viernes 29 de marzo de 2024 - Edición Nº1941

Provincia | 10 ago 2022

Arde la oposición

El PRO convulsionado por el internismo de cara al 2023

La fuerza amarilla se encuentra sumergida en la disputa desatada entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Se consensuó que en aquellos distritos del interior donde los intendentes propios vayan por la reelección lleven la boleta de los dos, pero habría pleitos entre sus referentes en el conurbano y en La Plata.


Por: Federico Cedarri

Las convulsiones internas dentro del PRO volvieron a recrudecer luego de un impasse producto del impacto por los cambios ministeriales en el gobierno de Alberto Fernández.

Y nuevamente la puja se centraliza en los disensos intestinos que emanan desde los dos personajes que persiguen quedarse con la candidatura del espacio para enfrentar a la UCR en las PASO 2023: Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.

Si bien se habría establecido un consenso de que en los lugares donde los alcaldes amarillos vayan por la reelección compartan las dos listas, en el Conurbano y La Plata la amenaza latente es que cada candidato juegue con su referente distrital y no haya listas comunitarias, tanto del Pelado como de la Piba.

En rigor, comienzan a dividirse los apoyos para uno y otro bando en los distritos populosos del Gran Buenos Aires donde se pronostica una verdadera lucha de roses para quedarse con las candidaturas a jefes comunales.

En Quilmes, distrito que comanda la camporista Mayra Mendoza y que el macrismo cree que puede recuperar, la lucha parece centrada entre Martiniano Molina que responde al larretismo y la ex referente de Néstor Grindetti y ahora cobijada por el bullrismo, la senadora provincial Lorena Petrovich.

En Hurlinghan es otro lugar donde podría despuntarse el juego interno para dilucidar quién competirá por la alcaidía contra quién emerja victorioso de la disputa que tendrán el camporista Damián Celsi y el ministro de Desarrollo Social nacional, Juan Zabaleta: asoman Lucas Delfino defendiendo la boleta de Rodríguez Larreta y Andrea Giorgini levantando la tira de Pato.

En Lomas de Zamora se enfrentarían el ex funcionario insaurraldista Guillermo Viñuales que reporta en el larretismo contra Gabriel Mércuri que fue reclutado recientemente por las huestes de Bullrich.

En La Plata también hay indicios de pelea de fondo por la candidatura del PRO, si bien Julio Garro no confirmó si competirá nuevamente por el municipio en 2023 porque apetece de encabezar la boleta de diputado nacional o una hipotética candidatura a vicegobernador, en caso de querer repetir deberá revalidar credenciales ante los bullristas Daniel Lipovetzky o Juan Pablo Allan que pulsean por conseguir el favoritismo de la ex ministra de Seguridad.

Así las cosas, también está en veremos el rol que cumplirá en este esquema interno el ex presidente Mauricio Macri que ante sus íntimos algunos días se muestra más reticente a encarar la aventura de una candidatura presidencial prefiriendo la opción de convertirse en el gran elector de la fuerza; mientras que en otros momentos desliza que podría sintetizar con su presentación las diferencias subyacentes entre Rodríguez Larreta y Bullrich.

Lo que no está claro aún en la fuerza amarilla es si Cristian Ritondo esperará agazapado una decisión de Mauricio Macri para ser su candidato a gobernador o finalmente el ahora presidente de la bancada de diputados del PRO jugará bajo la boleta de Bullrich contra Diego Santilli, que ya ha sido confirmado como el candidato a gobernador del espacio, pese a las dudas que embargan a no pocos intendentes larretistas.

Macri cuestiona la incorporación de peronistas

El ex presidente pidió en un encuentro con referentes de los dos espacios en pugna que evalúen puntualmente cada caso en el que se presente la posibilidad de incorporar justicialistas que hayan reportado en el kirchnerismo.

Los reparos de Macri encuentran fundamento, según les manifestó, en que teme que tales dirigentes puedan convertirse en una suerte de topos que ingresen a las cámaras legislativas con la venia del PRO y luego se conviertan en furibundos opositores.

Es por eso que puso sobre la lupa un cónclave que organizó la ex randazzista y ahora larretista, Florencia Casamiquela, nutrido de diversos dirigentes peronistas entre los que se encontraba el ex gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y en el que se habrían denostado las gestiones de Macri y de María Eugenia Vidal.

Dirigentes presentes en el encuentro desmintieron ante el ex presidente esa versión periodística que finalmente Macri terminó por desestimar.

Sin embargo, insistió en su petición de mantener la guardia alta para evitar una infiltración y llamó a purificar la fuerza y sumar apoyos que coincidan con los valores fundacionales del PRO.

Una contracara contra las intenciones de Rodríguez Larreta de ampliar la coalición justamente hacia dirigentes peronistas para lograr consensos que le permitan encarar un plan económico con reformas estructurales.

La duda que hoy inunda a Jefe de Gobierno es la misma que lo persigue hace meses, si finalmente el macrismo duro junto al vidalismo pondrán todos “los fierros” a disposición de Bullrich y será  la ex ministra de Seguridad la que intente poner en jaque la candidatura del porteño.

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