

Por: Federico Cedarri
El candidato libertario Javier Milei ha puesto la elección en la provincia de Buenos Aires al tope de las prioridades en el horizonte que lo separa del determinante 22 de octubre.
En su entorno más próximo entienden que la elección fue excesivamente positiva en el conurbano bonaerense pero que no tuvo teñida del mismo tamiz en los grandes conglomerados urbanos del interior de la provincia de Buenos Aires.
En ese sentido es que el candidato libertario no desconoce que debe mejorar sustancialmente el piso en territorio bonaerense para asegurarse sin sobresaltos el casillero estelar en la primera vuelta.
También considera factible empujar a Carolina Píparo a pelear palmo a palmo la elección por la gobernación en la provincia de Buenos Aires. “Nosotros somos más creíbles como oposición real a Kicillof en la provincia y es por eso que tenemos mejores perspectivas de polarizar con él”, asegura a PDS un referente que participa de la campaña bonaerense.
En rigor, el mileísmo desempolvó una vieja rutina del peronismo que hacía furor hacia finales de los 80 y principios de los 90: las caravanas populares para garantizar el contacto con la gente.
Las recorridas de Milei son más bien de trayectos cuidados y acotados, no se acercan en su analogía a las populosas y extensas que llevaban adelante Carlos Menem y Eduardo Duhalde cuando se impusieron primero en la interna justicialista a Antonio Cafiero y luego en la general al radical Eduardo Angeloz.
Lo que destacan cerca de la candidata a gobernadora es justamente la transversalidad de los asistentes a los actos de campaña, si bien hay jóvenes que se constituyen en el combustible del voto libertario también se puede apreciar contingentes de personas provenientes de las barriadas que denotan origen humilde y que otrora representaban un voto garantizado al peronismo: “Le robamos el voto de los de abajo al peronismo y eso queda de manifiesto en las caravanas”, explican cerca de la postulante al sillón de Dardo Rocha.
Más allá de las inconsistencias que pueden apreciarse en Javier Milei, que elude a cada paso definiciones tajantes sobre temas concretos y solo refiere vagamente a un plan de dolarización vacuo que hasta sus más cercanos colaboradores como el economista Carlos Rodríguez han desestimado por la falta de dólares para implementarlo, el libertario encarama un personaje que ha ocupado la centralidad mediática y al que parecen rebotarle los cuestionamientos furibundos que le endilgan las demás fuerzas políticas.
“Las ambigüedad de Milei no son consideradas por el gran público, solo lo toman en cuenta los muy politizados que son los menos, lo cierto es que está en ascenso y recoge un voto útil en desmedro de Bullrich, ante un escenario de hastío en la sociedad ha logrado catapultarse como la nueva imagen del cambio”, analiza ante PDS un consultor que mide asiduamente en la provincia de Buenos Aires.
Esta circunstancia de la coyuntura política actual la conocen los intendentes bonaerenses, tanto los caciques peronistas del conurbano y como los alcaldes de Juntos por el Cambio, que se enfrentan a la disyuntiva de jugar el resto con sus candidatos presidenciales o municipalizar definitivamente la campaña y ceñirse a militar solamente el tramo local de la boleta apelando a su supervivencia política.
Está decidido en el comando libertario que Milei concentrará la mayoría de las actividades de campaña en territorio bonaerense y atornillado a Carolina Píparo: “Nuestra suerte se define en la provincia de Buenos Aires”, sostiene a PDS un candidato a legislador libertario.
Desde el entorno de la candidata a gobernadora Carolina Píparo confiesan a este portal que la diferencia con Kicillof se estrechó a 6 puntos en los últimos 20 días, según sus propios sondeos y de acuerdo a los datos que otros consultores que miden para las demás fuerzas políticas le confían.
“Estábamos a 12 puntos de Kicillof y hoy lo tenemos a tiro, estamos a seis puntos y faltan 40 días para las elecciones, de seguir con este ritmo estaremos palo a palo en octubre”, se ilusionan.
También hacen otro cálculo, si Javier Milei logra que el voto útil se concentre en su figura sobre todo en el universo de los más de 4 millones de personas que no fueron a votar en agosto en la provincia es hartamente probable que, según el comportamiento del votante en la PASO, no corten la boleta para los demás rubros: “Si ganamos en primera vuelta nos quedamos indefectiblemente con la provincia de Buenos Aires”, resumen desde el comando de la candidata.
Por otra parte, desestiman las acusaciones de ingobernabilidad que denotaría un posible gobierno de Carolina Píparo: “Caro está trabajando en coordinación con los equipos de Javier y estamos listos para gobernar tanto la nación como la provincia de Buenos Aires, descontamos que habrá desmembramientos de otras fuerzas políticas que nos darán músculo político, como ocurrió con Vidal en 2016”, pronostican.
Los libertarios aspiran a mejorar la elección en las ocho secciones electorales bonaerense que le permitan garantizarse un piso de 20 diputados provinciales y entre 5 y 8 senadores en la Cámara Alta provincial. “Con ese número en las dos Cámaras y el apoyo de los sectores más ligados al macrismo y al peronismo tradicional tendremos gobernabilidad”, imagina el principal armador de la candidata en la provincia.