumán y Santiago del Estero jugarán determinadamente para la oferta completa de Unión por la Patria porque estará en juego la papeleta de los candidatos a diputados nacionales que representarán a los mandatarios provinciales en el Congreso Nacional: “Esta vez no se pueden hacer los sonsos”, advierten los massistas.

Dudas en el kirchnerismo

La vicepresidenta Cristina Kirchner continua envuelta en un silencio sugestivo, que romperá el sábado cuando presente un libro sobre Néstor Kirchner, aunque los portavoces del massismo aseguran a este portal que habla asiduamente con el ministro candidato y que está conforme con las medidas dictaminadas luego de la devaluación, hay otros dirigentes ligados al kirchnerismo que tienen muchas dudas de su impacto real.

Máximo Kirchner reapareció de su ostracismo post PASO y le garantizó a Massa que La Cámpora jugará sin fisuras detrás de su candidatura, de hecho el tigrense se aferró a esa promesa y se mostró con Luana Volnovich en el anuncio de un nuevo refuerzo para el sector pasivo de 45.000 pesos prorrateados en tres cuotas.

No obstante, hay sectores ligados al kirchnerismo duro y sobre todo a los alcaldes del conurbano a los que la batería de anuncios del ministro candidato les parece insuficiente o que llega tardíamente.

Ellos palparon en primera persona los efectos devastadores en los bolsillos de los más humildes luego de la devaluación del 14 de agosto. “Hay intendentes que encargaron mediciones y Massa sigue en los mismos guarismos, no genera expectativas”, confiesa a PDS otro legislador provincial ligado a los intendentes.

En rigor, en el entorno de los intendentes bonaerenses sostienen con ahínco que si no se detiene la escalada inflacionaria será muy poco probable que Massa tenga chances aún cuando acceda a un ballotage con Milei: "Si vamos a la segunda vuelta en este contexto inflacionario nos mata, no hay chances lamentablemente”, confiesan por lo bajo a PDS.

El efecto Milei es otra de las preocupaciones que anidan en el massismo, deploran el crecimiento de la preponderancia del economista en las distintas capas de la sociedad y los altera de sobremanera la incidencia que está adquiriendo en los estratos sociales más postergados. “Son sectores que no toman en cuenta lo que propone Milei, lo ven carismático y con un discurso disruptivo, con pocos recursos y unos gritos cargados de slogan efectistas nos picotea nuestra base electoral”, admiten descarnados.

El massismo confía ciegamente en que la devolución del IVA en productos de la canasta básica impactará fuertemente sobre los sectores más bajos de la pirámide social y devolverá al peronismo votos descontentos que se fugaron con Milei en agosto. “Mostramos que nos preocupa la realidad económica de los más necesitados y confiamos que eso será de alguna manera valorado por la población”, afirma convencido un legislador provincial peronista a este portal.