El INDEC publicó los datos sobre pobreza e indigencia para el segundo semestre de 2022. De un primer análisis de los números a nivel nacional se desprende que la pobreza ha crecido y la indigencia ha bajado, tanto en cantidad de persona como de hogares.

Al segundo semestre de 2022, la pobreza por ingresos alcanzó al 39,2% de las personas y al 29,6% de los hogares. Por su parte, la indigencia alcanzó al 8,1% de las personas y al 6,2% de los hogares. El aumento de la pobreza se dio en un contexto de caída del desempleo, el cual se ubicó en el 6,3% hacia el segundo semestre de 2022. Se estaría dando un crecimiento del empleo pero con salarios bajos, los cuales no permiten que muchos trabajadores empleados dejen de ser pobres.

Observando el último dato de distribución del ingreso por deciles reportado por el INDEC, durante el cuarto trimestre de 2022 podemos notar un descenso de la participación en el mismo por parte de los tres deciles de mayores ingresos (8-10) respecto al tercer trimestre. Como contraparte de esto, los siete deciles de menores ingresos (1-7) presentan una mayor participación en el total. Téngase en cuenta que entre los cuatro deciles de menores ingresos (1-4) puede ubicarse a la población por debajo de la línea de pobreza, por lo que se desprende que la distribución del ingreso no sólo afectó positivamente a los sectores bajos sino también a los sectores medios (5-7).

Cuando nos detenemos en la brecha de pobreza, encontramos que en el segundo semestre del 2022, el ingreso medio de la población por debajo de la línea de pobreza debió ser un 36,5% mayor para alcanzar una canasta básica total, 0,7 puntos porcentuales menos que el primer semestre del 2022.

Desde el año 2019, se observa una caída del poder adquisitivo de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), la jubilación mínima, el Salario Mínimo y el Potenciar Trabajo medidos en términos de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) para un adulto equivalente. La dinámica es similar cuando se mide el poder adquisitivo medido en Canastas Básicas Totales (CBT) para un adulto equivalente. La evolución de la RIPTE mostró un aumento real del 1,7% en febrero del 2023 respecto del mes anterior según indica el Ministerio de Trabajo Empleo y Seguridad Social. De esta manera se ubica un 5% debajo del mismo mes del 2022 y un 2,6% por debajo del valor de diciembre de 2019.

De acuerdo al índice de salarios del INDEC, el salario general arroja una caída mensual real en enero del 2023 del 1,2% y del 3,4% respecto del mismo mes del año 2022. El salario privado registrado, por su parte, muestra una caída real del 1,4% respecto del mes anterior y del 2,6% respecto del mismo mes del mismo mes del 2022. El salario privado no registrado, mostró un aumento mensual real del 0,7% en enero del 2023 y una caída del 13,4% respecto del mismo mes del mismo mes del 2022.

La evolución del Salario Mínimo Vital y Móvil al mes de marzo del 2023 presentó una caída mensual real del 3,4% en términos reales. Tomando la comparación contra marzo del 2022, el poder adquisitivo del SMVM aumentó un 4,6%.