Por: Diego Lanese

El repunte de la inflación en este 2023 tiene un especial impacto en los alimentos, que siguen subiendo por encima del promedio del IPC, lo que genera alarma en el oficialismo. Esta tendencia tiene especial impacto en el conurbano bonaerense, donde las dificultades económicas se hacen sentir. La disparado de los productos básicos que forman la mesa de los argentinos supera ampliamente los esfuerzos que se hacen para mejorar los ingresos, ya sea a través de paritarias como de otras formas de incremento de los salarios. Un reciente informe, que mide más de 50 alimentos esenciales en el Gran Buenos Aires, afirmó que a mayo de este año estos productos crecieron casi 15 puntos por encima de los sueldos, lo que marca un nuevo deterioro de la situación de millones de familias.

Todos los meses, el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) mide la evolución de 57 alimentos que forman una canasta esencial, y los compara con el incremento del IPC en general y los salarios. Lo hace en comercios de 20 distritos del conurbano bonaerense, donde se concentran los índices más preocupantes de pobreza e indigencia. En su último reporte, al que tuvo acceso Política del Sur, el denominado Índice Barrial de Precios (IBP) para una familia de dos adultos y dos hijos pequeños “llegó en mayo a 95.965,51 pesos”, esto es un 5,06 por ciento más que 30 días antes “cuando la misma canasta costaba 91.347,3 pesos y un 120,14 por ciento más que en mayo del año pasado, cuando los mismos productos para la misma familia valían 43.592,02 pesos”. “Aun cuando las subas de la canasta de alimentos se morigeraron en mayo respecto a los meses anteriores, la comparación con la evolución del salario y la jubilación mínima sigue siendo ampliamente desfavorable para con éstos últimos”, recalcó la entidad. En concreto, en los cinco primeros meses de 2023 “el salario aumentó 36,41 por ciento, y la jubilación 20,5 por ciento; mientras la CBT subió 46,35 por ciento y los alimentos básicos se incrementaron 49,63 por ciento”.

Por otra parte, indicó el ISEPCI, la misma familia “durante el período mayo 2023, necesitó contar con 214 mil pesos para adquirir los productos que componen la Canasta Básica Total (CBT), o sea, 10.299 pesos más (+5,09 por ciento) que un mes atrás”. Respecto a mayo del año pasado, “iguales productos sumaban gastos de 116.386,96 pesos, por lo que podemos calcular la inflación interanual en 119,16 por ciento”. Si bien, en mayo el aumento del valor de la CBA “fue más bajo que en los cuatro primeros meses de este año (10,5 por ciento promedio de enero a abril), la variación acumulada en estos primeros 5 meses del año, 49,63 por ciento (CBA) y 46,35 por ciento (CBT), sigue siendo superior a la del Salario Mínimo, Vital y Móvil (36,41 por ciento) y la de la Jubilación Mínima (21,50 por ciento)”. Claramente, afirmaron desde la entidad, “las medidas del Gobierno destinadas a controlar la inflación siguen transitando por el campo de los intentos fallidos, más destinados a generar anuncios que a producir cambios”. Mientras tanto, “el deterioro del poder adquisitivo avanza y la mayoría de la población continúa recibiendo las consecuencias de una situación que día a día se va agravando”.

Entre las conclusiones del informe, se destaca que “si bien en algunos meses el aumento de salarios se adelanta a la inflación en alimentos, esto no alcanza a detener el avance del deterioro de su poder adquisitivo”. El otro dato interesante es que “el incremento constante de la Canasta Básica de Alimentos, ingresó en una etapa en que en su comparación anual es cada vez más amplia”. En estos días el Gobierno relanzó un programa de precios de referencia para productos de almacén y limpieza, a los que después le habría agregado frutas, verduras y carnes, supuestamente acordado con las cadenas mayoristas destinados a los negocios de cercanía de los barrios, a regir desde el 1° de junio. “En una recorrida por la página oficial del gobierno, se observan unos 95 productos entre los que no están algunos esenciales como el pan y el azúcar, y otros como la yerba, que figura a un valor superior al que se puede comprar en cualquier comercio minorista”, remarcaron.

A la espera del índice de mayo, las principales consultoras están hablando de una suba del 9 por ciento, manteniendo la tendencia alcista. Esto genera alarma en los gremios, que buscarán reabrir las paritarias, que cada vez están en períodos más cortos. Incluso en la provincia de Buenos Aires, los estatales pidieron revisar “mes a mes” el impacto de la inflación en los salarios, para evitar que la brecha de los alimentos se dispare. Se trata de un pedido de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) que ya formalizó, a través de una carta dirigida al ministro de Trabajo, Walter Correa. El pedido de reapertura de las negociaciones salariales, algo que estaba acordado durante algún momento del mes de junio, llega luego que a nivel nacional la entidad que lidera Andrés Rodríguez cerró un acuerdo muy cuestionado por diversos sectores estatales, al punto que la semana próxima el gremio ATE realizará una medida de fuerza.