jueves 18 de abril de 2024 - Edición Nº1961

Lanús | 3 ago 2022

CONFLICTO GREMIAL

La tensión económica y gremial presiona a Grindetti que apura soluciones polémicas

El intendente de Lanús afirmó que le cobrará más de 700 mil pesos a ATE. Parece haber perdido su vieja calma y amenaza: “A mí no me mueven de esta manera”. Desde el FDT salieron a criticarlo con dureza. Grindetti ya pidió diálogo con el STML. Intenta bajar el tono de la disputa política que le explotó en las manos.


Por: Ricardo Carossino

Desde Política del Sur se advirtió que los intendentes del PRO del conurbano en la última reunión con el gobernador bonaerense Axel Kicillof, se habían mostrado temerosos sobre cómo responder a la tensión social provocada por la mala gestión económica del Gobierno nacional.

Ese temor manifiesto tiene que ver con la falta de experiencia en momentos de crisis reales (no inventadas por la agenda mediática) y la carencia de una suerte de manual de instrucciones para un PRO que ha hecho un culto del discurso antigremial, verbigracia, “Gestapro” macrista, calificando a los sindicatos de “mafias”.

En ese contexto que no es casual, el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, dejó que estallara un conflicto gremial en un momento crítico, donde la tensión social no se toma respiro por el contexto económico y dinamita la paz política de todo ejecutivo cercado por la inflación.

El precandidato a gobernador del PRO deja de esta manera un “polvorín” en manos del candidato a intendente Diego Kravetz, a quién los gremios no le dan la legitimidad política en el marco de las decisiones importantes. Precisamente una de las acusaciones desde ATE, es que Grindetti no estaba en Lanús ante los reclamos, sino que construía su relativo poder en Tandil.

Grindetti había decidido jugar una pulseada con el Sindicato de Trabajadores Municipales de Lanús y con ATE, y se podría decir que era una peligrosa pulseada con dos sindicatos, abriendo de esta forma (no uno, sino) dos frentes tal vez innecesarios para sus ambiciones electorales del 2023.

Poco puede aportar el apoyo descontextualizado del ex Presidente de la Nación, Mauricio Macri, que no termina de entender que su imagen no perfora el techo del 15%, con lo cual cada intervención es un salvavidas de plomo. Podrán negarlo, podrán ocultarlo, podrán creer lo contrario, pero sus palabras sobre que “eso se acaba en 2023”, son más una amenaza que una propuesta y al cabo, es a lo único a lo que MM parece estar acostumbrado, como cuando mandó a dormir a todos y dejó volar el dólar postpaso 2019.

Si Grindetti eligió el camino del “apriete” como manifestó a Política del Sur, la concejala Natalia Gradaschi, lejos está de comprender que el diálogo siempre tiene que bajar de arriba y no al revés. Es el que detenta el poder el que abre el diálogo, con lo cual toda la responsabilidad recae sobre el Ejecutivo más que sobre los trabajadores.

El diputado provincial del Frente de Todos, Nicolás Russo, dijo a este medio que Grindetti “debe apelar al diálogo y dar marcha atrás” con sus actitudes de confrontación, pero el hombre que ya ganó varias elecciones locales ha decidido que nadie lo va a correr, que nadie le va a ganar sus pulseadas.

Ahora, el intendente de Lanús, parece haber calculado las pérdidas de las luchas intestinas dentro del seno político de su Municipio y llamó (“desesperadamente”, dicen desde el FDT), al diálogo al sindicato que lidera Miguel Pedelhez, gremio al que se lo ha atacado desde el Ejecutivo, corriéndolo de las conversaciones en favor del gremio que representa la FESIMUBO.

De esta manera, y ante el avance del conflicto que lo pone contra las sogas en cuanto al humor social, el intendente intentará ahora romper el cerco gremial que se le había formado entre el STML y ATE. Presionado por esta realidad, se sienta ahora con uno de los dos, para que ATE quede aislado de la estrategia (dos de tres, a favor).

Hubo hasta este lunes, una crítica severa de sectores internos de Juntos, porque se estaba comprando un problema el intendente de Lanús. Argumentan desde Juntos que el Ejecutivo está dando oxígeno a sectores que venían pidiendo protagonismo y otros sectores que empezaban a perder músculo político, ya sea del FDT y también de los sectores gremiales.

Ahora, las banderas opositoras tienen un sentido más cargado de simbolismo popular con una fuerte legitimidad de reclamos que nadie puede rechazar ante un 80% de inflación anual que horada cualquier bolsillo asalariado.

“Siete de cada diez trabajadores y trabajadoras de nuestro municipio está bajo condiciones de pobreza. Es una situación urgente que Grindetti tendría que atender. Los sectores de derecha construyen este desprecio", afirmó Gradaschi a Política del Sur.

Según Gradaschi, este tipo de respuesta por parte del Ejecutivo se vincula directamente “con una postura ideológica, demuestra el desprecio que tiene. Es una postura ideológica de desconocer a la clase obrera organizada".

Por su parte, el líder de ATE, Walter Pinto, defendió a los trabajadores que tomaron la sede del palacio municipal y dijo a este medio que “el intendente goza de un cerco mediático que le permite ocular la falta de paritarias con salarios de hambre”.

“Vive en otra galaxia, en otro planeta. Lo que hizo el día viernes, fue sancionar a los trabajadores, castigarlos con descuentos que van desde los $50 mil hasta los $5 mil. Hay compañeros que no cobraron nada, cero pesos”, criticó Pintos.

El otro problema para Grindetti es la futura intervención de un cuadro gremial como el titular de ATE provincial Oscar De Isasi, que no tendrá pruritos para movilizar toda su fuerza gremial para sostener a su representante. Así, como Grindetti apela a Macri, Pinto lo hace con su jefe bonaerense. La pulseada crece.

 

 

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