martes 03 de octubre de 2023 - Edición Nº1763

Gremiales | 13 sep 2022

INFORME DEL CENTRO CIFRA

La CTA de Hugo Yasky advierte que el salario mínimo cae hace 10 años ininterrumpidamente

Desde el sector alertaron que la baja del mínimo, vital y móvil volvió a profundizarse en los dos últimos años, una tendencia que se repite desde el 2011. Además, calculó que este salario debería estar en 71.600 pesos, 20 mil pesos más que el valor acordado en la última actualización.


Por: Diego Lanese

A mediados de agosto, los gremios y empresarios volvieron a actualizar el salario mínimo, en el marco de un nuevo encuentro del Consejo que forman junto al gobierno nacional. El repunte inflacionario de julio, donde el IPC tuvo los valores más altos en dos décadas, hizo necesario volver a negociar este valor, que empuja planes sociales y otros beneficios sociales. Si bien la suba contó con el rechazo de la CTA Autónoma y fue firmada en disconformidad por la CTA de los Trabajadores, el aval de la CGT cerró el acuerdo, que llevó a 51.200 pesos el mínimo en septiembre. La nueva suba no alcanza a frenar la caída que experimenta el salario en los últimos diez años, alertó la central que lidera Hugo Yasky, que difundió un informe donde asegura que para recuperar el poder de compra debería superar los 70 mil pesos, algo que por el momento parece lejano.

 

El informe del Centro CIFRA busca analizar el impacto del último ajuste del salario mínimo en la serie de los últimos 10 años, donde este ingreso comenzó a quedar muy relegado respecto a la inflación. En este sentido, el trabajo aseguró que “el poder de compra del salario mínimo, vital y móvil mantuvo una tendencia negativa entre 2011 y 2020”, donde las caídas “fueron especialmente fuertes en los dos últimos años del gobierno de Mauricio Macri así como en 2020, en todos los casos superiores al 10 por ciento en cada año”. En este sentido, el análisis, al que tuvo acceso Política del Sur, remarcó que “durante 2021 no logró recomponer su poder adquisitivo, aunque se evitó una nueva caída, ya el aumento real fue apenas del 1,2 por ciento en el promedio del año”. A su vez, “en los primeros 7 meses del año en curso el salario mínimo tuvo una disminución de 1,6 por ciento en términos reales”.

 

En la última cumbre del Consejo del Salario, que firman gremios y empresarios bajo el laudo del gobierno, se acordó por mayoría un incremento del 21 por ciento dividido en tres meses, dejando la suba de la siguiente manera: en septiembre alcanzará a 51.200 pesos, en octubre 54.550 pesos y en noviembre 57.900 pesos mensuales. También se definió que en noviembre habrá una nueva reunión para redefinir los montos de cara al fin de año y de acuerdo a la evolución de la inflación. Pero esta mejora no alcanza a recuperar lo perdido, según CIFRA. Para lograr eso, el mínimo “serían necesarios 71.600 pesos en agosto para alcanzar el mismo poder de compra que el salario mínimo tenía en 2015, y casi 119 mil pesos serían equivalentes a la línea de pobreza para una familia tipo”. Ante este escenario, dijo el centro, “es claro que el primer objetivo es lograr un esquema de aumentos en el salario mínimo que supere efectivamente a los aumentos de precios, para comenzar a recuperar el poder adquisitivo perdido y la relevancia de esta política de piso salarial”.

El salario mínimo se define en la Ley Nacional de Empleo, y se entiende como “la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”. Según la normativa, el mínimo “debe ser la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia por su jornada laboral; asegurarle al trabajador alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y cobertura previsional; y ajustarse periódicamente de acuerdo a las variaciones del costo de vida”.

 

El actual valor está lejos, como marca CIFRA, de cumplir con sus mandos de ley. En algunos casos, como pasa en la provincia de Buenos Aires, no se cumple ni siquiera como piso salarial. La semana pasada, en la marcha realizada a la Casa de la Provincia, la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FESIMUBO) denunció que muchos intendentes cobran salarios por debajo de este nivel. Por eso, reclamaron ante el flamante ministro de Trabajo Walter Correa que se abra el Consejo Provincial del Empleo Municipal Decente, como se confirmó hace unos días.

 

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