Por: Federico Cedarri

El peronismo de la provincia de Buenos Aires no está exento de las vicisitudes internas que laceran con severidad a la fuerza a nivel nacional.

Es que el evento llevado a cabo durante la semana precedente en uno de los bastiones justicialista del oeste, puntualmente la localidad de Merlo, trajo aparejado una conclusión importante: Máximo Kirchner no logra homogeneizar a la tribu bonaerense.

El cónclave sirvió entre otras cosas para brindarle un espaldarazo político al ministro del Interior nacional, Eduardo “Wado” De Pedro, que cada vez disimula menos sus intenciones de ser candidato presidencial.

El funcionario camporista había estado envuelto en una polémica por el supuesto desdén que le propició el presidente Alberto Fernández al no invitarlo a un encuentro sobre derechos humanos del que participó el mandatario brasileño, Luiz Inácio “Lula” da Silva.

Una de las ausencias que más resonó en el oeste bonaerense fue la del alcalde del distrito más populoso del conurbano bonaerense, el matancero Fernando Espinoza.

Trascendió que habría cierta molestia por una supuesta bendición de Máximo Kirchner al desembarco político del movimiento Evita que rivaliza con Espinoza en aquel distrito bonaerense y que lleva como punta de lanza la candidatura a la intendencia de la ex diputada provincial Patricia Cubría, pareja del líder del espacio social, Emilio Pérsico.

La presencia numerosa del Evita en el acto de Cristina en el Diego Maradona durante noviembre  explicaría ese eventual tácito pacto estratégico.

Otro de los ausentes al encuentro fue el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, que mantiene una dura disputa en su territorio con quién lo reemplazó durante su estadía en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, el camporista Damián Selci que tendría la venia de Máximo para ir por la intendencia.

También contribuyó en la ausencia de Juanchi el hecho de no hubiese sido invitado al encuentro el presidente Alberto Fernández.

Otro de los alcaldes que se encuentra con la guardia alta contra La Cámpora  ante la posibilidad que le planten un candidato para enfrenarlo en la PASO es el jefe comunal de Ituzaingó, Alberto Descalzo.

También faltó a la cita el varelense Andrés Watson, delfín de Julio Pereyra, que no vería con agrado la estrategia del kirchnerismo duro de ningunear al titular del Ejecutivo nacional, al margen de la buena sintonía entre su mentor y el jefe de Gabinete nacional, Juan Manzur.

Se plegó con el mismo argumento el alcalde de José C Paz, Mario Ishii, devenido en un aliado incondicional de Fernández en el conurbano, de hecho el mandatario ha utilizado como cabecera de playa aquel distrito para sus recientes desembarcos en la provincia.

Por otra parte, se descontaba la ausencia de Fernando Gray, alcalde de Esteban Echeverría, que sostiene un enfrentamiento encarnizado con Máximo desde que este último se entronó en la comandancia del PJ.

En rigor, si bien Kirchner genera desconfianza en sectores del peronismo del conurbano  se hace extensivo el malestar respecto a su conducción partidaria en algunos dirigentes del interior bonaerense.

“Nosotros creíamos que con él en el partido se abría la discusión política y lo que se fomenta hasta el momento es la rosca entre pocos”, soltó con furibunda molestia un legislador provincial  a PDS.

La mesa política del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires tiene una fuerte impronta kirchnerista y va de suyo que las decisiones trascendentes tendrán una vez más el sello de  Cristina.

El territorio bonaerense se convirtió en la meca de la Vicepresidenta y es allí donde concentrará todos los esfuerzos para retener el poder cuatro años más, por lo que no se descarta que pueda moverse de su aparente negativa  a participar del proceso electoral en ciernes y se suba a la boleta bonaerense como candidata a senadora nacional.

Es difícil que se habilite un proceso interno que le estorbe a Kicillof el tránsito hacia la PASO como candidato único, más allá del respaldo enérgico de Cristina a su candidatura el Gobernador exhibe números sólidos que habría hecho desestimar a los alcaldes del conurbano, socios de Máximo Kirchner, la chance de enfrenarlo en una interna.

Los intendentes peronistas buscan asegurarse los fondos para el año electoral

Más allá de las conclusiones que se deprenden del encuentro en Merlo, los alcaldes justicialistas y en particular los el conurbano que constituyen el bastión electoral justicialista, celebraron una reunión previa al encuentro partidario en la gobernación bonaerense donde le pidieron al mandatario bonaerense que les garantice los recursos para afrontar el año electoral.

El Gobernador sabe que deberá aceitar la dinámica de distribución de recursos que se volverá indispensable para realizar una buena elección en territorio provincial que le garantice un piso cercano al 40% con el que creen en calle 6 que podrían asegurar la reelección de Kicillof.