viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº1969

Avellaneda | 2 sep 2022

COMUNICADO

Litza: "El discurso del odio nunca es gratuito"

La diputada nacional por el Frente de Todos y referente del Frente Renovador de Avellaneda repudió el atentado que sufrió la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.


El arma de fuego gatillada un par de veces a centímetros de la cabeza de la vicepresidenta es la imagen más brutal de la historia política democrática.

Esa imagen que nos escandaliza, conmociona y provoca el repudio más absoluto tiene, como antesala, la violencia disparada todos los días y a toda hora desde distintos dispositivos políticos y mediáticos.

El “ellos y nosotros”, los pedidos de pena de muerte, manifestaciones con bolsas mortuorias y horcas públicas. O las piedras y golpes a la camioneta de Sergio Massa frente a la Casa Rosada cuando asumió como ministro.

Son todas acciones que conforman una narrativa de odio destilado de manera permanente en palabras y frases de quienes se han convertido en influencers de la confrontación y la provocación.

Muchos y muchas fuimos advirtiendo la magnitud de las posibles consecuencias. Pero desafortunadamente ese accionar se fue naturalizando. Y nos llevó a las puertas de un magnicidio. Porque esa munición disparada constantemente desde múltiples plataformas parecía no tener el mismo impacto que las balas que afortunadamente no salieron, esta vez, del arma del homicida.

Se cree con ligereza que las palabras son balas vencidas. Que no salen de la recámara, que no matan. Solo la imagen trágica nos provoca indignación y repudio.

Ahora se pone de manifiesto con claridad que las palabras no son inocuas. Que la intolerancia política tampoco. Advertimos que el disparate de la competencia disparada hacia los extremos autoritarios para llamar la atención y atraer voluntades son peligrosísimos. Y los ataques y el menosprecio hacia quienes intentan cultivar el diálogo, el consenso, los acuerdos y la unidad también.

Vivimos en contextos políticos ultraviolentos. Dialogar es ceder. Acordar es mostrar debilidad. En cambio, hay que provocar, exaltarse, redoblar la apuesta, provocar.

No podemos borrar de nuestros ojos la trágica imagen de una pistola accionada a centímetros de la cabeza de la vicepresidenta. Ojalá esta vez, frente a los hechos aberrantes, podamos empezar a repensar y frenar los discursos de odio de consecuencias, ahora sí, absolutamente previsibles.

Mónica Litza

Diputada Nacional

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