miércoles 29 de mayo de 2024 - Edición Nº2002

Nación | 22 ago 2023

MILEI PRESIDENTE

Con Bullrich desperfilada, los radicales adelantan cómo votarían en octubre

Massa va a levantar el teléfono. Muchos perciben que LLA puede llegar a presidir el país. Ven a Bullrich desperfilada. Atentos a los coqueteos de Macri y Milei, la UCR busca un reseteo partidario. Fuertes críticas a Morales y Sanz. ¿A quién ven como futuro líder radical? Qué dijeron las fuentes consultadas sobre el futuro voto radical en octubre.


Por: Ricardo Carossino

Aparecieron críticas dentro de la UCR luego de las PASO, donde todos coindicen, el partido quedó muy mal parado. Ya en dos provincias de manera pública y oficial: Catamarca y Córdoba se hicieron oír las voces para una moderna edición del Movimiento de Renovación y Cambio. Las primarias dejaron a la UCR mal parada: de repetirse en la elección de octubre el resultado, perdería 8 diputados y 4 senadores.

Luego de estas PASO, quedó al desnudo el fracaso de la estrategia trazada por Gerardo Morales que dejó a la UCR a merced, dicen los más fieles militantes, de Ernesto Sanz, a quien le endilgan que solo lo mueve la ambición económica dentro de la alianza con Mauricio Macri y Patricia Bullrich.

Un tanto más pasa en la Provincia de Buenos Aires, donde Gustavo Posse salió perdiendo otra vez frente a Maximiliano Abad y lo mismo pasó en CABA, donde Martín Lousteau perdió la categoría de líder porteño.

En los pueblos la UCR está en problemas. Pierde volumen. Al mezclarse las listas entre el PRO y lo radicales, los amarillos salieron ampliamente ganadores. En rigor, al menos en la Tercera Sección Electoral, en los HCD, la UCR podría perder concejales. En Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, Almirante Brown, Esteban Echeverría, el músculo político del centenario partido se verá reducido.

Desde Avellaneda se quejaron de la estrategia de Morales, porque dicen dejó al radicalismo de nuevo sin candidato y encima atrás de un perdedor como Larreta. En el territorio de Jorge Ferraresi, la UCR tiene dos ediles, pero ahora quedará sólo con uno, después de octubre. Desde Lanús, al menos tratan de levantar el perfil local. Si bien pierden un concejal, desde las filas de Diego Kravetz reconocieron que sin la UCR del lado de Bullrich, el candidato amarillo no hubiera sido el más votado. Un dirigente de fuste del PRO admitió a este medio que “la UCR era la única” capaz de poner en jaque el poder de Néstor Grindetti en el Municipio.

Una de las fuentes consultadas, disparó más arriba y directamente cuestionó duramente a Sanz: “Quiere ser el gerenciador de los puestos de la UCR en un eventual gobierno de Bullrich, y Abad como hijo putativo de Sanz quiere hacer lo mismo desde la Provincia. Pero si Bullrich pierde, todo ese esquema se cae”.

Hoy la UCR está técnicamente acéfala. En los pueblos no se reconoce ningún liderazgo: ni el de Morales, ni el de Alfredo Cornejo, ni el de Sanz. Por lo que no es descabellado pensar, según confesaron fuentes directas del centenario partido, que muchos radicales prefieran que Patricia Bullrich pierda para que se caiga “de una buena vez esta estructura de derecha”.

Uno de los dirigentes que habló con este medio dijo que quienes vienen a renovar el radicalismo son básicamente Cornejo, aunque con mucha debilidad, Gustavo Valdez desde Corrientes, pero quien más chances podría tener para erigirse como futuro líder, si hace las cosas bien, sería Maximiliano Pullaro, desde Santa Fe: “Tiene capacidad y es joven”, dijo un concejal de la Primera Sección Electoral.

El reciente llamado de Sergio Massa y Guillermo Moreno a formar un bloque político contra LLA, habla a las claras de que el bipartidismo habría encontrado nuevamente un catalizador para resolver un problema complejo: Javier Milei. Habrá que ver si el centenario partido recoge el guante. Es difícil saberlo. Los radicales vienen siendo furgón de cola desde hace tiempo y dudosamente quieran serlo del peronismo. Sí serían socios, pero no parte de un cogobierno.

En rigor, luego del llamado de Juan Domingo Perón a Ricardo Balbín en 1972, el llamado de Ricardo Alfonsín a Antonio Cafiero en 1987, el acuerdo entre la UCR y Carlos Menem por la reforma constitucional, fue Néstor Kirchner quien supo pensar una apertura política cuando creó el transversalismo y dio lugar a los radicales K.

Luego una serie de errores y la aparición de La Cámpora, se vio interrumpida esa convivencia, por lo que la posibilidad de una ancha avenida del progresismo argentino fue cancelada y apareció la derecha dura nuevamente en el país. No sería lo mismo ahora, pero el peronismo y radicalismo siempre encontraron una coordenada de amistad en los momentos complicados de la historia.

