Por: Federico Cedarri

Con una sesión cargada de emotividad, la vicegobernadora bonaerense Verónica Magario encabezó el encuentro parlamentario que renovó su repudio al golpe de Estado cívico-militar de 1976 que tuvo las presencias de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto y de Erenia de Sánchez Viamonte, cofundadora de Madres de Plaza de Mayo- La Plata.

Desde las gradas participaron el ministro de Justicia bonaerense, Julio Alak, la titular de Gobierno, Cristina Alvarez Rodríguez, la ministra de Género, Estela Díaz, la presidenta del Instituto Cultural, Florencia Saintout, el titular de Hábitat, Agustín Simone, su par de Trabajo, Walter Correa, y el intendente de Ensenada Mario Secco.

También se hicieron presentes Alejandra Bonafini, hija de Hebe y los nietos recuperados Leonardo Fossati y Victoria Donda.

Durante la sesión, se procedió al descubrimiento de un pañuelo blanco alusivo a la lucha de las Madres y Abuelas que fue entronizado en el recinto de la Cámara Alta provincial.

La vicegobernadora Magario señaló: “Nos debíamos a 40 años de la recuperación de la democracia poder tener en nuestro recinto entronizado el pañuelo de nuestra Madres y Abuelas”.

“Fueron nuestras Madres y nuestras Abuelas”, precisó y dirigiendo su mirada hacia Estela Carlotto y Erenia de Sánchez Viamonte afirmó: “Ustedes marcaron un antes y un después en la historia argentina y nuestros nietos que se animaron a saber de dónde venían, representan una etapa de mucho dolor, de mucha injusticia impartida de quienes gobernaban de facto”.

También se pudo escuchar en un video un mensaje del ministro del Interior del Gobierno nacional, Eduardo Wado de Pedro, que reivindicó la labor persistente de las Madres y Abuelas e hizo un llamado a encontrarse este viernes en la Plaza de Mayo.

La matancera María Reigada afirmó que el terrorismo de Estado sirvió para “implementar medida económicas que nos hicieron perder nuestros derechos, además de nuestros compañeros”.

Puso en valor la tarea de Néstor Kirchner que “no solamente bajó los cuadros sino que modificó la Corte de la mayoría automática y logró la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final para que se pudiera avanzar en el juicio a los genocidas y a los empresarios que también actuaron y cometieron delitos de lesa humanidad”.

Más adelante, la camporista Ayelén  Durán reflejó sus sentimientos presa de la emoción: “Es un día histórico y mucho más feliz de lo que lo pensamos” en relación con la entronización del pañuelo en el recinto que fue una propuesta de su autoría. “Para las mujeres que creemos en la lucha de las Madres y Abuelas es un gran honor”, agregó.

Criticó que "el partido judicial cuestione la democracia, nos encontremos en la calle con un escenario de persecución y proscripción de Cristina Kirchner”.

“Están intentando disciplinar a la política, a los que pelean por la redistribución del ingreso y los poderosos económicos, judiciales y mediáticos”, cerró.

El titular del bloque de Juntos, el marplatense Alejandro Rabinovich, afirmó: "Todos tuvimos la misma bandera, una necesidad de movernos en un Estado democrático".

Además reivindicó el rol de Raúl Alfonsín: “Se puso al hombro el juicio a las Juntas”.

En un tiro por elevación al oficialismo pidió que en esta fecha “no pensemos en tratar de sacar provecho político”.

“La historia no la podemos juzgar por los últimos años porque seríamos injustos con otros protagonistas, no busquemos que sea la fecha para un sector, solo debe ser Memoria, Justicia y Verdad para todos los argentinos”, concluyó.

Por último, tomó la palabra la presidenta del bloque de senadores del Frente de Todos, Teresa García, que rápida de reflejos le contestó a Rabinovich: "No nos arrogamos la centralidad pero hemos visto que través de los años los peronistas hemos puesto la sangre y muchas vidas”.

“El golpe fue cívico y militar con connivencia de los empresarios, tanto le costó al país que a veces hay remedos de como se disciplina a un pueblo para que no reclame”, continuó.

Fue enfática al afirmar que los desparecidos “fueron 30 mil y el retorno democrático constituyó la lucha de todas las organizaciones políticas”.

“A nosotros nos sigue sangrado que de los 30 mil desaparecidos hayan sido muchísimos nuestros compañeros”, subrayó.

García fustigó a quienes hablan del curro de los derechos humanos y puso de ejemplo el tesón de Azucena Villaflor y el conjunto de las Madres y Abuelas que no se cansan pese a los años de trajinar: “Esos sectores solo apuntan a debilitar la democracia”.

La senadora peronista reiteró nuevamente: “Fueron 30 mil, ejercimos el gobierno pero no la venganza contra los culpables, sino la justicia”.