viernes 26 de julio de 2024 - Edición Nº2060

Provincia | 13 sep 2023

Proselitismo oficialista

Massa se apoya en los gobernadores del norte y marca de cerca a los alcaldes del conurbano

El ministro candidato sumó el apoyo de los mandatarios peronistas para buscar descontar la ventaja con Javier Milei en las generales de octubre. El massismo puro toma el control de la campaña y hay dudas sobre el rol de Cristina en las próximas semanas


Por: Federico Cedarri

El masivo acto de Sergio Massa en Tucumán buscó generar el impacto de una foto de familia unida para afrontar el camino decisorio hacia las elecciones del 22 de octubre.

En esa línea, el amontonamiento de gobernadores y dirigentes de primera línea como el reaparecido Máximo Kirchner trasunta la puesta en marcha de la aceitada maquinaria electoral oficialista buscando contrarrestar el efecto Javier Milei.

Massa acentuó por estas horas el plan platita con una nueva concesión a los gremios más poderosos y con mejores convenios colectivos de la CGT cuyos trabajadores rindieron pleitesía a la eximición de Ganancias a quienes ganen hasta un bruto de un millón setecientos mil pesos.

En rigor, una jugada marquetinera pero de limitado impacto electoral debido a que la mayor fuga de votos de Unión por la Patria hacia Milei se dio en la base de la pirámide social que configura a los sectores más vulnerables de la sociedad.

Todo vale para Massa en su afán por llegar al ballotage, juega sus últimos cartuchos antes de la veda de anuncios que determina el calendario electoral y que esta pautada para el 27 de septiembre.

El ministro candidato recorrerá las provincias del norte del país llevando adelante un agenda descafeinada de la idiosincrasia kirchnerista, en esos territorios no tendrá la obligatoriedad de levantar banderas de censura contra el maldito FMI sino que buscará parecerse más al Massa de centro esbozando medidas segmentadas de acuerdo a las necesidades de cada lugar y haciendo hincapié en su nuevo cabellito de batalla, la necesidad de que la Justicia deje de ser una puerta giratoria para los delincuentes: el tigrense en modo 2013.

Massa también ensaya un operativo despegue de la gestión de Alberto Fernández, habla en tercera persona de funcionarios que no funcionan y vuelve al ruedo cargando las tintas contra el ex ministro de Economía, Martín Guzmán, a quién acusa de no hacer caja de dólares para pagarle al FMI cuando había disponibilidad de divisas por aumento de los commodities en 2020 y 2021.

El fenómeno Javier Milei impacta de lleno en la estrategia del ministro candidato quién ejerce marca personal a los alcaldes del conurbano bonaerense para cerciorarse que jueguen sin atisbos por la oferta completa de Unión por la Patria.

En ese menester, no solo le presta atención a los posibles movimientos subterráneos de los intendentes sino que lo complementa garantizándoles a los poderosos jefes comunales la bajada de partidas nacionales para sus municipios.

También se acordó en los últimos días que el ministro candidato coordine bajadas al conurbano en sintonía con los popes de La Cámpora, en ese marco de entendimiento se caratula la vuelta a escena de Máximo Kirchner en Tucumán y la convocatoria de éste al PJ bonaerense para analizar la campaña y desplegar estrategias que permitan recuperar en el mayor distrito del país los votos necesarios para que el tigrense acceda al ballotage.

Dudas por la robustez del vínculo entre Cristina y Massa

La nula participación de Cristina Kirchner en la campaña para la PASO en favor de Sergio Massa dejó en evidencia la incomodidad que le generaba a la Vice mostrarse con el ministro candidato luego de haberse visto obligada a bajar a su predilecto Wado de Pedro ante el pedido  insistente de gobernadores e intendentes peronistas.

La Vicepresidenta en su fueron íntimo tiene pocas esperanzas de un triunfo de Massa, lo apoyó en primera instancia porque intuía que podía hacer una mejor elección que cualquier otro dirigente del espacio.

Cristina aspira a dos objetivo muy escuetos: consolidar la reelección de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires y galvanizar un bloque de parlamentarios que le respondan tanto en el Congreso Nacional como en la Legislatura bonaerense.

Tampoco el vínculo entre la Vicepresidenta y el Ministro estaría atravesando su mejor momento: “A Cristina le habría molestado la devaluación presurosa luego de la PASO, la consideró innecesaria y si bien estaba de acuerdo en una suma fija la instrumentación la había pensado en otro contexto antes de agosto”, explica a PDS un importante referente peronista.

Lo cierto es que el ministro candidato necesita imperiosamente recuperar votos en el estratégico conurbano y en ese lugar nadie tiene tanto predicamento como la Vicepresidenta.

Los alcaldes de aquellos populosos distritos consideran imprescindible que Cristina ponga el cuerpo en la campaña por lo menos en actos dentro del estratégico conurbano: “Va a ser difícil recuperar terreno si no está ella en la cancha”, confiesa un legislador provincial peronista a este portal.

Desde el riñón kirchnerista sin embargo desacreditan a este portal aquellas versiones que sostienen que el vínculo entre la Vicepresidenta y el candidato presidencial oficialista estaría roto: “La presencia de Máximo en Tucumán refuta esa hipótesis”, deslizan enigmáticos.

Y van aún más lejos al destacar que la Vicepresidenta no aparece en el escenario para no hacerle perder centralidad al candidato.

De hecho, destacan que el acuerdo era que luego de la PASO Massa tomaría el control directo de la campaña y eso se ve reflejado en la notoria influencia adquirida por la esposa del candidato y titular de AySA, Malena Galmarini, que trabajó los apoyos de Luis D´elía y Guillermo Moreno a la postulación del tigrense: “Malena y Sebastián Galmarini son en los hechos jefes de la campaña de Sergio”, confirman desde el massismo puro.

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