martes 10 de diciembre de 2024 - Edición Nº2197

Provincia | 10 ago 2023

Instancias definitorias

La abstención ocupa el centro de las preocupaciones en la interna del PRO

El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aspira a pescar adhesiones entre los desencantados con el gobierno que hoy muestran reticencia a votar el domingo. En el bullrismo confían en el voto cautivo del núcleo duro y sostienen que podría alcanzarle si la participación no es importante.


Por: Federico Cedarri

Finalmente el PRO logró la foto de familia prohijada puntillosamente por Mauricio Macri que busca posicionarse en un rol de garante pleno de la unidad del espacio.

Pese a que el ex presidente vocea a los cuatros vientos que no comparte la metodología de Larreta de consensos amplios sino que se siente más involucrado con Bullrich, embaucada en un cambio drástico e inmediato, no rompió la aparente prescindencia.

La jugada del bunker en común también se le atribuye a Macri, aunque desde ambos campamentos venían advirtiendo la necesidad de mostrar un guiño a una sociedad hastiada de enfrentamientos estériles: “No se puede poner en peligro la construcción hacia futuro”, avisan desde el bullrismo.

En rigor, tanto el Jefe de Gobierno como la ex ministra de seguridad no pueden darse el lujo de que el conjunto de los militantes del espacio que pierda la compulsa interna tome una actitud desaprensiva y de escaso compromiso en la campaña hacia octubre: “Tenemos que estar todos juntos y eso se va a corroborar la noche el 13 pese a las bombas de humo que quieren sembrar desde el kirchnerismo”, asegura a PDS un legislador provincial ligado al porteño.

Es por esta cuestión que operadores de la Piba y el larretismo pactaron que la noche el 13 de agosto no se esbocen canticos hilarantes hacia quién resulte perdidoso en el proceso interno.

En concreto, el objetivo del bunker común apunta a aventar rumores o trascendidos de ruptura: “El que gane la elección interna pasará a ser considerado como quién tenga mejores chances de gobernar la Argentina por lo que no puede darse el lujo de que se le migre un solo voto”, admite a este portal un referente amarillo que trabaja cerca del Jefe de Gobierno.

La provincia de Buenos Aires epicentro de la definición

Como en toda elección general la provincia de Buenos Aires adquiere una importancia supina por su componente demográfico a lo que se agrega un clima imperante de poca certeza respecto al comportamiento que desarrollará el electorado el domingo.

En el larretismo hay una preocupación que va increscendo, fundamentalmente porque entienden que la participación será clave para la definición de la interna.

En el bunker de Larreta visualizan que dentro del nicho de sectores desencantados con el Gobierno que amenazan con no concurrir a votar pueden rastrearse potenciales votantes del Pelado.

“Hoy la ecuación es sencilla, Patricia tiene el voto más definido del PRO de su lado mientras que Larreta necesita pescar en el abanico de indecisos por lo que necesita irremediablemente que la participación sea alta”, suelta ante PDS un analista de opinión que viene midiendo la interna de Juntos por el Cambio en la provincia.

En las filas de Patricia Bullrich son conscientes de que cuentan a priori con una mayor porción del votante duro del PRO, el que tiene la convicción de votarla y se movilizará el domingo con esa intención.

Hay una euforia moderada en el campamento de la Piba donde dicen tener sondeos que la ponen arriba pero por un margen menor que el que despuntaban hace un mes: “Estamos ganando pese a que Larreta recortó bastante desde el lanzamiento de la campaña formal, pero creo que estamos arriba del margen técnico de error”, se sincera ante PDS un legislador provincial ligado a la ex ministra de seguridad de Macri.

En el larretismo no piensan de la misma manera, si bien reconocen que el Pelado estaría unos puntos abajo, las distancias son mínimas y hoy es muy difícil sacar conclusiones: “Estamos en manos de la participación de la ciudadanía, si viene el promedio normal de gente a votar ganamos si es más bajo nos lleva puestos Patricia”, se sinceran.

En el entorno del Jefe de Gobierno porteño lamentan que la campaña no se extienda una semana, ya que sostienen que el Pelado comenzó a crecer fuerte luego del triunfo de Pullaro en Santa Fe: “Nos quedó corta la campaña”, sueltan los larretistas de paladar negro.

En el bullrismo el nerviosismo es más palpable, desean con fervor que el tramo proselitista correspondiente a la PASO llegue a su fin lo antes posible, sienten que han perdido territorio a partir de errores no forzados de la Piba y la presión logística que despliega el larretismo en la provincia está haciéndose sentir: “Llegamos con la lengua afuera”, sintetizan.

Lo concreto es que la distancia en la provincia entre Larreta y Bullrich son mínimas y no escaparían al margen de error de las encuestas que se consultan subterráneamente, es por esto que el Jefe de Gobierno confía su suerte al arrastre de su delfín a la gobernación Diego Santilli y de los alcaldes aliados.

La ex ministra de seguridad concentra toda la campaña bonaerense en el arrastre de su figura y la búsqueda permanente de mimetizar a su candidato a gobernador, el lanusense Néstor Grindetti:Patricia es ella y su mensaje de cambio sin fisuras”, explica un operador bullrista a este portal.

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