miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº1967

Sociedad | 13 mar 2023

HISTORIAS DE LA REGIÓN

La familia Velayos sigue con su legado: un siglo de la 543 en Lomas de Zamora

A comienzos del siglo XX, el abuelo de Celina Velayos fue el fundador de la empresa, que 100 años después continúa a cargo de varias líneas que recorren el distrito.


En 1923 Teófilo Velayos puso en marcha el primer colectivo que circuló por Lomas de Zamora. El legado quedó en manos de sus hijos, nietos y bisnietos. Cuatro generaciones después, las seis líneas de colectivos de la firma de la familia Velayos recorren las estaciones de trenes de Lomas de Zamora, Banfield, Temperley y gran parte del interior de los distintos barrios; llegan a la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) en el Cruce de Lomas y pasan por Puente La Noria, entre otros sitios emblemáticos del partido.

Celina Velayos es la tercera generación familiar y vicepresidenta de la empresa Yitos Sociedad Anónima de la Línea 543. En diálogo con Política del Sur, aseguró sobre la historia de la compañía: “Era muy diferente todo hace 100 años. Los colectivos tenían lonas que cubrían las ventanas. Ahora hay GPS, aire acondicionado, rampa para discapacitados. Cambiaron muchas cosas”.

“Cuando empezó mi abuelo era un pueblo chico. Eran solo 10 cuadras y conocía a todos los vecinos. Era una cosa muy amena. Mi abuelo primero tuvo taxi y ya los conocía a todos los vecinos”, indicó. El 23 de febrero de 2023 se cumplió un siglo de la empresa familiar y sin dudas, en 100 años mucho ha cambiado en el distrito y el país.

La inseguridad

Un tema cotidiano es el de los robos a los choferes de colectivos. “Todo el tiempo se habla con los comisarios. Hay cosas que no se pueden evitar. La violencia está a la orden del día. Son jóvenes que tiran piedras y lastiman a la gente con vidrios rotos. Adentro viajan chicos y familias. Todo es inversión y pérdidas grandes para la empresa. Todos los precios y los costos son complicados. Siempre se hacen reuniones por seguridad”, apuntó Celina.

Asimismo, recalcó que “los horarios se respetan”. “Si hay problemas usamos las redes para avisar, pero los problemas de inseguridad siguen pasando. Los recorridos están cubiertos. El chofer siempre maneja en el mismo horario y pasa todos los días por el mismo lugar. Los únicos cambios son si se rompe alguna unidad, pero siempre los horarios son los mismos”, amplió.

El vínculo entre chofer y pasajeros

Uno de los puntos positivos que remarcan a diario quienes viajan en la línea 543 es el trato ameno del chofer hacia los pasajeros.

Así lo remarcó Velayos: “El vínculo y sentido de pertenencia con el pasajero genera confianza. Hay chicos que le piden a los choferes que los lleven a las fiestas de egresados. Los papás vinieron a la empresa para que puedan llevar a los chicos a una quinta que habían alquilado. Somos una empresa familiar y estamos al tanto de todo. Trasladamos más de un millón de personas por mes y nos ganamos el respeto con el paso de los años”.

La pospandemia

Durante la pandemia, los servicios en las líneas de colectivos debieron acomodarse a la nueva realidad. Protocolos con barbijos, alcohol en gel y demás cuidados fueron moneda corriente. Eso ya parece ser una cuestión del pasado.

“En la pandemia había otro protocolo y la relación es muy buena ahora. Volvimos a la normalidad y se nota en todo. Esperas, demoras, es como que volvió al ritmo habitual que había antes. Ahora la gente se cuida y es muy personal el uso del barbijo. Ya no hay recomendación por parte de la empresa”, finalizó Velayos.

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