viernes 26 de julio de 2024 - Edición Nº2060

Gremiales | 1 sep 2023

ANÁLISIS

El bono salarial de Massa abrió una insólita interna en el oficialismo

La negativa de pagarlo de varios gobernadores e intendentes desautoriza al ministro y candidato, y genera enojo en los gremios. La falta de respaldo político a la medida es otra señal de las dificultades que enfrenta Unión por la Patria luego de la derrota electoral.


Por: Diego Lanese

Una de las definiciones occidentales de la palabra crisis es aquella que dice que “todo lo que hagas es malo”. Si se toma en cuenta la reacción que generó el paquete de medidas económicas anunciadas por Sergio Massa hace menos de una semana, en especial el bono salarial, el oficialismo está en situación de crisis. Es que la falta de adhesión de muchas provincias, incluso las gobernadas por el peronismo, dejó al descubierto la soledad del candidato de Unión por la Patria, que busca entrar al ballotage, ante una inacción absoluta de la gran mayoría de la alianza oficialista. El rechazo empresarial a pagar la suma fija lanzada era bastante previsible, pero que los gobiernos provinciales y los intendentes se sumen marca el grado de descomposición de un frente cada vez más desdibujado. Ante esto, crece el enojo de los gremios, que aseguran que tanto el sector privado como el público puede afrontar el pago, que además consideran “insuficiente” y apenas “un parche”. En este contexto, en la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof hace equilibrio ante los propios reclamos, y adelantará fondos a los jefes comunales para que cumplan con el anuncio, y así garantizar su cercanía con quienes garantizaron su triunfo en las urnas hace unas semanas.

 

La discrepancia entre los gobernadores respecto del pago del bono a estatales anunciado por Massa abrió una inesperada grieta en el oficialismo, y generó malestar entre los gremios, que reclamaban una suba fija para recuperar salarios desde hace tiempo, y que la devaluación y posterior suba de precios hizo más urgente. Las dos cuotas de 30 mil pesos fue rechazada por muchos mandatarios opositores, como sucede en la Ciudad de Buenos Aires, pero también entre oficialistas, lo que hace que la medida en lugar de llevar alivio y mejorar las perspectivas electorales siembre más dudas. El mapa de los bonos tiene a las provincias de Misiones, Santa Fe, Jujuy, Córdoba, La Pampa, Entre Ríos, Neuquén, Catamarca, Tucumán y CABA como gobiernos que no se suman a la mejor, mientras que en la vereda opuesta están algunos mandatarios e intendentes bonaerenses, pero ahora en minoría. En el medio de la discusión están, según las estimaciones, unos tres millones de trabajadores públicos, entre los provinciales y los municipales, que se verán afectados por la reticencia de sumarse al pago.

“Es insuficiente, es un parche, y no alcanza a todos”, criticó un dirigente estatal de la provincia de Buenos Aires ante la consulta de Política del Sur. En este sentido, que quejó que Massa haya invitado a los gobernadores a sumarse, dejando que cada mandatario haga lo que quiera. Los que ya tuvieron elecciones se están haciendo los distraídos”. En territorio bonaerense, el gobernador Axel Kicillof admitió que está analizando la medida, pero no hubo confirmación de que vaya a sumarse. Lo que se aseguró es que podría crear un fondo para que los intendentes puedan pagar sin poner en juego su estabilidad financiera. A esta hora se analizan estas posibilidades, mientras que los trabajadores comienzan a impacientarse. “Los gobernadores no están alineados, Massa no consultó al ministro del Interior, que casualmente es su jefe de campaña”, se preguntó el mismo dirigente. Así, las miradas apuntan al Eduardo “wado corrido” de Pedro, que pasó de ser el candidato de los sectores más duros del peronismo a un silencio absoluto. En este tema, apenas publicó un tweet apoyando las medidas, pero sin mayor protagonismo en una campaña cada vez más cuesta arriba, como muestra esta medida originalmente importante que hoy se volvió un bumerán.

 

En las provincias, el malestar por la situación se hace sentir. Los trabajadores de la salud, por ejemplo, que en su enorme mayoría están bajo jurisdicción local, no recibirán el bono, lo que generó las quejas de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (FESPROSA). “Frente a esta brutal pérdida de ingresos, el ministro de Economía anunció compensaciones parciales e insuficientes. En efecto, la suma fija anunciada impacta en los sectores de salario más bajo y en los jubilados que cobran la mínima, y deja de lado, o es prácticamente intrascendente, para millones de trabajadores y trabajadoras no comprendidas en estas categorías. A esto se agrega que estas sumas fijas serán absorbidas por las paritarias, por lo que constituyen un adelanto más que un bono”, se quejó la entidad, mediante un comunicado. Para los gremios sanitarios, esta “licuación del salario real” empeoró luego de la devaluación anunciada por el Ministro de Economía, que predice una inflación “de hasta 25 por ciento en los meses de septiembre y octubre”. “Las y los trabajadores de la Salud hemos reclamado paritarias que tengan como meta fijar el salario de ingreso del trabajador de la Salud en el valor de la canasta de consumos básicos de ATE-INDEC para el área metropolitana, hoy superior a los 400 mil pesos”, expresó el texto de la FESPROSA, que lleva la firma de su presidenta María Fernanda Boriotti

En la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, las quejas apuntan a la situación general de los salarios. “las paritarias del personal estatal de salud son siempre una miseria”, admitió el referente de la agrupación ATE Hospitales, Héctor Ortiz. Ante la consulta de Política del Sur sobre cómo cayó la decisión de Horacio Rodríguez Larreta de no pagar el bono, el dirigente habló de “enorme calentura”. “La próxima semana vamos a realizar una protesta, para plantear que necesitamos que se pague el bono, que se ajusten las paritarias, porque así no llegamos a fin de mes, con sueldos de 160 mil pesos”. Para Ortiz, en este tiempo “la Ciudad de Buenos Aires siempre trató mal a sus trabajadores, pero ahora no reconocernos y darnos el bono es un desastre. Rodríguez Larreta se irá de la gestión dejando la salud muy mal”.

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