“Los cambios no se generan de un día para otro, llevan tiempo”, recalcó Luciano del Percio, docente de ecología, estudiante de la carrera Gestión Ambiental Urbana y creador de San Vicente Verde y Sustentable, un proyecto que busca, a través de la educación y del reciclaje en botellas, generar hábitos para reducir los residuos que las personas generan cotidianamente.

En diálogo con Política del Sur, recordó que el proyecto surgió hace cuatro años cuando ya inmerso en el mundo de la sustentabilidad, comenzó a conocer educadores que tenían la misma iniciativa que él pero que trabajaban de forma desarticulada y con acciones a corto plazo. Esto lo motivó a crear un espacio comunitario que desarrollara acciones educativas a lo largo del tiempo.

“El proyecto es 2020-2030. La idea es reducir los residuos que se generan en San Vicente y que tengan otro destino desde la educación en las escuelas. Está enfocado en que para dentro de cinco años se reduzca un 5% de residuos plásticos que van a enterrarse al CEAMSE, por ejemplo, y que esos residuos tomen otro circuito”, indicó.

La propuesta en las escuelas se basa en compartir material sobre el cuidado del medio ambiente a través del reciclaje y generar charlas con la presencia de tres personajes, Ecolito, Terra y Don Vicente que habitan el mundo sustentable de San Vicente. Desde una experiencia lúdica, los niños aprenden a realizar reciclaje, compostaje y huertas ecológicas.

“La idea es que se sientan identificados con los personajes y que a la vez puedan trabajar temáticas de lo que les pasa día a día en sus casas. También que identifiquen que hay alguien, que es un personaje ecológico, y que hace lo que ellos pueden hacer en sus hogares y en la escuela”, aseveró.

El otro pilar fundamental de la iniciativa son las “Botellas de Amor”, envases rellenos de plásticos de un solo uso que se convierten en madera plástica para crear objetos mobiliarios como bancos que luego son llevados a las escuelas.

San Vicente Verde y Sustentable a través de puntos de acopio ubicados en distintos lugares de la zona (San Vicente, Guernica, Alejandro Korn, Glew y Domselaar), recolecta las botellas que son trasladadas a una empresa de la localidad de Bernal dedicada a realizar el material reciclado. Según Luciano esta forma de reciclaje tiene un impacto sumamente positivo en la reducción de residuos.

“Hicimos un estudio con unos vecinos que juntaron durante un año plásticos de un solo uso con lo que generaban en sus casas, hicieron quince botellas en un año. Entonces si una familia tipo genera esa cantidad de botellas, que pesan alrededor de medio kilo cada una, en un mes o un mes y medio son alrededor de siete kilos por familia de tres personas. Si eso se multiplica por la densidad de San Vicente, tenés más o menos 30 mil familias generando 320 mil kilos de plástico en un año y como los bancos de madera plástica se entregan cada 5 mil kilos, en ese período de tiempo se pueden crear 650 bancos”, enfatizó.

Ante estos beneficios y el hecho de que cada vez son más los vecinos y vecinas comprometidos con la acción, Luciano mantuvo una reunión con autoridades del Municipio para presentarle el proyecto.

“El valor más grande que tiene esto es el cambio de hábito de los vecinos. Si vamos a seguir viviendo en este planeta durante un tiempo, comencemos a plantear reglas con respecto a esto. Hay que tener políticas más fuertes porque la gente lo está pidiendo”, sentenció