sábado 04 de mayo de 2024 - Edición Nº1977

Lanús | 2 nov 2022

EL FALSO PRO

El plan secreto de Grindetti y el manolismo: ¿quiénes quedarán afuera si gana Kravetz?

Hay miedo de los amarillos de la primera hora y mucha bronca de los radicales de Lanús. ¿Para que se armó Hacemos? ¿Cómo sería el organigrama político si el jefe de Gabinete llegara a intendente? Política del Sur revela el detrás de escena de un fachada que nació en 2019.


Por: Ricardo Carossino

El intendente de Lanús, Néstor Grindetti, sabe que Diego Santilli y Horacio Rodríguez Larreta empezaron a dividirle el territorio donde hasta hace un año, él era dueño y señor: la Tercera Sección Electoral. En rigor, la más importante de la Argentina. Y por esa razón, por primera vez en ocho años, teme perder el territorio.

Es cierto que el FDT tiene la conducción absoluta de esa franja de la Provincia de Buenos Aires, sin embargo, para la mirada de los PRO, el hecho de que el ex ministro porteño de Economía haya podido sostenerse en territorio hostil hasta 2019, lo colocaba en un podio histórico de la derecha nacional.

No le será tan fácil esta vez al amigo de Mauricio Macri sostener el trono porque como dijo una fuente del peronismo que lo apoya, la gestión del segundo mandado no fue tan buena como la primera y eso la gente lo nota.

Si bien se sabe que el Frente de Todos (FDT) con Alberto Fernández hoy pierde las elecciones, los dirigentes del PRO de Lanús, saben también que ni Macri, ni Larreta ni Bullrich hoy les garantizan un triunfo y menos un arrastre de votos para abajo. Ante este escenario, Grindetti evalúa seriamente que si el peronismo, de verdad se une y él no puede dividirlo como ya lo ha hecho, puede perder su liderazgo, por eso se diseñó un elegante plan de fuga.  

Es algo que pocos analizan a la hora de descubrir la razón por la que ganó las elecciones en 2015 y llegó a obtener un segundo mandato, y se trata de su pacto secreto con un sector histórico de Lanús: el manolismo. Y ahí es donde hay que detenerse para entender porque de pronto apareció el miedo en los amarillos y la bronca en los boinas blancas.

Hay un plan secreto que pocos conocen, pero que empieza a percibirse, pensado, planeado y ejecutado por Grindetti, Diego Kravetz y los coroneles que dejó quien fuera denominado “el maestro de los intendentes”, el fallecido Manuel Quindimil. El catalizador para unir a estos componentes políticos, fue la creación de “Hacemos”.

En la rápida historia de los “ismos”, el manolismo construyó una estructura que quedó afuera del poder con la llegada del dariismo y que debió reconstituirse. Muchos dirigentes quedaron en el camino en los últimos quince años, pero la columna vertebral de aquel pasado de gloria terminó como el tutor que mantuvo de pie en los barrios a un grindettismo que llegaba a la Municipalidad con menos tropa que el “mariscal de Costa Pobre”.

Ahora, Grindetti deja Lanús. El anuncio oficial dice que quiere ser gobernador. Algo complicado para un hombre tan poco conocido fuera de los municipios vecinos. Está abocado a recorrer la provincia, pero una fuente del jorgemacrismo de Morón, charló con Política del Sur y confió que la estrategia más lógica sería Cristian Ritondo candidato a gobernador y Grindetti, como Vice. A nadie se le escapa, obviamente, que el diputado nacional maneja la agenda nacional en la legislatura y que, como ex ministro de Seguridad bonaerense, construyó mucho más territorio que el intendente.

Pero todo esto no sería más que una mera anécdota, sino fuera porque la “huida” de Grindetti, como definió a PDSur una fuente del primitivo kirchnerismo local que mantiene vasos comunicantes con los macristas, dejará a su propia tropa a merced del manolismo liderado por el jefe de Gabinete local, Diego Kravetz, que se jacta de abrir locales con el escudo del Justicialismo, detrás de una fachada llamada “Hacemos”.