Política del Sur dialogó con tres fuentes radicales: una de Adelante, otra del possismo y una tercera de Evolución. Las tres fuentes coincidieron en que muchos militantes y dirigentes de segundo nivel de los pueblos admiten puertas adentro que no quieren que Mauricio Macri quede como el ganador de estas elecciones.

“A mí, los militantes me dicen que la UCR no tiene que seguir detrás de Macri –admitió un dirigente de la Tercera-. Mucha militancia rechaza a Patricia, no la quiere, no le gusta su estilo, y ya no quieren seguir siendo furgón de cola. Con el diario del lunes, y con los resultados a la vista, aun perdiendo las elecciones, vimos que hubiéramos salidos fortalecidos con candidatos a Presidente y a gobernador”.

El otro dirigente de la Primera Sección dijo: “Si analizamos bien lo que está pasando, es que (Javier) Milei está sostenido por Macri por lo que a Patricia ya la están desperfilando, así que me parece que muchos radicales le van a sacar el apoyo”.

“Es poli (SIC)” dicen los jóvenes sobre Patricia, confesó una dirigente radical de la Tercera y agregó: “A los pibes no le gusta y muchos prefieren a Milei, sin pensar mucho en lo perjudicial que puede ser. Pero más allá de eso, lo real es que el radicalismo salió perdiendo en los pueblos”.

De los tres consultados, dos admitieron que, si Facundo Manes hubiera sido candidato a gobernador bonaerense, otra hubiera sido la historia en la Provincia. Pero Manes hizo todo mal y quedó como un Francisco de Narváez, fuera de todo juego.

Si Bullrich llegara a ser Presidenta, la UCR seguiría sepultando su historia detrás de las ambiciones de Macri, por lo que no ven nada mal que esa realidad sea abortada: “Los que quieren al partido, los que no hacen negocio, los que no quieren más esta alianza, se jugaron con (Horacio Rodríguez) Larreta para sacarse el lastre de Macri. Salió mal, ok. Ahora hay que renovar todo”, remarcaron desde el possismo.

Desde Adelante Buenos Aires reconocieron que la UCR salió mal parada, a pesar de que Abad ganó en las PASO. Lo cierto es que a Bullrich la ven en una trampa porque, se preguntan. ¿A quién le va a hablar ahora?

Si Bullrich mantiene su discurso de todo o nada, represión, bala y ajuste, pierde a los radicales y a los independientes que fueron con Larreta por su moderación, pero si se vuelve moderada, pierde a los votantes duros que se irían con Milei.

La “Piba” quedó fuera de eje y para colmo Macri elogia a Milei que le devuelve las flores. Al creador del PRO le conviene estar en buenos términos con La Libertad Avanza (LLA) ya sea desde lo político, como desde lo empresarial. Si Milei fuera presidente, Macri sería un proveedor de dirigentes para los gabinetes y proveedor de obra pública privada y otros negocios.

Página 12 aseguró este pasado fin de semana que varios empresarios que creen que Milei tiene altas chances de ser presidente, dialogaron con Macri y que el ex Presidente disparó una idea categórica del contexto: “Si no gobiernan ellos (el peronismo), ni nosotros (Juntos por el Cambio), gobernaremos nosotros a través de Javier. Lo importante es el fin del populismo”.

Por lo tanto, la militancia y la dirigencia política que tiene la camiseta puesta de la UCR histórica, se pregunta ¿por qué acompañaríamos a Milei, si Bullrich pierde? ¿La respuesta sería acompañar a Sergio Massa? Ninguno de los radicales consultados se atrevió a tanto. “No sé”, fue la respuesta, pero lo cierto es que tampoco lo rechazaron. De todos modos, aclararon que ningún líder del radicalismo nacional puede salir a bajar línea sobre qué hacer porque quedaron todos deslegitimados.

Por otra parte, este escenario termina siendo confirmado más por el ejemplo que por la palabra. Si bien la líder de la Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió, renunció a su candidatura como diputada al Parlasur por problemas de salud, ya venía molesta por los acercamientos entre Macri y La Libertad Avanza.

"No creo que haya que ir a una ultraderecha; tengo miedo a un estallido de violencia. Hay gente que cree que la solución es ir a una ultraderecha y a la represión; yo no", había expresado Carrió unas semanas atrás y según las fuentes consultadas por este medio, coinciden con esa lectura.

Todos suponen que estas elecciones se definen en noviembre, en el ballotage y desde la UCR ven complicado que sean dos candidatos de la ultraderecha. Por lo que en octubre se definiría el escenario parlamentario. En ese caso, calculan, Milei conseguiría unos 40 diputados por lo que si gana en segunda vuelta quedaría con mucha debilidad.

Ya algunos radicales están especulando en renovar la dirigencia si gana LLA y aliarse al Justicialismo en las dos cámaras para condicionar a Milei como presidente: “La verdad es que los radicales hablamos el mismo idioma que los peronistas. Somos los que hemos goberanado durante 70 años y no podemos perder ese lugar. Lo que yo veo es que si Milei es Presidente va a quedar como rehén del bipartidismo al que cree que le ganó”.

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