Por: Federico Cedarri

La aprobación del Presupuesto y Ley Impositiva que clausuró la temporada legislativa trajo como consecuencia postrera la postergación de una iniciativa que puede traer aparejada una complicación adicional para el gobierno provincial en el año electoral: La reforma del sistema previsional del Banco Provincia quedó fuera de la agenda final parlamentaria con las consecuencias que tal eventualidad conlleva.

El gremio La Bancaria dio el puntapié inicial para exponer su fastidio porque la propuesta del Ejecutivo fue desahusiada por los legisladores de la oposición juntista, ya comenzó con paros sorpresivos que afectan el normal funcionamiento de la institución crediticia bonaerense.

El gremio que conduce el kirchnerista duro Sergio Palazzo ya había llevado a la práctica una metodología cercana a los escraches en el interior de la provincia contra los diputados y senadores opositores.

Sin embargo, la misma había sido inútil en primera instancia para torcer la resistencia de la bancada que conduce el radical Maximiliano Abad de rechazar de plano la propuesta consensuada con Kicillof.

En rigor, si bien el proyecto que envió el mandatario bonaerense al Parlamento devuelve derechos conculcados como el 82% móvil y la movilidad de acuerdo a las paritarias del sector, en desmedro del cálculo de ANSES como dispone la reforma vidalista votada en el 2017, la oposición cuestiona con altisonancia el abultado déficit que seguiría zanjando el tesoro provincial.

Se había acordado una instancia de negociación en primer término donde los juntistas dieron el visto bueno para avanzar con el trayecto parlamentario de la propuesta, sin embargo una súbita intervención del ex presidente Mauricio Macri cuestionando la intervención de dineros provinciales para enjugar el desfasaje de la Caja demolió el precario consenso alcanzado.

Macri llamó a los principales referentes del PRO legislativo y los conminó a vetar la iniciativa oficial, ante esa situación los amarillos buscaron y obtuvieron por mecanismo de solidaridad el apoyo de sus socios radicales que prefirieron una vez más acompañarlos antes que pagar el costo político de votar por separado.

Durante diciembre, el peronismo amagó varias veces con llevar la propuesta al recinto a fin de conformar a la Corte Suprema Bonaerense y brindar la solución política de fondo que reclama pero la oposición juntista se abroqueló en su rechazo y no permitió ningún resquicio para que la propuesta estuviese a consideración.

Ante esta circunstancia, el máximo tribunal aviso que podría estirar como un gesto de buena voluntad una definición de incostitucionalidad de la reforma del 2017 hasta el mes de marzo conjuntamente cuando comience el período ordinario, a fin de dar tiempo para que pueda abordarse algún tipo de negociación en el marco de la imperiosa necesidad de lograr algún tipo de entendimiento.

La Bancaria ha salido en los últimos días con los tapones de punta contra los legisladores provinciales del PRO y la UCR, al tiempo que ha reforzado su ofensiva ante la falta de resultados con la instauración de medidas de fuerza.

Kicillof es consciente de que tiene que resolver de manera favorable un conflicto de arrastre que, en caso de que la Corte se vea obligada a declarar la inconstitucionalidad de la norma votada durante el vidalismo, puede generarle una verdadera sangría de recursos debido a la catarata de juicios con sentencia firme de los que tendría que hacerse cargo el erario provincial, justamente en el transcurrir del año electoral.

Diferencias de criterios entre los actores opositores

Si bien el bloque opositor se mantuvo inflexible en su postura de rechazo a la normativa que empujaban el oficialismo y el gremio bancario, las diferencias internas existieron aunque no bastaron para generar un quiebre en la bancada.

El PRO mantuvo una negativa inflexible mientras que el radicalismo matizaba su rechazo con algún tipo de contemplación: estaba dispuesto  a discutir lo concerniente al cálculo de movilidad.

Es decir, que la fórmula de Anses utilizada actualmente luego de las modificaciones prácticadas durante el vidalismo fuera desplazada y se tuviese en cuenta los porcentajes de aumentos paritarios del sector.

Es poco probable que el Ejecutivo logre convocar a una sesión extraordinaria antes de fin de año, como quiere La Bancaria, para introducir el tratamiento de esta propuesta cuando es plenamente consciente de que sufriría un duro revés.

Existe la factibilidad de que durante el verano se busque algún tipo de equilibrio para arribar a marzo con una solución salomónica,donde todos los sectores deberían ceder ante el cerrojo y la encrucijada en que se encuentra una iniciativa que involucra a miles de jubilados y pensionados que exigen soluciones.