Por: Federico Cedarri

La candidata presidencial de Juntos por el Cambio Patricia Bullrich puso el pie en el acelerador y apuesta a dejar atrás aceleradamente la pesadumbre acaecida por los magros resultados logrados en la PASO del 13 de agosto.

Ya sacó a la cancha a Carlos Melconian con traje confirmado de futuro ministro de Economía, si es que vence Pato, que salió presuroso a cruzar despiadadamente a su presa Javier Milei.

Se metió de lleno en un tema sensible como la dolarización y tiró munición gruesa contra el libertario acusándolo de querer prohijar un Plan Bonex como el que instauró Carlos Menem en 1990 o un corralito similar al que impuso Domingo Cavallo desencadenante de la crisis de 2001: palabras cuidadosamente extraídas para poner los pelos de punta a una clase media siempre sensible a estos debates económicos.

El lenguaje arrabalero y de mucha practicidad del economista de Valentín Alsina le sirve a Bullrich para fortalecerse en un ámbito donde flaqueaba severamente.

Con Melconian al frente de una hipotética cartera económica, Bullrich persigue brindar certidumbre a una población inmersa en dudas sobre el futuro económico y contrarrestar el temor que emana desde el círculo rojo hacia Milei.

Bullrich reúne periódicamente a su tropa que monitorea el monzonista Sebastián De Luca y los conmina a dejar de lado el duelo por el resultado de agosto y a buscar los votos con un despliegue casa por casa y apelando al contacto personal: “Patricia está buscando nuevamente su identidad y volviendo a ser la que todos conocimos sin condicionamientos de ninguna especie”, espeta a PDS un legislador amarillo que reporta en la Legislatura bonaerense.

En ese sentido, la Piba estaría tomando a pie juntillas los consejos del ex titular de la Cámara de Diputados nacional, Emilio Monzó, de ir avanzando sin prisa pero sin pausa en los lineamientos de su futuro gabinete: “Emilio la convenció de que con Carlos Melconian solo no alcanzaba y que había que avanzar un poco más”, confiesan cerca de la ex ministra de Seguridad.

En rigor, Bullrich irá desgranando los próximos días las distintas propuestas que propende en lo que respecta a seguridad y desarrollo social que, según los sondeos que ojea periódicamente, representan las temáticas que más aflige a la sociedad luego del incesante crecimiento del costo de vida.

El comando electoral de la candidata presidencial de Juntos por el Cambio es optimista con respecto al inicio de la campaña, fustigan en privado contra Massa a quién acusan de querer instalar con la complicidad de periodistas y encuestadores afines escenarios de ballotage con Milei y aclaran que las encuestas que encargan siguen mostrando segunda a Bullrich aunque reconocen que ha perdido caudal electoral al igual que Massa: “Estamos en un empate técnico con Massa pero en el orden de los 25 puntos, bastante por debajo de Milei a quién tenemos en el 35% pero estacionado”, confiesa a PDS un referente de la campaña bonaerense de Juntos por el Cambio.

No obstante y pese a todos los contratiempos que afronta la Piba para redireccionar su campaña, el optimismo no se diluye:“Patricia va  a estar en el ballotage, estamos recuperando votos en las provincias que nos dieron la espalda y que tradicionalmente fueron nuestras”, sintetiza otro legislador amarillo ligado a la campaña de Bullrich.

La candidata es consciente de que discute electorado con Javier Milei y en ese sentido aspira a "entrarle" en los puntos flacos en los que renquea su rival, machacará con la imposibilidad de gobernabilidad del libertario y buscará contraponer tal tesitura mostrándose con alcaldes y gobernadores propios.

Destacará la posibilidad de que Juntos por el Cambio podría contar con las primeras minorías en las dos Cámaras que componen el Congreso Nacional: “Nosotros tendremos si todo marcha como pensamos de 8 a 10 gobernaciones e infinidad de legisladores para sancionar las leyes que hacen falta para sacar al país de la postración”, sacan pecho.

Segmentación de propuestas y dudas por el rol de Macri

El entorno de la candidata diagrama puntillosamente las recorridas por las provincias a las que Bullrich destinará por lo menos tres días de la semana para dedicarse durante el resto de las jornadas a patear el conurbano y la provincia de Buenos Aires.

Han trazado un mapeo conveniente sobre los territorios donde han perdido votos que consideran propios como Santa Fe, Córdoba y Mendoza adonde apuntarán a llegar con propuestas segmentadas relacionadas fundamentalmente con las necesidades que requiera cada lugar.

En lo que concierne al rol que eventualmente tendrá el ex presidente Mauricio Macri por ahora no está nada claro, la idea de la candidata es resembrar Juntos por el Cambio y en ese escenario Macri no aparece inventariado: “A Mauricio lo tenemos a disposición para acompañarnos cuando lo necesitemos pero debemos salir de su égida, hoy la líder es Pato”, aclara con vehemencia un referente distrital bonaerense que mensura el conurbano.

Hay cierto hastío de Bullrich sobre el protagonismo que despunta Macri,a quién culpa en privado por confundir al electorado puro amarillo con su zaga de ambigüedades y gestos proclives a Javier Milei: “Mauricio es bastante responsable de que muchos votos nuestros se hayan ido con Milei, lo mejor que puede hacer es guardarse en la campaña y dejar que el protagonismos sea de Pato”, deslizan con molestia en el campamento bullrista.

Con cautela, muchos referentes amarillos ligados a Bullrich comienzan a tomar distancia de Macri al advertir que se emparenta con Cristina Kirchner en la peculiaridad de no dejar crecer liderazgos que los opaquen: “Practican la seducción de la serpiente a costa de llevarse todo puesto”, concluyen.