sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº1963

Policiales | 26 oct 2022

MASACRE DE WILDE

Termina la etapa de declaraciones testimoniales del juicio por la Masacre de Wilde

Uno de los últimos testimonios fue el del ex árbitro Pablo Lunati, quien aseguró no recordar haber recibido amenazas. Sin embargo, su declaración generó dudas. "Fue bastante contradictorio", afirmó la viuda de una de las víctimas a Política del Sur.


El juicio por la Masacre de Wilde que se desarrolla en los Tribunales de Lomas de Zamora, tuvo este martes una nueva jornada de declaraciones en lo que fue una de las últimas audiencias testimoniales por el hecho ocurrido en 1994.

Uno de los testigos que se presentó de forma virtual fue el ex árbitro de fútbol, Pablo Lunati, quien era dueño de la remisería de donde partió uno de los autos que terminó acribillado por los integrantes de la ex Brigada de Investigaciones de Lanús que son juzgados actualmente.

El ex referí manifestó no recordar algunas de sus declaraciones que constan en parte de la instrucción del caso, donde habría asegurado, entre otras cosas, recibir amenazas. Ese olvido llamativo generó dudas en los familiares de las víctimas, que temen que algunos testigos sigan amenazados.

"Fue bastante contradictorio. De la época no recuerda muchas cosas, tiene una memoria más selectiva que de costumbre. Es tomado con pinzas el relato de Lunati. ¿Por qué cerrás un negocio recién abierto?"advirtió Raquel Gazzanego, viuda de Edgardo Cicutin, una de las víctimas del caso.

"El hecho de haber recibido amenazas está en su declaración ante la jueza. Creo que a ese hombre habría que darle un botón antipánico porque hasta hoy recibe amenazas. De hecho, declaró virtualmente su abogado, no quiso presentarse", aseguró la entrevistada al programa Política del Sur.

La Masacre de Wilde ocurrió el 10 de enero de 1994 y en ella fueron acribillados por balas policiales cuatro hombres que se movilizaban en dos autos. En el juicio son juzgados siete ex policías de la entonces Brigada de Investigaciones de Lanús por las muertes de Edgardo Cicutin, Norberto Corbo, Gustavo Mendoza y Enrique Bielsa.

En el banquillo de los acusados, de espaldas al público, están sentados  Osvaldo Lorenzón, alias “El Pollo” (69), Eduardo Gómez (61), Roberto Mantel (65), Pablo Dudek (76), Julio Gatto (56), Marcelo Valenga (59) y Marcos Rodríguez (59), quien estuvo prófugo hasta el 2014.

"La estrategia de los abogados es que ellos salieron a repeler un ataque, que ellos salieron en prevención del delito. Y las brigadas en esa época no salían a prevenir el delito. Solo hacían investigaciones. Entonces es muy raro. Ellos siguen alegando que salieron a prevenir el delito. Entendemos que va a ser la estrategia de los defensores. Ellos dijeron que cometieron un error con Edgardo", contó Gazzanego.

"En lo personal no recibí amenazas. Eso no quita que como adolescente, mi hijo a los 18 años como todo chico incursionando en un porrito, vinieron unos policías y le preguntaron por el DNI, ahí le dijeron ¿Qué tenés que ver con el tipo de la masacre?", recordó.

"Ahí nos dio miedo, él tuvo que negar el lazo con su padre. En ese tiempo teníamos a Duhalde diciendo que era la mejor policía del mundo, no nos olvidemos de Miguel Bru, o la AMIA", agregó.

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