viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº1962

Provincia | 22 dic 2022

EL POPULISMO EN LA RETAGUARDIA

El peronismo No K se arma para ofrecer un espacio de contención al caótico avance de Juntos

Schiaretti, Urtubey y Camaño intentan manejar la ambulancia luego del fracaso de Alberto Fernández. La salida de CFK del calendario electoral abrió la puerta para salir a jugar. Si Massa no repunta, el peronismo necesitará donde guarecerse.


Por: Ricardo Carossino

“El largo ciclo populista que comenzó en 1945 podría estar llegando a su fin”, afirmó el medio británico The Economist, sobre el peronismo, y agregó que “el próximo gobierno tendrá que construir una amplia coalición, pero que podría tener una cosa a su favor”.

Lo que The Economist no sabe al banalizar a un movimiento histórico, son dos cosas fundamentales: el único heredero del peronismo es el pueblo y cada peronista tiene un bastón de mariscal en su mochila. Al cabo, se podría definir al periodista que escribió esa nota como “la mula del mariscal de Sajonia”, según explicaba el tres veces Presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, sobre quienes hablaban de política y no la entendían.

Por otra parte, el medio inglés elogió a Horacio Rodríguez Larreta y pretendió afirmar que “en el corto plazo, el declive del peronismo sugiere que la oposición de centroderecha ganará las elecciones el próximo año”.

Si un diario británico dice que Horacio Rodríguez Larreta hoy le asegura un triunfo a la oposición, es posible que esté lejos de un diagnóstico acertado de la realidad argentina, sobre todo porque pifiaron diciendo en 2015 que el alcalde de Londres podría ser elegido primer ministro (edición del 9 de abril de 2014): “Boris Johnson, el excéntrico alcalde de Londres podría convertirse, muy pronto, en el político más poderoso del Reino Unido” (Esa elección la ganó David Cameron).

Que un diario británico se tome la pretensión de tomarle el pulso (otra vez) al peronismo para ver si está muerto, vivo o en coma, es como creer que una película es buena, histórica o relevante porque la academia de Hollywood lo determina así. A eso se le llama, literal y llanamente, tener un complejo de aldea. ¿Cuántas veces se hicieron lápidas para el peronismo que terminaron en la basura? A contar…

Pero dejando de lado la ignorancia supina sobre el pensamiento argentino de los británicos, es cierto que el peronismo está perdiendo y su Messi, salió de la cancha antes de los 90 minutos, dejando al equipo mal parado, confundido y sin saber a quién darle la pelota para que maneje los tiempos del partido.

The Economist podrá decir lo que se le antoje sobre el jefe de gobierno porteño, pero lo que no sabe, no puede entender o no quiere decir, es que como en el peronismo no hay un Messi, en la oposición todos se creen Mbappé y la verdad que todavía ninguno hizo algo que se asemeje a la calidad del jugador francés, sino todo lo contrario dadas las reiteradas, constantes y desopilantes declaraciones de Mauricio Macri sobre cualquier tema.

La movida de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ha sido elogiada por algunos peronistas como la decisión de quitarle al movimiento un salvavidas de plomo (quizás), pero ahora se abre un juego que puede salir bien o puede salir mal.

Los que ya empezaron a recibir baraja son, sin lugar a dudas los peronistas no K, y son muchos más de los que se cree, aunque hayan jugado bajo el ala de CFK y de La Cámpora.

Por un lado, muchos intendentes del conurbano (muchos), celebran que La Cámpora pierda volumen político como se está creyendo en este momento, y afilan el lápiz, tranquilos, para armar listas a gusto y piacere del consumidor en cada Municipio.

El hecho ya anunciado por Política del Sur de las intenciones de salir a pelear la interna bonaerense por parte del jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, es un dato para tener en cuenta porque MI es un hombre que, si bien tiene una interesante relación con el PJ provincial de Máximo Kirchner, asimismo puede aglutinar voluntades contrarias a La Cámpora, porque quien quedaría aislado sin CFK podría ser el mismo gobernador Axel Kicillof, a menos que las encuestas demuestren que tiene lo que más importa en política: los votos.

