El boliche Mi Club de Banfield fue fundado en 1950 y muchas parejas se conocieron en sus pistas de baile. Durante la pandemia de covid tuvo que soportar el cierre por 19 meses, aunque pudo transformarse, soportar la crisis y ponerse de pie nuevamente.

El 8 de julio se va a celebrar el año número 73 de Mi Club y en diálogo con Política del Sur, el dueño del local, Adrián Mattiauda, destacó: “No podemos decir 73 años ininterrumpidos por la pandemia, pero estamos felices por seguir en pie después de tantos años”.

Abrió sus puertas el 8 de julio de 1950 en un local de la calle Chacabuco 158, en la misma manzana donde está su actual ubicación a la que se mudó años después, en Cochabamba 249. En sus comienzos, manejaba un estricto código de vestimenta que solicitaba a los hombres concurrir con traje y a las mujeres con vestidos largos. Sin embargo, con el paso del tiempo se fue ajustando a las modas y costumbres de cada época.

 “Yo soy el hijo del fundador y quedamos los hijos de los que arrancaron con esto”, exclamó con entusiasmo Adrián Mattiauda, hijo de Rubén, quien hoy tiene 87 años.

Mi Club es considerado pionero en todo Sudamérica por ser el primer local en pasar «enganchados» de música y emplear juegos de luces para animar la pista de baile. Aunque las canciones que sonaban fueron cambiando, así como la vestimenta y hasta las formas de bailar; algo atravesó a todas las generaciones que fueron allí a divertirse: el boliche fue escenario donde se conocieron muchas parejas que siguen juntas hasta el día de hoy.

En la actualidad, los boliches tienen la difícil misión de competir con los bares y las cervecerías. Son pocos los locales bailables que se mantienen en la zona de Lomas de Zamora, Banfield y Temperley.

“Quedaron pocos boliches y la etapa de la pandemia profundizó que estuviera cerrado y se tomó la costumbre de la cervecería, los bares, pero el boliche sigue siendo con la opción de cena show y es un poco complemento, pero el baile sigue siendo el baile, aunque en líneas generales los boliches siguen estando en vigencia”, consideró Mattiauda.

De hecho, aunque el lugar tiene un marcado perfil «sub 40», lo cierto es que muchos adolescentes lo eligen para hacer allí sus fiestas de egresados y los jóvenes también deciden pasar las noches de fin de semana. Y aunque se trata de generaciones marcadas por la tecnología y las redes sociales, todavía sigue habiendo espacio para nuevas historias de amor que nacen entre canción y canción.

De todas maneras, Mattiauda contó que “los shows se hacen en la parte del restaurant previo a las discos”. También, se hacen despedidas de soltero, cumpleaños y el local cuenta con tres salones y sus respectivos DJS. “Se puede venir a tomar algo si no te gusta tanto la disco. Es aggiornarse un poco a la moda de los bares”, resumió Mattiauda.

Noches de Vinilo en Mi Club

Por otra parte, el 14 de abril se realizará el tradicional evento llamado “Noches de Vinilo”. Así los amantes de las canciones vintage de las décadas del 70, 80, 90 y 2000 podrán disfrutar de una jornada inolvidable.

“Es una fiesta ochentosa y noventosa, con dj invitados. Es el tipo de público que manejamos los sábados también. Cada uno con su estilo y su tipo de música, hay clásicos del rock nacional e internacional. Se hace una cena previa con entrada y plato principal”, comentó Mattiauda.

Pablo Tellechea, otro de los clásicos musicalizadores, estará presente en la fiesta de Mi Club (Cochabamba 249) y, para esta ocasión, asistirá como DJ invitado Ariel Perazzoli, músico y productor uruguayo que presentará material exclusivo.