miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº1967

Provincia | 30 may 2023

Elucubraciones oficialistas

El peronismo bonaerense otra vez clave en el intento de reseteo kirchnerista

Como hace 20 años cuando Eduardo Duhalde con el soporte de la provincia se convirtió en el gran elector de Néstor Kirchner esta vez Cristina pretendería sostener a de Pedro con el apoyo de la misma estructura política. El albertismo no cesa en su afán de desbaratar la jugada de la Vicepresidenta de direccionar un candidato único de su riñón


Por: Federico Cedarri

El kirchnerismo vuelve a apostar fuerte al peronismo bonaerense en su desesperado intento de resetearse en el poder.

Si bien los escenarios difieren, no deja de llamar la atención que la irrupción brusca de Néstor Kirchner en el escenario nacional hace 20 años tuvo el apadrinaje político del entonces patrón del peronismo provincial: Eduardo Duhalde.

El ex mandatario se puso al hombro por aquellos días la candidatura de Kirchner y en tres meses logró posicionarlo como el segundo candidato más votado y con el casi único sostén del peronismo provincial posibilitó que el patagónico quedara a escasos dos puntos de Carlos Menem en la carrera por la presidencia.

Hoy todo indica que Cristina querría emular aquella acción del Cabezón y habría conferido a Wado de Pedro, un soldado de la causa camporista, el resguardo del peronismo bonaerense esta vez conducido por un Kirchner que mantiene un lazo inalterable con los alcaldes de los distritos más populosos del Gran Buenos Aires.

En los instantes postreros del acto del 25 de mayo estos protagonistas empapelaron el conurbano de postales de Wado con Cristina poniendo primera al operativo de rápida instalación del ministro del Interior como delfín de la Vicepresidenta.

De Pedro salió a la palestra con el guiño de la ex presidenta con la premisa de armar y sumar para verificar si de acá al 24 de junio empieza a percibirse en los sondeos una traslación de los votos de Cristina hacia su candidatura: “Wado es la apuesta de Cristina para reemplazar a quién ella pretende que es Axel", explica a PDS un legislador provincial peronista.

El acto de Cristina en Plaza de Mayo más allá de la espectacularidad de que lo dotó una lluvia que se asoció a la épica que quería imprimirle el kirchnerismo, dejó como conclusión fundamental que la ex presidenta continúa sin emitir señales concretas para el afuera.

En rigor, no renuncia a extender las definiciones hasta el filo del 24 de junio y solamente se limitó a mostrar a su lado a quienes de hecho se especula con que podrían ser los bendecidos: Axel Kicillof, Wado de Pedro y Sergio Massa.

Ocurre que la provincia de Buenos Aires es estratégica en la égida de kirchnerismo por lo que se presume que Cristina se habría resignado a que Kicillof pelee por la reelección para intentar asegurar el distrito: "Se dio cuenta que la resistencia es en la provincia”, advierte otro legislador provincial a este portal.

También hay otra voces, las menos, que se inclinan por aventurar que el impulso a de Pedro es un globo de ensayo que opera como cortina para que el 24 de junio la Vicepresidenta deposite las elección en el ministro de Economía, Sergio Massa.

“Cristina puede alimentar a Wado solamente como un modo de negociar con Massa, darle la candidatura presidencial pero quedarse con todo el manejo de las listas”, sostiene un referente peronista experto en negociaciones palaciegas.

Aunque también ha circulado en los corrillos de los mentideros políticos que el tigrense tendría hoy día más chances de ser candidato a senador nacional por Buenos Aires, en rigor el puesto que el rompecabezas oficialista asignaba otrora a Cristina.

También se urdió algún tipo de elucubración que sostenía a un Máximo Kirchner candidato a presidente como una forma de comprometer el apellido con la aventura nacional aunque antes de cobrar trascendencia la especie ya habría quedado desechada: los más razonables lo sindican encabezando la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires.

Más allá de estas especulaciones lo concreto es que Cristina apuesta a no perder centralidad y dejó bien claro que será la protagonista de la puntada final a la estrategia electoral del Frente de Todos.

La Vicepresidenta tiene en claro que en el próximo turno la candidatura presidencial debe ser encarnada por un moderado y es por eso que pivotea sobre las opciones de Wado de Pedro, un camporista soft, y Sergio Massa que pese a que lo relega en la consideración la compleja situación económica despunta buenos vínculos con los poderes fácticos.

El albertismo despliega poder de daño

Si bien Alberto Fernández se mantiene ajeno a cualquier tipo de decisión trascendental hasta de su propio gobierno, sí se considera con poder de fuego para lesionar la jugada de Cristina de transformarse en la gran electora de un candidato afín a sus deseos sin internas.

El albertismo residual prepara en las gateras a Daniel Scioli, que de hecho ya estaría confeccionando listas separadas de la égida kirchnerista  para competir en la PASO oficialista..

Nadie duda que el ex gobernador bonaerense avanza en su ambición presidencialista alentado por Fernández, que no se duda pondrá a disposición de Pichichi la poca estructura leal que le queda para sostenerlo en su pulseada contra el kirchnerismo.

“Hoy Alberto solo puede joder la estrategia de Cristina, es todo su propósito, aunque involuntariamente termine perjudicando al peronismo”, explica un analista de opinión a este portal.

Cerca de Fernández advierten que la Vicepresidenta no genera un plafón unívoco dentro del peronismo y ponen como ejemplo que en el acto de la Plaza de Mayo solo estuvieron en el escenario tres gobernadores, no hubo dirigentes de la CGT y solo se pudo visualizar a los alcaldes del conurbano socios de Máximo Kirchner.

Cada sector seguirá tironeando de acá al 24 de junio, fecha límite donde decantarán los acontecimientos y se develará a ciencia cierta hasta donde se extiende la resistencia albertista.

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