Eki Besada es un artista que forma parte del Programa de Embellecimiento Urbano de Almirante Brown. Junto a un grupo de muralistas participó de la creación del nuevo espacio “Pasaje de los Artistas” donde se realizaron obras de arte en homenaje a personalidades destacas de la zona.

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En diálogo con Política del Sur, Besada celebró que en la inauguración del espacio “vinieron un montón de los familiares de los homenajeados”. “Nos pone muy contentos que ellos puedan disfrutarlo desde ese lugar y la gente también”, valoró.

#Sociedad | Eki Besada 🗣 "Inauguramos los murales en Adrogué, estamos muy contentos con el trabajo y la sociedad también lo estuvo"

📻 | FM 97.3

— Política del Sur (@PoliticaDelSur1) July 18, 2023

“Cuando estaba pintando a Oscar Rivera, una de las nietas lo vio desde el tren y como ella no sabía nada no podía creer ver a su abuelo ahí, le contó a todos sus familiares, me contactaron y estaban muy emocionados. Es muy fuerte para las familias ver un reconocimiento así en un mural”, recalcó.

Además de recrear al reconocido escultor, Besada pintó al futbolista “El Negro” Enrique, campeón del mundo en 1986 y a los artistas plásticos Raúl Soldi y Enio Riccieri.

 

 

 

 

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El muralismo en la actualidad

En relación a las distintos murales que Eki Besada realiza junto a un grupo de artistas en las distintas zonas del distrito con el objetivo de embellecer el espacio urbano, destacó que “el mural no solo está respetado por la gente en general sino que también para el grafiti. Ven una obra de arte y no la pintan encima, es como que aporta desde un montón de lugares”.

Con respecto a la mirada social y general que se tiene sobre el arte callejero, manifestó que “la gente va pasando por distintos estados”. “Por ejemplo, ahora estamos pintando en Burzaco y como la gente está acostumbrada a la vandalización nos ven todos pintados y piensan que estamos por hacer grafitis o que vamos a escrachar un lugar pero cuando empiezan a ver el proceso y se dan cuenta que está enfocado en algo más popular, ahí cambian y te empiezan a felicitar”, aseveró.

“La verdad que cuando la gente lo ve, le gusta y eso está bueno. Al mundo del muralismo tiene acceso todo el mundo por igual. Es regalarles en lo cotidiano y eso levanta mucho, es como que no te va a cambiar la vida un mural lindo pero por un ratito te hace pensar en otra cosa, una contemplación distinta y te aleja un poquito del quilombo que vivimos día a día”, sentenció.