Por: Federico Cedarri

La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires se ha convertido en el teatro de operaciones donde el peronismo está discerniendo el destino del proyecto de reforma a la ley previsional del Banco Provincia que se votó durante el mandato de María Eugenia Vidal.

El oficialismo se ha puesto al hombro la aprobación de estas modificaciones luego del costo político que le significó el súbito cambio de parecer  del PRO que devino en rechazo al acuerdo que se había anudado entre el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, el titular del partido centenario provincial, Maximiliano Abad, y el jefe de gabinete bonaerense, Martín Insaurralde.

El Frente de Todos espera contar esta semana con el cuarto despacho de mayoría a la propuesta de Axel Kicillof cuando la misma desembarque en la Comisión de Presupuesto e Impuesto, que encabeza el insaurraldista Juan Pablo De Jesús, y en la que volverá a tener de su lado la inestimable colaboración del chivilcoyense filo peronista Fabio Britos.

Si bien el radicalismo en Asuntos Previsionales, la primera comisión por la que pasó el proyecto, se abstuvo y no acompañó el rechazo del PRO, el mismo tuvo razón de ser en las modificaciones importantes que la fuerza centenaria impulsó al proyecto como lo es la derogación de la garantía del Estado provincial sobre el déficit de la Caja y que él mismo sea asumido por las utilidades del Banco.

Cuando la iniciativa recaló en Asuntos Constitucionales y Legislación General con mayoría peronista se le reintrodujo el espíritu original y nuevamente quedó estipulado que la provincia será garante del déficit que, según estima, se irá saneando gradualmente con el aporte de los trabajadores activos que se incrementarán sustantivamente.

También se instauró la paridad de género en la conformación del Directorio del BAPRO y se agregó una cláusula para que aquellos hombres de 70 años que no cumplan con los 35 de aportes puedan jubilarse.

El radicalismo había propiciado que se tomara como parámetro para el beneficio jubilatorio el mejor cargo de los últimos cinco años, mientras que el Frente de Todos volvió a incluir el promedio de los últimos 120 sueldos.

Así las cosas, el partido centenario se plegó al desplante de sus socios amarillos que desembocó en la presentación de un despacho de minoría que tratarán de llevar al recinto y que contempla la posibilidad de que perdure en cierto modo el carácter central del proyecto de Vidal.

La bancada opositora está plantada con que la provincia no sea garante del déficit e insiste en que el mismo Banco Provincia mediante sus ganancias contribuya para el saneamiento del desfasaje.

El peronismo tiene la supina intención de llevar la propuesta al recinto el próximo jueves 30 de junio donde estima que deberá acentuar el ingenio para convencer a las dos bancadas donde tiene intenciones de pescar adhesiones: Encuentro Abierto de los possistas Walter Carusso y Martín Domínguez Yelpo y la izquierda con sus dos representantes.

Si bien el radicalismo se desmarcó del PRO en primera instancia, ante la vuelta atrás del peronismo con las modificaciones que se acordaron en Asuntos Previsionales los centenarios volvieron a congeniar con sus socios y tomaron la decisión de rechazar el proyecto oficial.

Las dos bancadas están en la encrucijada de no tener la mayoría necesaria garantizada para poder aprobar las iniciativas que propician.

El Frente de Todos cuenta con un total de 42 legisladores y buscará el acompañamiento de la albertista Débora Indarte y del titular del boque 17 de noviembre Fabio Britos para llevar la cuenta a 44.

La bancada de Juntos por su parte cuenta con el respaldo de 41 votos pero se descuenta que logrará sumar los votos de los tres libertarios anti déficit de Avanza Libertad, por lo que el total de adhesiones provisorias para ellos también asciende a 44.

El possimo clave en la definición

La postura que vaya a tomar la bancada que responde al intendente de San Isidro, Gustavo Posse, será de suma importancia para la suerte de la propuesta de Axel Kicillof cuando baje al recinto.

Es que si bien el peronismo anida ilusiones de que la izquierda acompañe la iniciativa oficial, también sabe que desde esa posición ideológica están en acuerdo con derogar el espíritu de la norma aprobada durante el vidalismo, pero al mismo tiempo despotrican contra lo que ganan quienes acceden a ese beneficio, una suma cercana a los 200 mil pesos en promedio.

Ante esta circunstancia puede resumirse que los diputados del Frente de Izquierda podrían resolver abstenerse lo que complicaría de sobremanera las chances del Frente de Todos.

Por eso adquiere preponderancia el rol que vaya a desempeñar el possismo, algunos legisladores del PRO chicanean a los legisladores de Espacio Abierto arguyendo que es la gran oportunidad para que queden de manifiesto los opositores al kirchnerismo y quiénes son sus aliados silenciosos: “Es hora de que todos se saquen la careta y jueguen las cartas, se presenta una gran oportunidad para no ser cómplices de la sanción de una ley que pondera los privilegios de una minoría en desmedro de los contribuyentes bonaerenses”, disparó un diputado de PRO cercano a la confección del despacho de minoría.

“Vamos evaluar con meridiana claridad los opositores de verdad que validan el acompañamiento que tuvimos en las legislativas y aquellos que solo cacarean una oposición que no existe y terminan siendo funcionales al oficialismo”, advirtió demudado el mismo legislador en lo que pareció ser un dado dirigido hacia el campamento possista.

Lo cierto es que desde el encuadramiento del sanisidrense avisan ante la consulta de PDS que están meditando detenidamente los pasos a seguir y que se encuentran abocados al estudio de los dos despachos en danza para finalmente tomar una decisión al respecto cuando les toque expresarse en el recinto de la Cámara Baja.