sábado 15 de marzo de 2025 - Edición Nº2292

Provincia | 1 ago 2023

Tramo final

Massa con sabor agridulce: acuerdo con el FMI para apaciguar el frente externo y ajuste inconveniente en medio de la campaña

Por el compromiso con el organismo multilateral de crédito el ministro candidato deberá avanzar en un achique del gasto que redundará en aumento de las tarifas de servicios públicos. Exige compromiso a los gobernadores que lo impulsaron y a los alcaldes del conurbano los conminó a que lo ayuden a superar los 30 puntos en la provincia para llegar competitivo a octubre.


Por: Federico Cedarri

El flamante acuerdo con el FMI le ofrenda al ministro candidato Sergio Massa certidumbre en las dos semanas que lo separan de la crucial PASO del 13 de agosto.

Este guiño a los mercados contribuye para evitar una suba descontrolada del dólar como aconteció en los días precedentes.

Massa tiró de la cuerda buscando que FMI le garantice los desembolsos para finalmente poder focalizarse de lleno en el proselitismo electoral aunque tuvo que comprometer concesiones a cambio poco apropiadas para una campaña que lo tiene como protagonista.

En el Fondo predominó el criterio político de la Casa Blanca de evitar que la ya desvencijada economía argentina termine de crujir, también imperó la resignación de que recién a partir del 10 de diciembre deberán negociar con el próximo gobierno un plan integral de estabilización de las variables económicas.

Este acuerdo no le sale gratis al Gobierno nacional y a Sergio Massa. Deberá indefectiblemente ajustar las clavijas del gasto público porque la materialización del compromiso de llegar al 1,9 de déficit fiscal será el condicionante para que los 7.500 millones de dólares finalmente sean desembolsados en su totalidad y se eviten ruidos externos.

El ministro candidato deberá avanzar más resueltamente en el recorte de los subsidios a los servicios lo que decantará en un aumento de las tarifas que volverá a repercutir sobre la inflación, además de que la parcial devaluación sectorial que ya implementó Massa para congraciarse con el FMI podría sumar unos dos puntos a la inflación de agosto, según estiman consultoras privadas.

No es el mejor escenario para Sergio Massa avanzar en la carrera hacia octubre en un escenario jalonado por el ajuste, tomando en cuenta que no se podrá avanzar en la expansión del gasto como sí se hizo entre la PASO y la general del 2021 con la implementación del vulgarmente conocido plan platita.

El tigrense deberá avanzar en la devaluación del dólar oficial y continuar con los atajos de dólares preferenciales para distintos sectores a fin de cumplir con la meta de recaudar 6.000 millones de dólares para robustecer las reservas que comprometió con el FMI.

Salvo en 1995 cuando Carlos Menem llegó a casi al 50% de los votos con una economía en recesión y una desocupación que orillaba el 20%, no hay precedentes de un triunfo oficialista en escenarios económicos deteriorados.

Sin embargo, Sergio Massa con su optimismo desbordante parece resuelto a enfrentar cualquier desafío para llegar competitivo a octubre.

El ministro candidato apostará a los spots de cercanía con trabajadores y jubilados como ha venido experimentando hasta el momento, haciendo hincapié en los efectos devastadores en lo social que eventualmente traería un gobierno de la oposición.

El mostrar empatía con la gente es un consejo que Massa ha tomado prestado de su asesor catalán Antonio Gutiérrez Rubí, que abreva en la doctrina duranbarbista.

“Sergio necesita bajar al territorio y volver a caminar el conurbano enfocándose en las problemáticas locales y dejando de lado las cuestiones económicas, por eso que el acuerdo con el FMI lo devuelve de pleno en la campaña”, razona ante PDS un referente massista.

Pedido a los intendentes del conurbano y gobernadores

Sergio Massa no descansa y comenzó a trajinar el norte argentino para pedirles a los mismos gobernadores que presionaron para que fuera candidato que lo apoyen sin retaceos.

De hecho, el ministro candidato entiende que esos mandatarios que desdoblaron las elecciones para sacarse de encima la aureola económica del Gobierno nacional ahora deberán volver a caminar en el barro para asegurar un buen número de votos que lo conviertan en el candidato más votado en la PASO: “Si gana la oposición van a tener que negociar con los liberales de vuelta”, susurran amenazantes cerca de Massa.

El titular de Hacienda le solicitará compromiso a los popes de la CGT, que si bien le organizarán en la última semana de campaña un acto masivo de apoyo, se encuentran enfrascados en una encrucijada debido a que la dinámica inflacionaria erosiona a cada paso los salarios de los trabajadores que ellos representan.

Massa reunió en los últimos días a los alcaldes de populosos distritos del conurbano y los conminó a involucrarse de lleno en la campaña para lograr arrastrar al ministro hasta más allá de los 30 puntos en la provincia de Buenos Aires, número que al menos le permitiría llegar con chances concretas a los comicios de octubre.

En rigor, el objetivo inmediato del tigrense pasa por aplastar en la PASO a su contrincante interno Juan Grabois y consolidarse como el candidato más votado para finalmente comenzar el operativo despegue de Cristina Kirchner y tomar definitivamente el comando de la campaña.

Dotarán al proselitismo de una impronta que ponga más de relieve su pericia para evitar el desbarranco del país y estabilizar las variables de la macroeconomía cuando Martín Guzmán pegó el portazo y se desató el tembladeral: “Sergio se presentará como el indispensable para la etapa que viene, con buenos vínculos con los sectores de poder nacional e internacional y fundamentalmente como garante de la paz social”, adelantan.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias