viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº1969

Provincia | 2 jun 2023

Definiciones inminentes

El radicalismo bonaerense preso de la interna del PRO

La cúpula oficialista centenaria pugna por secundar a Santilli o Grindetti pero choca con la resistencia del possismo enrolado en el eje Morales- Larreta. Los alcaldes correligionarios del interior más cercanos al bullrismo.


Por: Federico Cedarri

El radicalismo bonaerense representa por estos días el eslabón perdido de la estrategia del partido centenario nacional rumbo a la PASO del mes de agosto.

Es que la irrupción en la órbita centenaria provincial de Facundo Manes en 2021 contribuyó a dotarlo de una autonomía que le está comenzando a jugar en contra, ya que ante la devaluada candidatura presidencial del neurocientífico hoy vuelve a posicionarse en la encrucijada de discernir a quién apoyar de los candidatos del PRO tanto a la presidencia como la gobernación de Buenos Aires.

Si bien hay cierta homogeneización de la influencia de los alcaldes bonaerenses del interior en el sector oficialista del politburó provincial que encabeza el marplatense Maxi Abad, pulsean sin descanso con el moralismo encarnado en Gustavo Posse.

Abad es consciente de que las mediciones de los candidatos centenarios en la provincia de Buenos Aires son minúsculas y es por eso que comenzó a tender puentes con los referentes del PRO, tanto el Jefe de Gobierno porteño, Rodríguez Larreta, como la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, buscando la quimérica unificación de una oferta en la provincia de Buenos Aires.

El remanido argumento que utiliza el marplatense es que será complejo direccionar el voto útil en caso de quedar individualmente terceros en la PASO.

Pero aquí no radica el problema del abadismo sino que al no tener la tracción de un candidato presidencial fuerte, ante un Manes cada vez más desdibujado, los correligionarios nuevamente están a expensas de las decisiones que tome el PRO.

El radicalismo bonaerense no responde a la égida del Comité Nacional que encabeza Gerardo Morales que sostiene un virtual acuerdo con el larretismo y piensa replicarlo en la provincia: “El radicalismo tiene la mayor capacidad de movilización del lado de Gustavo Posse y Evolución”, explica un referente del espacio del alcalde de San Isidro a PDS.

Está claro que este sector exigirá al larretismo, en caso de oficializarse un acuerdo con el jujeño, secundar a Santilli en la fórmula lo que choca de bruces contra la postura del abadismo que no reniega de que el Colo encabece el binomio pero exige que alguien de la representación de los intendentes del interior acompañe al amarillo.

En esta disyuntiva se desenvuelven las tratativas dentro de la órbita centenaria, por lo que se supone que de continuar la intransigencia del possismo podría arrojar a los brazos del bullrismo a buena parte de la corporación centenaria que regentea Abad.

De hecho, algunos intendentes le han acercado indiscretamente a Patricia Bullrich una propuesta de apoyo para la fiscalización a cambio de que no siembre candidaturas en sus distritos.

“Hoy Patricia está mejor que Horacio en las encuestas y la decisión que tomará el sector de los intendentes se basa en el termómetro social”, analiza ante PDS un legislador provincial enrolado con la cúpula abadista.

Candidatura a vicegobernador y compartir eventualmente el poder

El radicalismo bonaerense tiene en claro que no quiere en esta ocasión, si le toca a Juntos gestionar la provincia, repetir el escuálido esquema de poder que el PRO le conminó en la experiencia 2015-2019.

En aquellos años solo se alzó con la vicegobernación bonaerense que encarnó Daniel Salvador y con un solo ministerio que abarcaba cuestiones de tecnología, y de rango bastante alejado de la toma de decisiones trascendentales, que llevó adelante Jorge Elustondo como representante del interior bonaerense.

En esta ocasión, los correligionarios no quieren ser furgón de cola y exigen no solamente secundar a Santilli o Grindetti sino además porciones decisorias dentro del esquema de gestión provincial.

Cerca del titular radical, Maxi Abad, admiten que el jefe partidario se juntó con los dos candidatos a gobernador amarillos y ambos ofrecieron la candidatura a vicegobernador para ese espacio e importantes ministerios si es que Juntos desplaza a Axel Kicillof del poder provincial: la pelota está del lado de los correligionarios.

Una decisión salomónica para definir la puja radical provincial sería que ni Abad ni Gustavo Posse sino un intendente del interior sea finalmente quién pueda acompañar a cualquiera de los precandidatos del PRO.

En ese sentido, el líder del foro de intendentes correligionarios, Miguel Fernández, adelantó que no irá por la reelección en Trenque Lauquen y su nombre comienza a sonar como eventual prenda de paz en la interna centenaria de Buenos Aires.

El oficialismo radical bonaerense aprontará una definición en los próximos días y tomaría como referencia la opinión que expida el denominado sector Malbec del partido encarnado en los mendocinos Alfredo Cornejo, Rodolfo Suárez y el correntino Gustavo Valdéz. Estos referentes están convencidos de enfrentar al acuerdo Morales- Larreta por lo que se sitúan irremediablemente en la vereda de Bullrich.

Unos de los fundadores de la alianza opositora, Ernesto Sanz, se encuentra cercano a la ex ministra de Seguridad nacional pero prefiere mantener la cautela por el momento.

En tanto, uno de sus discípulos políticos, Maximiliano Abad, busca por todos los medios gambetear una elección entre los presidenciables amarillos.

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