El secretario General de ATSA Zona Sur, Sergio Oyhamburú, consideró “injusta” la conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo ante la falta de acuerdo en la paritaria salarial de los trabajadores de sanidad y que frenó los paros que habían sido convocados para esta semana.

“Hace un mes y medio que veníamos hablando tratando de que las cámaras empresarias entiendan pero no hubo ningún acuerdo. Lo han dilatado muchísimo y ahora el Ministerio, la autoridad de aplicación, trata esta medida que para nosotros es injusta”, criticó el referente gremial en diálogo con Política del Sur.

En esta línea, informó que junto a representantes de las distintas actividades sanitarias realizarán asambleas informativas. “No sería extraño que movilicemos con compañeros de laboratorios, droguerías y si se sumara alguno del sector asistencial, va a ser fuera de su horario laboral. Eso no lo puede impedir nadie. El estado de alerta sigue y veremos cómo pinta la negociación”, advirtió.

En este marco, recalcó que “los trabajadores de la sanidad están indignados porque se acabaron los aplausos y todos los reconocimientos de la política, sea del lado que sea”. “Esto es una consecuencia más de la falta de financiamiento que tiene nuestro sector y que eso repercute en la paritaria y con el egoísmo y avaricia del sector empresario en donde nos dice que nos merecemos pero no pagan las sueldos o pagan en dos veces”, aseveró.

Con respecto al rol del Ministerio de Trabajo nacional, manifestó: “Con el ministro anterior tuvimos alguna situación parecida a esta durante la pandemia. En este caso no se dictó la conciliación y se encontraron los caminos pero ahora el sector empresariado está muy cerrado. Aducen el financiamiento pero es algo que tienen que resolver ellos con los financiadores”.

Brutal agresión a un trabajador de la sanidad

Por otra parte, tildó de “gravísima” la agresión que sufrió un trabajador durante una asamblea en el Sanatorio San José de la Ciudad de Buenos Aires.

“Recibió dos disparos. Uno a menos de un centímetro del ojo y otro en el pecho, así que inmediatamente se llamó a la policía. Vino la científica y la balística que estaban investigando de qué piso venía porque ahí hay edificios. Fue de un aire comprimido bastante potente que si entraba por el ojo no solo lo iba a perder sino que también corría riesgo la vida, así lo decía el informe que nos pasaron”, apuntó.