miércoles 08 de mayo de 2024 - Edición Nº1981

Gremiales | 31 mar 2023

ANALISIS

“Desguazar” la paritaria estatal, una alternativa para frenar la pérdida salarial

Muchos organismos y entidades del Estado quieren convenios propios, que atiendan las particularidades sectoriales y mejore las condiciones de ingresos. Los casos que están más avanzados. El pedido se da en el marco de un nuevo informe que alerta sobre la enorme pérdida de los salarios públicos.


Por: Diego Lanese

Con un llamado de último momento y promesas de cumplir algunas de las medidas acordadas hace meses, las autoridades de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) intentan destrabar el conflicto con sus trabajadores, que anunciaron un paro para el inicio de la Semana Santa. El nudo del problema radica en la falta de avances en un convenio colectivo propio, que atienda las necesidades de los empleados del sector, que con parte de la actividad aerocomercial pero que está bajo los parámetros laborales del personal estatal. Pese a los compromisos asumidos, las negociaciones no avanzaron, y generaron el nuevo foco de tensión. Lo del ANAC no es la única discusión abierta en la paritaria estatal, ya que hay varios sectores que quieren “desguazar” la discusión, para atender cuestiones puntuales. Esta tendencia creció en los últimos tiempos, cuando la inflación desmoronó los ingresos del sector público. Un informe reciente pone de manifiesto esta pérdida, que alcanza el 34 por ciento desde diciembre de 2015.

 

La salida del convenio de los estatales nacionales, que actualmente representa a unos 132 mil empleados de la administración pública y sus organismos descentralizados y dependencias nacionales, es un viejo anhelo de diversos sectores que se potenció con la situación de inflación y pérdida salarial que se da en los últimos años. En una primera etapa la idea era poder tener cláusulas especiales para atender reclamos sectoriales, como sucede en la propia ANAC, el CONICET o la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), que son los que hoy tienen negociaciones abiertas. Además, el SENASA logró sumar acuerdos parciales, que atienden cuestiones laborales concretas del sector, como los traslados al interior, o la necesidad de cubrir todo el espectro laboral. Todos estos avances son apuntalados por ATE, cuyos delegados tienen el desguace como forma más propicia de atender cuestiones puntuales. En otras áreas, como en salud, los gremios “chicos” quieren separarse de la paritaria estatal nacional como una forma de ser parte de la mesa de discusión.

Como recuerda Marcelo Belelli, coordinador de ATE en la ANAC, el conflicto se mantiene desde el año pasado porque “no logramos avanzar en la paritaria sectorial de los trabajadores de la ANAC, por lo cual decidimos el paso de mantenernos en alerta”. “Llamamos a la protesta porque no tuvimos ninguna respuesta a los reclamos, veníamos en conversaciones, pero esta semana debíamos volver a reunirnos, pero las autoridades de la ANAC no nos llamaron, así que decidimos la medida”, agregó Belelli en diálogo con Política del Sur. Los reclamos de los trabajadores del organismo nacional apuntan a dos puntos clave. Por un lado, se planteó “la necesidad imperiosa de avanzar con el suplemento anual del 1,5 por ciento, desde la creación de la ANAC, acumulativo y sin pérdida de percepción por motivo alguno”. En cuanto al segundo punto, la dirigencia volvió a expresar que “resulta urgente el establecer un aumento del valor módulo del 20 por ciento por encima del acuerdo paritario nacional”. En otros casos, el pedido a nuevos acuerdos apunta a reconocer actividades específicas, como en el CONICET que quiere que los asistentes de laboratorios tengan los beneficios de la carrera científica.

 

Además de la cuestión laboral, recuperar el salario perdido con negociaciones propias impulsaron el espíritu “separatista”. Es que los sueldos del sector estatal vienen sufriendo mucho ante la suba del IPC, y según el último reporte de la Junta Interna del INDEC llega al 34 por ciento entre diciembre del 2019 y febrero de este año. Si se tiene en cuenta que la inflación acumulada interanual es del 102,2 por ciento, y la acumulada a ese inicio es del 352,5 por ciento, la “pérdida del poder adquisitivo respecto a diciembre de 2015 del salario categoría D0 perdió 33,5 por ciento”. “Si a esta pérdida la ponemos en pesos la misma sería, actualizada a febrero del 2023, igual a 3.916.359 pesos o 32 salarios de nuestro caso testigo nivel D grado 0 del SINEP en el mismo período de referencia”, destacó el reporte. 

Ante esto, Raúl Llaneza, delegado de ATE en el INDEC y uno de los autores del informe, le adelantó a Política del Sur que en la negociación de este año el sector pedirá “un aumento del 50 por ciento de una sola cuota para todos los estatales, un bono de 30 mil pesos mensuales que permita recuperar lo perdido”. En este sentido, según los cálculos de la Junta Interna que se hacen en base a datos oficiales, “ningún salario de una familia tipo debería estar por debajo de los 273.146 pesos mensuales”. Este valor se compone de 94.664 pesos necesarios para adquirir una Canasta Alimentaria Mínima y de 178.482 pesos para acceder a otros bienes y servicios básicos.

Respecto del techo salarial que intenta imponer Sergio Massa en el Estado, la Junta Interna rechaza cualquier limitación. “El salario cuenta con el carácter de alimentario, el cual establece el piso mínimo de bienes y servicios a los cuales debe acceder un trabajador por el solo hecho de poner a disposición su fuerza de trabajo, que le permitan un nivel de vida adecuado para él y su familia, junto a una mejora continua de las condiciones de existencia”, concluyó el trabajo.

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