Este viernes se llevó a cabo una sesión ordinaria en el Concejo Deliberante de Lanús en donde el debate central giró en torno al discurso negacionista de la última dictadura cívico-militar y las expresiones en contra de la presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, que realizó la candidata a Vicepresidenta de La Libertad Avanza, Victoria Villarruel.

Al inicio de la sesión se aprobaron solicitudes de permiso de venta en la vía pública, pedidos de podas y remociones de árboles y se trató sobre tablas el reconocimiento de pago a favor de un ex agente en concepto de licencias no gozadas.

Luego de aprobar dichos expedientes, la concejal por Unión por la Patria, Jesica Flores Barrios solicitó la palabra para “dejar sentado que la política local en este Concejo Deliberante repudia específicamente los dichos de Victoria Villarruel. No queremos volver a atravesar uno de los momentos más críticos y más emblemáticos de lucha de todos nuestros compañeros y compañeras”.

En esta línea, la edil Marcela Barberio, se sumó a las palabras de Flores Barrios y expresó que “en este recito podemos tener conceptos políticos distintos y miradas distintas pero no podemos dejar de reconocer que tenemos que ser coherentes y responsables en el mensaje que damos y este tiene que ser claro: nunca más tenemos que permitir una situación como la que vivimos”.

Por su parte, Emiliano Bursese de la UCR, afirmó sumarse “a la condena hacia espacios que trabajan sobre el odio, sobre muchas de las grietas y de las partidizaciones que hacemos. Es un debate que los argentinos teníamos saldado y no tenemos consciencia de que hoy un 70 por ciento del electorado nació después de 1983 y realmente necesita que la política le hable de los derechos humanos del presente y del futuro”.

Por último, tomó la palabra el concejal de Juntos por el Cambio, Omar López, quién reflexionó que “la gente que habla con tanta liviandad de situaciones que marcaron al pueblo a fuego obviamente que no van a volver pero pueden hacerlo de otra manera y quién sabe si es perceptible al común de la gente por el hartazgo de que las cosas no salen bien”.

“No podemos perder de vista que estas cosas que suceden nuevamente tiene que ver con nuestra incapacidad para dar esa felicidad que siempre pregonamos pero que nunca alcanzamos hacia nuestro pueblo. Nosotros somos parte de este problema y tenemos que solucionarlo”, concluyó.