Hay que resaltar una diferencia entre este nuevo peronismo anti K y el amorfo invento de Miguel Angel Pichetto que salió a jugar con un espacio contrario a su propio socio (el PRO) usando una definición que no le permitió ampliar su espacio (Peronismo Republicano) sino que le permitió ampliar el espacio al macrismo. En el caso de Shiaretti y Urtubey, salir con un espacio llamado Tercera Posición, permite obviamente, incluir incluso al Partido Socialista, y a otros espacios como las democracias cristianas y desarrollistas, como es lo que pretenden hacer. 

Lo que The Economist no sabe es como funciona la rosca argentina, y cuidado Larreta, no sea que Tercera Posición (sin CFK) le robe el peronismo republicano y logren instalar un candidato y se una el peronismo, y adios PRO de nuevo. Es una teoría, pero está en la libreta de varios. De cualquier manera, todos saben que Cristina desequilibra aún cualquier balanza electoral. 

El peronismo anti K, no está preocupado. Al contrario. Lo que Política del Sur pudo percibir en el acto de Graciela Camaño (ex Frente Renovador) y el ultraderechista salteño Juan Manuel Urtubey, es la alegría de que en medio de una crisis ellos perciben una oportunidad, como decía un célebre chino.

Si bien faltaron algunas presencias para graficar la intención de querer superar la grieta, recién se empiezan a acomodar las piezas en el tablero y el anuncio de un Juan Schiaretti, abre la puerta para que el peronismo anti K tenga un espacio de referencia.

Lo que se maneja en los papeles previos, según lo que pudo averiguar PDSur en conversación con algunos involucrados en el armado de Tercera Posición, es poder tener una oferta para todo el peronismo, incluido el K, si es que el ministro de Economía Sergio Massa no alcanza un nivel de inflación que le permita salir a vender un proyecto electoral.

Desde luego que al Presidente Alberto Fernández, lo ven más afuera del juego que a Florencio Randazzo (que por cierto, faltó a la cita en San Martín), pero todavía no apuestan a que el armado del Frente de Todos no tenga un as en la manga, por eso, Graciela Camaño sería, eventualmente, el nexo coordinante entre el peronismo no K y el Frente Renovador. Quieren salir con la ambulancia y la presencia del diputado Leonardo Grosso en el acto de Camaño y Urtubey, grafica que el Movimiento Evita busca candidato a presidente.

Lo que dijeron a este medio es que se entusiasman, pero que no se empoderan. Lejos estaría cualquiera de hacerlo en este momento en que todo está más confuso que el judicial viaje a Lago Escondido.

Por el momento, Urtubey y Schiaretti intentan construir un espacio que les permita meterse en la discusión, sin ser cartón pintado. Lo hizo Sergio Massa en 2013 y si bien no logró saltar la grieta, construyó un relativo poder que hoy le permitió tener el control de la agenda del gobierno de la Argentina.

Si gana el PRO otra vez, piensan, se va a necesitar una oposición más creíble que el kirchnerismo, que no consigue ampliar su base de representación, y que a medida que pasan los años, pierde adeptos.

Pero no así el peronismo, que sigue conservando, mal que le pese al diario The Economist, gobernadores, legisladores, intendentes, punteros, armadores, operadores económicos, unos pocos judiciales y algunos medios que si bien no convencen, al menos hacen ruido frente a los tanques mediáticos de la derecha.

Si algo debería entender por fin el peronismo del siglo XXI es que su estrategia comunicacional ha fracasado, ha sido destruida por el ejército del Grupo Clarín y aún no encuentran un mariscal que pueda desarrollar un plan de batalla acorde a los tiempos y las circunstancias. Y vaya está crítica para los K, los aliados a los K, los anti K y los no K (todos peronistas).

 

 

 

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