“No sé porqué eligieron ese nombre, porque si les llega a ir mal, se van a tener que llamar ‘hacemos cagadas (SIC)’", dijo a este medio esta fuente que militó en las segundas líneas de aquel dariismo del 2005.

Lo que en verdad rebelaron a Política del Sur estas dos fuentes (y en esto coinciden) es que Kravetz fundaría su dinastía en los viejos dirigentes del manolismo que tomarían el Ejecutivo local nuevamente y en ex radicales como Marcelo Rivas Miera que ahora ha pasado a las filas del ala dura del macrismo junto a la ex dirigente montonera, Patricia Bullrich. El ejército duro de Lanús se está armando y los que no estén a la altura de sus circunstancias “estarán fouri della copa”.

Hay amarillos de la primera hora, esos que acompañaron a Grindetti cuando pisó por primera vez Lanús, que temen quedar excluidos del futuro organigrama político que se está pensando. Habrá actualización doctrinaria, confesaron a este medio y sobre todo (y aquí apelaron a un término peronismo), trasvasamiento generacional. Lo que en criollo quiere decir tirar a los viejos amarillentos por la ventana “porque ya destiñen”, afirmaron.

A modo de ejemplo, este plan comenzó en 2019. Fue por agosto de ese año cuando con una importante presencia de dirigentes peronistas locales, entre ellos Vicente Marziano y Angel Avila, se inauguraba un local en apoyo de la reelección de Grindetti, en Paso de la Patria y Palacios en Valentín Alsina.

En el mitin quedaba en claro que esta dirigencia “profundamente distanciada de Darío Diaz Pérez”, según confesión de partes, se movilizaba bajo la conducción de Kravetz, junto a las presencias de Noelia Quindimil y Alberto Torres. En esa lógica, cerraba la presencia del concejal Omar López que nuclea a los manolistas en el Nuevo Espacio Peronista (NEP).

Otros que también están en la mira son los ex kirchneristas, progresistas, dariistas, que en su momento optaron saltar a las filas de la ultraderecha, como Héctor Montero y Jorge García, señalados por esta fuente consultada, como “víctimas” futuras de Kravetz.

Por otra parte, quienes están que trinan son los radicales, que creyeron tener una alianza más sólida con el intendente de Lanús y que ahora empiezan a sospechar que en realidad ese acuerdo estaba atado con alambre.

Desde hace un tiempo se vienen quejando de que Grindetti les impuso la candidatura de Kravetz y les “ordenó” a su manera, cancelar la discusión interna. “Se lo apoya o se lo apoya”. Esto desde luego cayó como un meteorito en la UCR local, que desde hace un tiempo no tienen diálogo directo y privado con el intendente.

Hay radicales que no quieren al jefe de Gabinete y no están tan seguros de apostar a que gane, sobre todo si está planeando, como parece, armar un “neomanolismo” que siempre supo mantener a los radicales como socios estratégicos, al cabo, terminarían otra vez como furgón de cola de los peronistas.

Todo está que arde en el oficialismo de Lanús. Basta ver las gacetillas de prensa que difunde la Municipalidad para ver que salta a la vista la ausencia absoluta de los radicales en la gestión, donde Kravetz es la figura icónica del Municipio junto a la antigua estructura manolista.

Hoy las cosas dentro de Juntos no son las que en 2015 soñaron los radicales esperanzados en tener por primera vez un protagonismo en serio en el Municipio y participar de las gestiones de gobierno. En rigor, fueron excluidos de todos los sectores claves de poder, y hasta de los de no poder. Hoy parecen parias a la espera de un milagro, mientras en los secretos despachos del poder, Kravetz arma su futuro con el manolismo que, milagrosamente está cerca de volver a la vida como Lázaro.

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