Por: Federico Cedarri

El radicalismo encara una etapa decisiva en lo que tiene que ver con el desenvolvimiento de la estrategia que adoptará hacia la convención del 12 de junio, donde deberá definir si presenta un binomio puro en agosto o si va rumbo a una confluencia con las dos fórmulas del PRO.

Gerardo Morales busca capitalizar el triunfo rotundo en Jujuy de su delfín, Carlos Sadir, para volver a posicionarse en el universo político y robustecer la chance de que el radicalismo pueda concretar su anhelo de ir con un candidato propio a la PASO.

El titular del partido centenario a nivel nacional continúa actuando en tándem con Horacio Rodríguez Larreta, aunque hacia dentro de su partido no descarta la posibilidad de secundar al Pelado si es que los números continúan tan magros como hasta el momento para el jujeño.

El gobernador ha vuelto ciertamente inconducente un acercamiento con Patricia Bullrich y en varias de las definiciones vertidas parece embozar un critica ácida no solo a Milei, descalificando la dolarización para lo cual explica se necesitarían 45 mil millones de dólares que el país no tiene, sino también son dardos teledirigidos al macrismo que propone dinamitar el andamiaje político y eventualmente avanzar hacia políticas de shock.

En tanto, el otro presidenciable Facundo Manes buscó levantar el perfil en los últimos días con la inserción en sus equipos técnicos de los economistas heterodoxos Mariana Dal Poggeto y Martín Rapetti.

No obstante, dentro de la estructura del diputado nacional consideran que será complejo articular una síntesis económica sobre todo por la presencia en la elaboración de programas de gobiernos de ortodoxos como Luciano Laspina, cercano a Bullrich.

Los principales popes del radicalismo coinciden en dejar en claro que no esperan que la interna del PRO se disipe hasta la PASO del 13 de agosto y que los boinas blancas han quedado envueltos en la telaraña de tales disidencias: “El PRO nos ha sumergido en su delirante interna y no entiende que debemos avanzar hacia una síntesis que es lo que pide la gente”, sostiene un legislador correligionario preocupado por el cuadro de situación.

“Tenemos ese gran desafío y le pedimos a nuestros socios que se dejen de desangrar”, completó aquel referente.

Partidarios de una fórmula única en la provincia

El radicalismo bonaerense entiende que se está ante la gran posibilidad de que Juntos vuelva a gobernar la provincia de Buenos Aires.

Concluyen que según los últimos sondeos que le llegan periódicamente, Kicillof se encuentra estancado con tendencia a la baja y que la oposición debe buscar consolidar una fórmula única para contrarrestar el efecto de Javier MiIei, a quién buscan denostar como funcional a una hipotética reelección del actual gobernador: “A Milei lo banca el kirchnerismo, le dieron el sello y le arman estructura, es la trampa de la tercera opción como hicieron con Lavagna en 2019”, cuestionan con dureza ante PDS un referente boina blanca

El radicalismo tiene tres candidatos en la cancha bonaerense, dos del sector que responde a Gerardo Morales, Martín Tetaz y Gustavo Posse, mientras que Maximiliano Abad se enmarca dentro de la estructura que contiene a la mayoría de los alcaldes correligionarios de la provincia que ensayan un tímido apoyo a Facundo Manes pero sin cortar los lazos con el sector larretista del PRO.

Tetaz, que responde al líder de Evolución Martín Lousteau, ha acentuado las recorridas por el Gran Buenos Aires y lanzó al ruedo un spot en Tick Tock al ritmo de Queen en lo que parece presuponer que su candidatura al sillón de Dardo Rocha está plenamente activa.

Tampoco Gustavo Posse decae en sus intenciones, se mantuvo al lado de Gerardo Morales el pasado domingo en Jujuy donde concurrió con su alfil, el diputado provincial de San Martín Walter Carusso, dejando estipulado que es uno de los favoritos del gobernador jujeño para la gobernación bonaerense.

Abad en tanto piensa dejar en claro que la estructura partidaria provincial le responde casi en pleno, pondrá este viernes en movimiento el aceitado aparato de los alcaldes bonaerenses para efectuar una demostración de fuerza donde plasmará la necesidad de que el radicalismo adquiera un protagonismo central en el tiempo que viene.

“Maxi tiene el apoyo casi total de los intendentes además de la mayoría de los legisladores provinciales, lo que lo transforma en el indiscutido candidato a gobernador radical más allá del resto de los postulantes plantados por Morales”, destaca otro legislador radical ante PDS.

Lo concreto es que el politburó del partido centenario no escatimará esfuerzos en la búsqueda de una fórmula de consenso con el PRO para enfrentar con chances a Kicillof: “Vayamos colgados de las fórmulas nacionales que haya pero en la provincia no podemos quedar con candidatos de manera individual en tercer lugar porque Milei nos jodería con el voto útil”, agrega un analista de la actualidad correligionaria.