Por: Federico Cedarri

Una de las principales patas de la alianza opositora la constituye la tradicional Unión Cívica Radical que tiene por costumbre ancestral concurrir a internas para renovar sus autoridades partidarias cada dos años.

En este caso, el Comité Provincia de los centenarios realizó el formal llamado a elecciones partidarias para renovar su conducción el domingo 13 de noviembre del presente año.

Sugestiva la fecha de convocatoria tomando en cuenta que para ese tramo del año el país se verá comprendido dentro de una euforia mundialista que quizás le reste cierta trascendencia a esta instancia de la democracia partidaria.

Sin embargo, los boina blanca siguen adelante y ya comienzan a aprestarse movimientos para intentar apaciguar los desatinos internos justo en la antesala de comenzar a definir estrategias para el 2023.

Esta cuestión es la que desvela a los radicales. La provincia de Buenos Aires representa un bastión para Facundo Manes que busca ampliar su alianza con importantes referentes peronistas como el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti.

Se lo escucha decir al neurocirujano que la política que se aproxima no se construirá desde los extremos poniendo coto a las posibilidades del kirchnerismo y macrismo duro.

Manes es alguien que si bien cosecha el apoyo irrestricto de sus correligionarios bonaerenses, algunas de sus actitudes comienzan a hacer ruido en sus seguidores aunque por ahora se mantienen subterráneos en pos del objetivo supremo: lograr la candidatura presidencial para el radicalismo después de más de 20 años en que el partido de Alem ha sido furgón de cola de otras experiencias.

El neurocirujano elige mostrarse como un outsider, alguien que no tiene una pertenencia política a rajatablas, y si bien rescata a Raúl Alfonsín por haber sido justamente un factor disruptivo en un momento histórico evita embanderarse dentro de los cánones partidarios y prueba de ello es que su sello Empatía no contiene al logo partidario en su diseño.

También insiste con modificar la base electoral de la coalición y apunta a generar un espacio multipartidario, que trae remembranzas a antiguos radicales nostálgicos que añoran aquella Multipartidaria de principios de los 80 que puso en jaque a la dictadura militar.

Más allá de esos detalles que generan tensión con los radicales bonaerenses se presume que el oficialismo intentará reeditar otro mandato de la mano de una nueva postulación del actual titular, el marplatense Maxi Abad, que a la vez se lo sindica como uno de los potables para encabezar la oferta radical a la gobernación provincial.

Si bien las encuestas hasta ahora muestran a un Abad con alto nivel de desconocimiento y solamente posicionan en un dígito de adhesiones a Martín Tetaz, el radicalismo confía en el poder territorial de sus intendentes y en la aceitada estructura añeja de comités que inundan el territorio bonaerense.

La conducción partidaria estima que una buena posibilidad para posicionarse en la palestra sería la de obtener un triunfo rotundo en la interna que lo posicionaría de cara al año electoral.

En rigor, el politburó centenario se encuentra enfrascado en negociaciones con el sector de Evolución y con el operador político de Martín Lousteau, el diputado provincial Pablo Dominichini, que si bien despierta recelo entre los correligionarios por haber sido parte del armado possista en la discutida elección interna de marzo de 2021, entienden que se hace necesario el intento de evitar una disputa que termine generando heridos que puedan generar dispersión.

Según pudo averiguar PDS por ahora las gestiones se encuentran frías y Evolución evaluaría si presentará una opción propia para no diluirse adentro del universo bonaerense.

El rol de Gustavo Posse

Si bien el abadismo sostiene la necesidad imperiosa de evitar un litigio interno, desde el sector que encabeza el alcalde de San Isidro le confirmaron a PDS que ya está en curso el pedido de lista, la 14, que encabezará Gustavo Posse y que se llamará Protagonismo Radical y buscará reeditar la contienda de marzo de 2021 que sería con los mismos actores.

Espacio Abierto es el armado que Posse lleva adelante en la provincia donde tiene como referente de los intendentes que le responden al jefe comunal de San Cayetano, Miguel Gargaglione, a lo que debe adosarse un importante cúmulo de concejales de alrededor de 20 distritos bonaerenses y la potente estructura que ostenta en la Primera Sección Electoral.

Este sector del conurbano bonaerense representa la meca del possismo que se desagrega no solamente con San Isidro sino también con el armando de su lugarteniente, Walter Carusso, en la fabril San Martín.

La única duda que hasta ahora nadie se atreve a dilucidar es si finalmente el sector de Martín Lousteau jugará en esta ocasión con Posse como lo hizo en el 2021 o si explorará un acuerdo con el oficialismo.

Si bien Evolución y el possismo fueron socios y mantienen buenos vínculos, el sector de Lousteau prefirió quedarse dentro de la nomenclatura radical para las legislativas mientras que se le endilga al sanisidrense haberse alineado con el amarillo Diego Santilli.

El tiempo será el encargado de dilucidar si las heridas fueron restañadas y cabe la posibilidad de reiterar aquella alianza.