martes 14 de mayo de 2024 - Edición Nº1987

Provincia | 10 jun 2022

Acuerdo en ciernes

Los cargos en la Corte constituirían la prenda de negociación entre el oficialismo y la UCR por la reforma a la Caja del BAPRO

La abstención que los centenarios practicaron en la Comisión de Asuntos Previsionales durante el tratamiento de la ley Vidal, tendría su fundamento en la exploración de acuerdos con el gobierno provincial por las vacantes en el máximo tribunal.


Por: Federico Cedarri

Deviene en un signo de interrogación la forma en que continuará actuando la Unión Cívica Radical en la Legislatura Bonaerense en torno a la reforma sobre la ley previsional del Banco Provincia que viene a modificar lo sancionado en 2017 por la administración de María Eugenia Vidal, y que amenaza a la provincia con un alud de juicios en su contra por inconstitucionalidad de la norma según advirtió la Corte Suprema bonaerense.

Vale aclarar que luego de que Mauricio Macri jugara su carta de rechazo a la propuesta argumentando que vestía de privilegios a una porción muy minoritaria de los pasivos, el radicalismo acompañó tal resistencia hacia el proyecto del oficialismo para no aparecer divididos nuevamente ante la opinión pública como lo habían hecho en diciembre pasado por el remanido proyecto de la reelección de alcaldes y legisladores.

Sin embargo, el partido centenario parece en este momento haber tomado otra actitud luego de que la iniciativa comenzara su nuevo derrotero por las distintas comisiones asignadas para su análisis.

En la primera de ellas, la de Asuntos Previsionales que comanda el filo peronista, Fabio Britos, el oficialismo logró despacho de mayoría con la anuencia del Frente de Todos, el voto afirmativo del chivilcoyense titular de la comisión y la abstención de los centenarios.

Solamente quedaron en offside rechazando la propuesta los legisladores del PRO, lo que abre una nueva configuración sobre la forma de negociación que llevará adelante el oficialismo radical con las principales espadas parlamentarias del Frente de Todos y funcionarios del gobierno de Axel Kicillof.

Los boina blanca parecen haber tomado un camino de autonomía en la relación con el oficialismo, magnificando un vuelo propio sin aparecer a la sombra del PRO como furgón de cola.

Está por verse si la abstención se trató de un hecho extemporáneo y transitorio que tuvo su correlato individual en los diputados que ejercieron ese poder, o fue una orden orgánica que se replicará en los demás estamentos de análisis.

De prevalecer esta última opción, la ley Vidal corre serios riesgos de ser derogada contra lo que en un principio había pataleado el ex presidente Macri.

Otra de las incógnitas que envuelve al escenario es si finalmente el ex mandatario volverá a hacer tronar el escarmiento y lograr que nuevamente se unifique el bloque en el rechazo a la propuesta.

Parece difícil que esta vez desde el radicalismo repliquen una decisión macrista, debido a que ha impactado muy negativamente las consideraciones que el ex mandatario ha esbozado sobre el prócer radical Hipólito Irigoyen

El radicalismo bonaerense está dejando trascender que dentro del universo que componen el PRO solo se pueden celebrar acuerdos con el ala moderada de tal espacio, que hoy encarna el larretismo y los legisladores con territorialidad que responden a los intendentes.

Acuerdo entre el oficialismo y los radicales

Es de público conocimiento que la Suprema Corte Bonaerense necesita imperiosamente que se llenen los tres sillones vacantes para un pleno funcionamiento, por lo que a partir de la decisión política del gobernador Kicillof de avanzar con la complementación de espacios, comenzó a rumorearse en forma incesante que los centenarios habrían abierto un canal de negociación con el oficialismo para que uno de los espacios a cubrir en el máximo tribunal les corresponda.

Se menciona que el gobierno provincial tiene preeminencia por la jurista feminista cercana al kirchnerismo, Marisa Herrera, para elevar a consideración del Senado.

Mientras que se menciona subterráneamente que el otro pliego podría ser para Marina Sánchez Herrero, presidenta del Concejo Deliberante de Mar del Plata y esposa del titular del radicalismo bonaerense y presidente del bloque de Juntos en Diputados, Maximiliano Abad.

Lo que el gobernador Kicillof quiere instaurar es la paridad de género en la próxima composición de la Corte Suprema, algo en lo que el radicalismo coincidiría.

Se abre un camino de negociación entre el Frente de Todos y los integrantes de la oposición, más allá de que los pliegos deberán desfilar por la estratégica Comisión de Asuntos Constitucionales y Acuerdos de la Cámara Alta bonaerense y allí el peronismo, no solo posee la titularidad del espacio con el camporista Emmanuel González Santalla sino que cuenta con mayor proporción de integrantes para lograr un dictamen de mayoría.

En rigor, cuando la propuesta llegue al recinto deberá contar con el visto bueno y las voluntades de los dos tercios de los presentes por lo que se le hace imprescindible a Kicillof negociar con los integrantes del elenco opositor.

La prenda de paz que habría extendido el oficialismo al radicalismo a través de la posibilidad de que el partido centenario pueda proponer a un futuro miembro, es quizás una de las razones por las cuales el acuerdo por los cambios en el sistema previsional del Banco Provincia podría volver a tomar vuelo.

Como en el pasado diciembre cuando se rubricó la reelección de los alcaldes y legisladores, el Frente de Todos contaría en esta ocasión nuevamente con la inestimable colaboración del radicalismo.

La intención del peronismo, según pudo escarbar PDS de fuentes parlamentarias, es tratar de llevar la propuesta al recinto lo más rápido posible y  dejar desairada la estrategia inicial de rechazo absoluto del PRO.

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